Los uruguayos explotaron de felicidad la Sala del Sol

San Juan
Cuarteto1
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Introspección. Juventud eterna. Rebeldía. Bipolaridad. Sobre todo, alegría. El Cuarteto de Nos dejó a los sanjuaninos la mejor noche en la Sala del Sol, con un espectáculo de 2 horas y algo más que no tuvo medios
: de principio a fin el clima se caracterizó por la felicidad, la energía, el rock y la conexión del público con la banda uruguaya.




Fotografía: El Puente Rock



“Aprendí” hizo explotar la adrenalina de los sanjuaninos que cantaron cada una de las letras del Cuarteto, que desde 1984 hablan del ser en este mundo de tantas exigencias, uno y la relación que establece con este y la voz interior “libre” y “reveladora” que nos hace preguntarnos ¿Por qué no?

A las 23.00 la banda ya estaba tocando, y luego de Aprendí regalaron una triada más que importante al repertorio, con las que empezaron bien arriba. “Ya no sé qué hacer conmigo”, nos reprochamos, y gritamos fuerte que no somos “El hijo de Hernández”, a lo que siguió un “Hasta la vista, señorita” con la voz de Santiago Tavella.

El recital transcurría sin tiempo, sin espacio, atravesando discos como Porfiado, Raro y Bipolar. La alegría no desapareció en un segundo entre el público de todas las edades y los artistas lo dieron todo, con la simpatía y sencillez que los caracteriza. En uno de los traspasos temáticos del show y luego de reflejarnos en “Tu espejo”, Roberto Musso se sentó frente a una máquina de escribir mientras nos relató una “breve descripción” de su persona.

La banda supo manejar el timing de manera perfecta, los niveles de tensión y distención. Además, la calidad del sonido y la producción escenográfica fueron impecables.


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Sin mucho amagar irse pero con ovación permanente, el Cuarteto desapareció de escena con tenor de “final” una sola vez, y volvió para romper el escenario con tres de sus indiscutibles mejores temas, empezando por “Me amo”, hittazo que alimento nuestros egos desde la mayor modestia.

Corría “Verano del 92” y la felicidad llegó a su punto máximo, junto con “Buen día Benito”. Felicidad, en el sentido más puro de la palabra es lo se vivió anoche en la Sala del Sol.
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