Los Puccio: la película y la serie, en un mano a mano

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A casi un mes del estreno del film El Clan, dirigido por Pablo Trappero se estrenó por Telefé la miniserie Historia de un Clan,bajo la dirección de Luis Ortega: ¿Cuáles son las diferencias sustanciales? ¿Cómo interpretó a cada personaje los diversos actores, qué toque característico personal le puso cada uno? ¿Cuáles son las dos perspectivas de narrar una misma historia?




 

El Clan vs Historia de un Clan.

Más producto del azar que de las intenciones, dos producciones sobre el mismo tema se cruzan en simultáneo: la macabra historia de la familia Puccio que realizaba secuestros entre 1982 y 1985 para luego cobrar millonarios rescates. A casi un mes del debut de El Clan, el film de Pablo Trapero, este miércoles se estrenó el primer capítulo de Historia de un Clan, con la dirección de Luis Ortega. Veamos a continuación diferencias y concomitancias entre una y otra.

Arquímedes Puccio: Francella vs Awada


puccio francella


El patriarca de la mafia que secuestraba chicos ricos adquiere una suerte de personificación del mal. No caben dudas que ambas actuaciones fueron positivamente sorpresivas pero las diferencias son claras. La interpretación de Guillermo Francella en la película se caracterizó por su inmutabilidad. Con la frente siempre en alto y pocas palabras en su boca, el actor mantuvo un perfil de poca gestualidad y oratoria apelando a la expresividad de la mirada y de los silencios. La postura del estratega frío y calculador donde nada se le escapa.


puccio awada


En cambio, la forma en que Alejandro Awada interpretó a Puccio en el primer capítulo de la serie tuvo muchas más líneas y diálogos, lo que permitió desarrollar una personalidad activa y avasallante. "La mejor arma es una mirada intimidatoria. Me los fumo abajo del agua. Me los cojo de parado", comienza diciendo Awada y de esa forma -y durante todo el capítulo, con lenguaje vulgar, puteadas y humor negro- va construyendo un sujeto muy despreciable aunque esa forma de ser, en el trato con los demás personajes, lo humaniza más. Y por ende lo vuelve más real.
Alejandro Puccio: Lanzani vs Darín

Se podría decir que fue unánime la sorpresa que se llevaron los espectadores que vieron la interpretación de Peter Lanzani. Debutando en el cine con un papel tan jugado, el ex Teen Angels no defraudó. Con una actuación calculada milimétricamente (la expresión de bronca en los ojos llorosos, la mandíbula apretada, la respiración intensa) no dejó dudas de que su carrera actoral pide seriedad. Lo que se puede destacar es el cambio en la psicología del personaje donde, a medida que la película avanza, la angustia y la ira van potenciándose.


lanzani

Quitando la histeria que se cobró en las redes sociales el desnudo del Chino Darín, su Alejandro Puccio estuvo atravesado por un rol más adolescente. Y digo adolescente en el sentido festivo del término, ya que se lo ve en varias escenas disfrutando del sexo y las amistades con la expresividad de alegría. Salvo al principio, donde aparece en la cárcel luego de ser capturado, Darín es un Puccio que sonríe y juega con sus compañeros, que está esperando que su vida cambie. Porque todavía, en el primer capítulo, es un chico bien que recién está aprendiendo a moverse fuera de la ley.


darin

Los motivos del secuestro

Si hay algo que se oculta en El Clan son las razones que llevan a Arquímedes Puccio a emprender su turbia y mafiosa vida. La historia comienza con el primer secuestro, el caso de Ricardo Manoukian que luego es asesinado. En la personalidad calma y esquemática construida por Francella nada puede apreciarse del motivo, quizás apenas unos detalles sobre la situación económica de la familia que se iba desmejorando, pero no mucho más que eso. La motivación parece ser un afán ambicioso de dinero –aunque podría rebatirse con la cantidad que la da a su hijo por ayudarlo- o, a lo sumo, una perversión de poder. La apuesta de Trapero pasa por crear un clima de época turbio, sin explicar dar demasiadas explicaciones más que un par de placas con los años en que transcurre la historia. La imagen de una democracia débil y sombría es el mecanismo utilizado para argumentar la existencia de un clan secuestrador.
En el primer capítulo de la serie de Ortega, los motivos se vuelven más evidentes. Por un lado, Arquímedes le dice a su hijo -el nombre muta de Alejandro a Alex- que están amenazándolo porque debe plata. Esa instancia de deuda es la que desemboca en convencerlo utilizando argumentos contundentes: "Cuando yo militaba en el Frente de Liberación secuestrábamos personas para que ingrese dinero", le dice y realiza una explicación clasista bastante convincente poniendo a los secuestrados como hijos de ricos que se enriquecieron durante la dictadura a costa de los trabajadores. Otro detalle aparece cuando Epifanía –en la piel de Cecilia Roth- expone sus ganas de pertenecer a un estrato social más alto "como sea".

La narración

Está de más aclarar que ambas narraciones se dan en soportes diferentes y ese detalle las vuelve distintas. Pero llama la atención la forma cinematográfica que tiene Historia de un Clan para contar la historia. Tres ejemplos: El plano inicial, largo en duración, de Alex tras las rejas mientras su abogado le habla; Arquímedes en tono rojo sangre –un cliché del asesino- mientras la cámara se acerca lentamente; el personaje del Chino Darín dándole sexo oral a su pareja en una lancha mientras el plano se aleja en cenital exageradamente.

Por su parte, la película de Trapero tiene más que ver con la estructura de una novela. No sólo porque el principio (con el clip donde aparece Alfonsín y se especifica la fecha) y el final (con el desenlace arrebatado de Alejandro Puccio) calan hondo, sino también por el énfasis en crear una atmósfera tensa. No hace falta que ningún personaje lo diga ni que aparezcan zócalos aclaratorios: el ambiente pesado por donde se mueven los protagonistas, más allá de las acciones que realizan, es muy denso, dejando en claro el clima de época en el miedo y la incertidumbre generalizados.

Expectativas

¿Qué hubiese pasado si Historia de un Clan debutara en la televisión sin que haya salido previamente la película? ¿Cómo sería su estreno en Telefe si El Clan no hubiese cosechado cifras récords de espectadores y los comentarios entre la audiencia hayan sido tan dispares? ¿Siembra ganas de ir corriendo al cine para conocer el film de Trapero después de ver el primer capítulo de la serie televisiva? Ambas producciones se retroalimentaron mutuamente para potenciar las expectativas de los espectadores. Al cierre de esta nota, la película fue vista por 2.171.304 espectadores, según estadísticas de Ultracine; mientras que el episodio inaugural de la serie alcanzó picos de 17 puntos de rating superando a su competidor directo, Signos.

Fuente: Infoshow
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