La campaña electoral llegó hasta los contratados

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El Gobernador anunció el pase a planta permanente de 2.311 contratados del Estado. A pocos días de las elecciones y finalizando el tercer período consecutivo de Gioja, ¿con qué necesidad?








La próxima semana, el Ejecutivo provincial enviará a la Legislatura el proyecto de ley para el pase de 2.311 contratados a planta permanente. Son agentes del Estado que cumplen el requisito de estar bajo esa condición desde diciembre de 2010 a diciembre de 2014.

A 10 días de las elecciones generales por intermedio de las cuales los sanjuaninos elegirán a un gobernador diferente de José Luis Gioja después de 12 años, el Primer Mandatario hizo el anuncio que en esta época parece tener un sentido más electoral que cualquier otro que quiera buscarse.

Es más, el Gobernador en rueda de prensa confirmó la información que estaba circulando desde hacía semanas y lo hizo durante la incorporación de 250 empleados a la planta permanente de la empresa estatal Obras Sanitarias.

Sólo restan dos meses para que Gioja deje el máximo sillón provincial y como última medida de envergadura le dejará al próximo gobierno la necesidad de hacer un gasto mayor aumentando la planta estatal. Una resolución que no tiene sentido alguno más que el meramente populista.

Mientras el trabajo privado sigue resintiéndose en la provincia y el Gobierno no demuestra por omisión o no encuentra por inacción alguna solución para a la caída de la inversión en San Juan, sale con un salvataje oportunista que pone en riesgo los dineros de todos los sanjuaninos y por ende el futuro de la provincia.

Y no sólo esta polémica medida le atañe al Ejecutivo de la Provincia. También algunos Municipios han hecho lo mismo, como el mes pasado Rawson, Chimbas que incorporó en los últimos días a 88 empleados y Rivadavia a 55 personas.

San Juan históricamente fue una provincia en la que se vivía del Estado. Con la llegada de la minería se pensó que la inversión privada empezaba a ser la salida laboral para muchos profesionales y trabajadores, sin embargo la falta de diversificación de la economía durante los 12 años de Gioja y la caída de la industria minera acabaron con ese anhelo.

Visto está que la mayoría de los sanjuaninos únicamente aspira a ser empleado público, aún teniendo un título universitario y pudiendo trabajar en la parte privada. Para ejemplo basta con repasar los miles de inscriptos que hubo para el ingreso al Poder Judicial.

Como reflexión final, queda decir que una provincia que aspira a tener más empleados públicos que privados, está condenada al fracaso económico y social. Hasta que no se entienda, habrá pocos años de vacas gordas en San Juan y muchos, muchísimos de vacas flacas.
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