Los nuevos intendentes temen por las herencias municipales

Política
En siete Municipios se perfila complicada la transición de mandato el próximo 10 de diciembre. Tras las derrotas electorales de los actuales Jefes Comunales, hay incorporación de personal y deudas que heredarían las nuevas gestiones. Una lamentable modalidad de actuar que se repite cada elección.






Municipalidad de Rivadavia.

Las elecciones siempre dejan vencedores y vencidos, dicho esto en términos de cantidad de votos. Así es la democracia. Sin embargo, también deja resentidos que pese a que se llenan la boca resaltando la importancia de la voluntad popular en las urnas, al final no aceptan los resultados con la altura que merece el caso.

Para entender en profundidad hay que analizar lo que sucederá en siete Municipalidades sanjuaninas en las que se prevé habrá una complicada transición de mando entre los actuales Intendentes y los electos funcionarios el pasado 25 de octubre.

En cinco de ellos la oposición en la figura del Frente Compromiso con San Juan logró quedarse con la victoria y ocupará el principal cargo departamental. Es el caso de Rivadavia, 9 de Julio, Ullum, Zonda y Caucete.

En Rivadavia, Fabián Martín le ganó cómodamente a la actual intendenta Ana María López y los problemas no tardaron en llegar. Pocos días después de la elección, la Municipalidad habría empezado a cortar servicios por la falta de fondos para pagar. El propio intendente electo expresó su preocupación por la falta de recolección de residuos y por una protesta de camioneros contratados que se generó la semana pasada en cercanías al palacio municipal. Además, Martín manifestó que después de la elección hubo un acrecentamiento de la planta permanente en el Municipio.

El caso de 9 de Julio rompió los pronósticos de los maltrechos encuestadores que aseguraban una victoria cómoda del candidato oficialista, Oscar Matamora. No obstante, Gustavo Núñez se quedó con el triunfo y el derecho a gobernar los próximos cuatro años. Allí ocurre también una situación complicada ante la contratación de personal en planta permanente que sería una pesada carga para la nueva gestión en un Municipio pequeño y con recursos más que ajustados.

El escrutinio definitivo le otorgó al actual diputado Leopoldo Soler la Intendencia de Ullum, frente a las intenciones reelectoralistas de Daniel Albarracín. Ambos llegaron a sus cargos de la mano del basualdismo, pero al poco tiempo el Intendente se pasó de bando al giojismo y la disputa separó a los dirigentes. Del mismo modo, en aquel departamento sobrevuela el monstruo de los contratos. Es que según Soler, la Municipalidad habría incorporado a 450 personas antes de las elecciones en un intento de Albarracín por ganar voluntades en las urnas a fuerza de esta maniobra. Además, después de las elecciones se resintió la prestación de servicios.    

En Zonda ocurre exactamente lo mismo. Intendente y Diputado llegaron juntos a sus cargos y luego se separaron tras la partida del primero al resguardo giojista. Pero las urnas le hicieron pagar caro esta decisión a César Monla y a partir de diciembre el intendente será Miguel Atámpiz. El electo intendente afirmó que no tiene ningún diálogo con su antecesor y expresó su temor por la incorporación de personal que haga dificultoso el manejo de las finanzas. Asimismo, denunció que en el departamento hay muchas cosas por hacer como la recuperación de plazas, trabajo en turismo y en servicios indispensables para la comunidad.

Julián Gil venció en Caucete a la oficialista Mariela Ginestar. Ni bien pasada la elección, el próximo intendente caucetero indicó que la transición será difícil porque la gestión actual de Juan Elizondo no le mostrará las cuentas antes del 10 de diciembre. Hay mucho malestar entre las filas del nuevo Jefe Comunal porque desde el Municipio aprovecharon este tiempo para hacer contrataciones, incluso para la Fiesta de la Uva y el Vino que se realizará el febrero del próximo año.

Pero hay dos casos en los que el traspaso se hará entre dirigentes del Frente para la Victoria y no por ello pintan menos complicados. Son los departamentos Calingasta y San Martín.

En Calingasta el exfuncionario de la Municipalidad, Jorge Castañeda venció al actual diputado departamental Mario Romero, que era acompañado en la fórmula por el actual intendente Robert Garcés. Es sabido que Garcés y Castañeda tuvieron una disputa que terminó con el despido del ahora intendente electo. Así que el traspaso de mando no se hará para nada en un clima de calma, más bien lo contrario. Las cuentas del Municipio son un misterio para el Intendente que llegará en un mes.

A la Municipalidad de San Martín llegará después de cuatro años Cristian Andino, período en el que gobernó Pablo Santibáñez. Durante los ocho años de gestión de Andino en el Municipio, Santibáñez fue funcionario suyo, pero una pelea los separó políticamente. El intendente electo apunta su principal preocupación a las deudas que recibirá por parte de la actual gestión que podrían poner en jaque su plan de gobierno.
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