El sciolismo pide cancha

Política
Gustavo Marangoni
Gustavo Marangoni
Gustavo Marangoni, el presidente del Banco Provincia y un aliado de Daniel Scioi desde hace casi 20 años habló con la prensa y fue duro con relación a la inflación y al  "progresismo". ¿Qué dijo?

Sciolista. Para este empresario porteño, el progresismo en Argentina es berreta.

 

-Además de presidente del Banco Provincia, usted está junto a Scioli hace 17 años. Se dice que es uno de sus "cerebros". ¿Comparte esa descripción?

-[Se ríe] No, él tiene un cerebro muy potente. Quizás yo aporto en el tema de ciertas conceptualizaciones, me gusta buscar los fundamentos. Por ejemplo, yo redacté la respuesta: "Carta abierta a Carta Abierta".

-Fue cuando Forster oficializó que no se sienten representados por Scioli.

-Justo ese párrafo no fue el que más motivó la respuesta. En el combo de esa declaración, hablaban de la "peligrosidad" de que Scioli ganara. En un colectivo político que se supone que es compartido, hay matices, ¡pero hablar de peligro es un concepto demasiado fuerte, casi escapa de los márgenes de la democracia!

-¿Qué ven Carta Abierta y el núcleo duro kirchnerista en Scioli para considerarlo "peligroso"?

-[Piensa] Hay gente, o sujetos, que quizá por debilidad no tiene la posibilidad de abrirse a escuchar a otros. Quizá por temor a que otros lo persuadan o lo convenzan. Los peronistas tenemos un déficit con la democracia. Sobre todo con la interna.

-¿Cómo es eso?

-Somos un movimiento democrático en cuanto a la ampliación de derechos populares, pero todavía tenemos asignaturas pendientes en los mecanismos internos de participación y de selección. Y deberíamos terminar de asumir plenamente los valores de la República.

-¿Qué valores no están asumidos en el peronismo?

-Yo creo que la mixtura correcta es la síntesis entre Alberdi y Perón.

-¿Qué le aportaría una dosis de Alberdi al peronismo?

-El aprecio por el equilibrio de poderes, una visión del rol de la Argentina en el mundo. Y la reafirmación de que políticamente no tenemos que tener ningún empacho en definirnos como liberales. Políticamente, creo que la democracia es un formato liberal. Por liberal no estoy hablando en términos económicos, sino en términos políticos.

-Usted habla de falta de democracia interna del peronismo. ¿Y las PASO?

-Me parecen extraordinarias. Pero no debería ser sólo para la fórmula presidencial. Para todos los niveles de gobierno, para todas las listas de diputados, de senadores...

-Creo que entendí: "democratizar" sería impedir que les metan a dedo gente en las listas.

-Exacto. Daniel ingresó en la vida política compitiendo en una interna con Toma. Yo creo en el valor de la competencia.

-Hugo Yasky dijo la semana pasada en esta misma sección que su CTA "probablemente sería opositora" a Scioli. Él, como tantos otros alineados con el Gobierno, a Daniel no le confía.

-La primera parte de la "Carta abierta a Carta Abierta" decía la palabra "prejuicio". Vos fijate que alguien que dice: "Yo voy a estar en contra" está hablando de una situación hipotética. Eso supone cierto carácter de adivinación. No siento que tenga que rendir examen frente a los que se autodenominan progresistas.

-¿Usted siente que hay una suerte de examen de moda que mide el progresismo en sangre?

-El progresismo en la Argentina es muy berreta. En términos generales, por supuesto.

-¿Por qué es berreta?

-Porque me parece que tiene poco sustento conceptual e intelectual. Me parece que es muy consignista sobre la base de clichés y, básicamente, está empapado de un populismo de baja calidad.

-Me imagino a Zannini leyendo y codeando a Cristina: "Presidenta, mire lo que dice Marangoni, «populismo de baja calidad»...".

-Al que le quepa el sayo que se lo ponga. Estoy hablando del progresismo desde mi identidad justicialista.

-¿En cuánto estima la inflación?

-Es muy alta. Yo no quiero fijar un número. Pero una inflación de dos dígitos en el contexto actual del mundo es alta. Y una inflación alta no es conveniente, no sirve.

-Marque verdadero o falso: "La emisión genera inflación".

-Es verdadero, pero depende del contexto de la emisión. Por ejemplo, en 2004, 2005, 2006, vos tenías un alto nivel de emisión, pero había una fuerte necesidad del público de pesos, y los absorbían. Entonces, no tenía un impacto inflacionario. Hoy es diferente. Si vos querés financiar el gasto exclusivamente con emisión, vas a tener un impacto inflacionario.

-¿Qué le parecen las medidas del Gobierno contra la inflación?

-Me parece que hay que terminar el puente. Tres cuartos no sirven. El cuarto final es salvar esta situación con los holdouts. Habiendo un fallo, lo que hay que ver es cómo cumplirlo sin comprometer el resto.

-Si propone negociar con los buitres, algunos le van a decir buitre a usted...

-Siempre habrá gente que busque simplificar la complejidad de las cosas. Hay que buscarle la vuelta y negociar.

-Si Scioli fuera gobierno, ¿mantendría la ley de abastecimiento que están por sancionar?

-Yo soy de la idea de que conviene avanzar un poco más despacio, con mayores niveles de consenso. La Argentina necesita del compromiso de sus emprendedores.

-Si fueran gobierno, ¿cómo harían con la inflación?

-La inflación baja con inversión. Daniel tiene muy claro cómo generar un ámbito para que haya inversiones. Para eso tenés que poner reglas de juego claras.

-¿En qué se diferenciaría un gobierno suyo de uno de Pro?

-El tema fiscal. La gente de Pro tiene una suerte de doble estándar. En la ciudad, aumentaron los impuestos, la deuda y tienen déficit. Sin embargo, proponen que si fueran gobierno harían todo lo contrario.

-¿Cuál es la razón por la que está en política hace tanto y se lo conoce relativamente poco?

-Debe de haber una confabulación de los medios [risas]. No, a lo mejor, durante muchos años, estuve más de apoyo desde atrás. Ahora tengo este desafío.

 

Fuente: La Nación
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