
Tras la muerte de Emir Barboza, el niño de ocho años que fue alcanzado por una bala en medio de una balacera, el barrio de Rawson vive entre el dolor, la desconfianza y la espera de respuestas judiciales. La familia exige justicia.
El impacto se distribuyó entre localidades de varias provincias y refleja los movimientos de una de las empresas líderes del mercado en un escenario de baja en las ventas.
El sector supermercadista argentino afronta una nueva ola de cierres. Una de las cadenas de supermercados más importantes cerró al menos cuatro sucursales en diversos puntos del país y dejó a más de cien empleados sin tareas. El impacto se distribuyó entre localidades de varias provincias y refleja los movimientos de una de las empresas líderes del mercado en un escenario de baja en las ventas y cambios profundos en los hábitos de compra.
Las sucursales afectadas pertenecen a Vea, una de las principales marcas bajo el control de Cencosud, conglomerado que también opera otros formatos como Jumbo, Easy y Disco. De acuerdo con información de fuentes del sector y consultas a medios locales, las bajas ocurrieron en San Martín (Catamarca), Moreno y Castelar (ambas en la provincia de Buenos Aires) y Villa Krause (San Juan). En total, la decisión dejó a más de 100 empleados sin tareas regulares, aunque en algunos casos la empresa propuso reubicaciones o indemnizaciones.
El cierre de la sucursal de Castelar, en el oeste del Gran Buenos Aires, generó particular preocupación entre los trabajadores y la comunidad local, según informó el portal local Primer Plano Online. El mismo medio consignó que la sucursal de Castelar tenía 80 empleados, cifra que contribuye de manera significativa al total de afectados.
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En lo referente a la provincia de Catamarca, fuentes del sector indicaron a este medio que el cierre de la sucursal ubicada sobre la avenida San Martín implicó la salida de todo el personal, aunque no trascendió la cifra oficial de empleados involucrados. La decisión sorprendió a los trabajadores y generó consultas desde los sindicatos, atentos a otros movimientos similares en el sector minorista.
Tras la muerte de Emir Barboza, el niño de ocho años que fue alcanzado por una bala en medio de una balacera, el barrio de Rawson vive entre el dolor, la desconfianza y la espera de respuestas judiciales. La familia exige justicia.
La joven relató que el cantante estaba "muy violento" y "destrozando todo". El músico permanece detenido.
La funcionaria remarcó que, al tratarse de una donación, “la responsabilidad es de los padres y docentes que la recibieron”.
Rosa, la mamá del niño de siete años asesinado en el barrio Valle Grande, habló en exclusiva con Diario Móvil. Conmovida, pidió que los responsables “se hagan cargo” y que su hijo “pueda descansar en paz”.
El último sospechoso del caso Barboza se entregó junto a su abogada, quien afirmó que su cliente fue testigo del tiroteo y no participó del crimen. La Justicia realizará pericias para determinar responsabilidades.