Crece la polémica por el decreto de Macri que designa dos Jueces en la Corte
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Rosatti y Rosenkrantz ocuparán las vacantes de Zaffaroni y Fayt. Las designaciones serán por decreto hasta que el Senado los apruebe. Sin ese acuerdo sólo pueden permanecer en el Tribunal por un año.
El presidente Mauricio Macri eligió, en comisión, es decir, temporariamente sin acuerdo del Senado, a dos jueces para la Corte Suprema: Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz. La decisión está tomada y, dicen en Gobierno, sólo falta que se publiquen esos decretos en el Boletín Oficial. Durante el fin de semana, Macri le había anticipado al presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti, los nombres de los dos juristas y la elección, lo que tuvo buena acogida en el máximo tribunal.
Rosenkrantz y Rosatti son dos constitucionalistas de larga trayectoria que, ahora, podrán permanecer en el máximo tribunal durante un año, hasta el 30 de noviembre próximo, a la espera de que el Senado les preste acuerdo. El Presidente, evidentemente, quiso dar un golpe de efecto y aprovechar su respaldo en el inicio de la gestión.
Ahora, además, tendrá todo ese año para negociar la aprobación de esos pliegos con el Senado, para los que requerirá siempre de dos tercios de los miembros de la Cámara alta. La idea de introducir a Rosatti, un reconocido jurista peronista, apunta a facilitar ese objetivo.
La atribución de nombrar jueces en comisión está prevista en el Artículo 99 inciso 19 de la Constitución Nacional y le permite al Presidente cubrir las vacantes en forma provisional, cuando está en receso el Congreso nacional. El ministro de Justicia, Germán Garavano, justificó la decisión y aclaró que Macri quiso "avanzar rápidamente" en el tema. "Podrá causar sorpresa el método, pero ambos representan miradas pluralistas", agregó.
Tras la renuncia del ministro Carlos Fayt, que se hizo efectiva el viernes último, el alto tribunal había quedado integrado por sólo tres jueces, de los cinco que debería tener.
Ahora, entre sus primeras medidas y el mismo día en que anunció la baja de retenciones para el agro, Macri se propuso marcar la cancha con una fuerte ofensiva: completar el cuerpo que preside Ricardo Lorenzetti, quien también le pedía que la Corte fuera integrada.
En el camino quedaron otros nombres muy valiosos -en su momento se mencionó a María Angélica Gelli y Alberto Dalla Vía-, pero los nombres de Rosenkrantz y de Rosatti son incuestionables.
Rosenkrantz, discípulo del fallecido iusfilósofo Carlos Nino, es abogado (UBA), doctor en Derecho (Escuela de Leyes de Yale), ex asesor del otrora presidente Raúl Alfonsín, actualmente dicta Teoría del Derecho (UBA) y es rector de la Universidad de San Andrés. En tanto, Rosatti, también santafecino como Lorenzetti, es un jurista peronista que es doctor en Derecho, fue miembro de la Convención reformadora de 1994, fue ministro de Justicia durante la gestión del ex presidente Néstor Kirchner y presidió la Asociación Argentina de Derecho Constitucional.
Durante la tarde, luego de reunirse con el ministro de Justicia, Germán Garavano, y con otros asesores, Macri tomó la decisión de pedirle al Senado que le devuelva los pliegos que había enviado la ex presidenta Cristina Kirchner: los de Eugenio Sarrabayrouse, un kirchnerista, y de Domingo Sesín, presidente de la Corte de Córdoba.
El apuro de Macri por cubrir las vacantes en la Corte tiene muchas explicaciones, aunque la atribución de nombrar jueces en comisión tiene pocos precedentes. El caso más notorio fue cuando, en 1862, Bartolomé Mitre nombró a los primeros cinco ministros y, luego, en forma sucesiva, el Senado les fue dando acuerdo.
Macri tiene con la Corte actual una buena relación. Luego de la sorpresa que le generó la Corte, hace quince días, cuando dictó un fallo que reconoció al Estado nacional una multimillonaria deuda con tres provincias, quedó en claro que el daño a las arcas fiscales no lo producía esa sentencia sino el decreto de necesidad y urgencia que inmediatamente después dictó Cristina Kirchner para mutliplicarle a Macri esa deuda.
Sobre Macri pesaron, en cambio, otras razones: el Presidente estrena el Gobierno y su poder todavía está intacto. Además, necesita que el tribunal esté completo ante la inminencia del impacto que generarán muchas de sus próximas medidas. Por eso, ante esa premura, durante los últimos días Macri vino evaluando distintos escenarios.
Uno era el de llegar rápidamente a una negociación con el peronismo, para obtener el respaldo de dos tercios de los senadores, entre ellos, el apoyo de buena parte del bloque del justicialismo (que tiene la mayoría absoluta en la Cámara alta).
La otra alternativa era nombrar a los dos jueces en comisión, ejerciendo una atribución que le confiere la Constitución. Tomó la segunda.
Horacio Rosatti: peronista y ex ministro de Justicia de Néstor Kirchner
De 59 años, Horacio Rosatti fue el segundo ministro de Justicia de Néstor Kirchner. Asumió el 26 de julio de 2004, en reemplazo de Gustavo Beliz, y renunció cuando estaba apunto de cumplir un año al frente del ministerio. Se fue peleado con el entonces presidente porque no aceptó ser candidato a diputado por Santa Fe. Dirigente del peronismo de Santa Fe, antes había sido procurador del Tesoro, convencional constituyente e intendente de la capital de su provincia. En los últimos años se diferenció del kirchnerismo. Fue conjuez de la Corte Suprema.
Carlos Rosenkrantz: constitucionalista y ex asesor de Raúl Alfonsín
Discípulo del fallecido filósofo Carlos Nino, Carlos Fernando Rosenkrantz es abogado recibido con medalla de oro (UBA), doctor en Derecho (Escuela de Leyes de Yale) y ex asesor de Raúl Alfonsín. Actualmente dicta Teoría del Derecho (UBA) y es rector de la Universidad de San Andrés, donde empezó a dictar clases en 1984. La asesoría a Alfonsín fue su única intervención en la actividad política. "El derecho de propiedad en el nuevo Código Civil y Comercial: viejos problemas sin nuevas soluciones", fue el último de los numerosos artículos que publicó en revistas especializadas.
Fuente: La Nación.-
El presidente Mauricio Macri eligió, en comisión, es decir, temporariamente sin acuerdo del Senado, a dos jueces para la Corte Suprema: Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz. La decisión está tomada y, dicen en Gobierno, sólo falta que se publiquen esos decretos en el Boletín Oficial. Durante el fin de semana, Macri le había anticipado al presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti, los nombres de los dos juristas y la elección, lo que tuvo buena acogida en el máximo tribunal.
Rosenkrantz y Rosatti son dos constitucionalistas de larga trayectoria que, ahora, podrán permanecer en el máximo tribunal durante un año, hasta el 30 de noviembre próximo, a la espera de que el Senado les preste acuerdo. El Presidente, evidentemente, quiso dar un golpe de efecto y aprovechar su respaldo en el inicio de la gestión.
Ahora, además, tendrá todo ese año para negociar la aprobación de esos pliegos con el Senado, para los que requerirá siempre de dos tercios de los miembros de la Cámara alta. La idea de introducir a Rosatti, un reconocido jurista peronista, apunta a facilitar ese objetivo.
La atribución de nombrar jueces en comisión está prevista en el Artículo 99 inciso 19 de la Constitución Nacional y le permite al Presidente cubrir las vacantes en forma provisional, cuando está en receso el Congreso nacional. El ministro de Justicia, Germán Garavano, justificó la decisión y aclaró que Macri quiso "avanzar rápidamente" en el tema. "Podrá causar sorpresa el método, pero ambos representan miradas pluralistas", agregó.
Tras la renuncia del ministro Carlos Fayt, que se hizo efectiva el viernes último, el alto tribunal había quedado integrado por sólo tres jueces, de los cinco que debería tener.
Ahora, entre sus primeras medidas y el mismo día en que anunció la baja de retenciones para el agro, Macri se propuso marcar la cancha con una fuerte ofensiva: completar el cuerpo que preside Ricardo Lorenzetti, quien también le pedía que la Corte fuera integrada.
La elección que hizo Macri recayó en dos personas de trayectoria indiscutible.
En el camino quedaron otros nombres muy valiosos -en su momento se mencionó a María Angélica Gelli y Alberto Dalla Vía-, pero los nombres de Rosenkrantz y de Rosatti son incuestionables.
Rosenkrantz, discípulo del fallecido iusfilósofo Carlos Nino, es abogado (UBA), doctor en Derecho (Escuela de Leyes de Yale), ex asesor del otrora presidente Raúl Alfonsín, actualmente dicta Teoría del Derecho (UBA) y es rector de la Universidad de San Andrés. En tanto, Rosatti, también santafecino como Lorenzetti, es un jurista peronista que es doctor en Derecho, fue miembro de la Convención reformadora de 1994, fue ministro de Justicia durante la gestión del ex presidente Néstor Kirchner y presidió la Asociación Argentina de Derecho Constitucional.
Durante la tarde, luego de reunirse con el ministro de Justicia, Germán Garavano, y con otros asesores, Macri tomó la decisión de pedirle al Senado que le devuelva los pliegos que había enviado la ex presidenta Cristina Kirchner: los de Eugenio Sarrabayrouse, un kirchnerista, y de Domingo Sesín, presidente de la Corte de Córdoba.
El apuro de Macri por cubrir las vacantes en la Corte tiene muchas explicaciones, aunque la atribución de nombrar jueces en comisión tiene pocos precedentes. El caso más notorio fue cuando, en 1862, Bartolomé Mitre nombró a los primeros cinco ministros y, luego, en forma sucesiva, el Senado les fue dando acuerdo.
Macri tiene con la Corte actual una buena relación. Luego de la sorpresa que le generó la Corte, hace quince días, cuando dictó un fallo que reconoció al Estado nacional una multimillonaria deuda con tres provincias, quedó en claro que el daño a las arcas fiscales no lo producía esa sentencia sino el decreto de necesidad y urgencia que inmediatamente después dictó Cristina Kirchner para mutliplicarle a Macri esa deuda.
Sobre Macri pesaron, en cambio, otras razones: el Presidente estrena el Gobierno y su poder todavía está intacto. Además, necesita que el tribunal esté completo ante la inminencia del impacto que generarán muchas de sus próximas medidas. Por eso, ante esa premura, durante los últimos días Macri vino evaluando distintos escenarios.
Uno era el de llegar rápidamente a una negociación con el peronismo, para obtener el respaldo de dos tercios de los senadores, entre ellos, el apoyo de buena parte del bloque del justicialismo (que tiene la mayoría absoluta en la Cámara alta).
La otra alternativa era nombrar a los dos jueces en comisión, ejerciendo una atribución que le confiere la Constitución. Tomó la segunda.
Horacio Rosatti: peronista y ex ministro de Justicia de Néstor Kirchner
De 59 años, Horacio Rosatti fue el segundo ministro de Justicia de Néstor Kirchner. Asumió el 26 de julio de 2004, en reemplazo de Gustavo Beliz, y renunció cuando estaba apunto de cumplir un año al frente del ministerio. Se fue peleado con el entonces presidente porque no aceptó ser candidato a diputado por Santa Fe. Dirigente del peronismo de Santa Fe, antes había sido procurador del Tesoro, convencional constituyente e intendente de la capital de su provincia. En los últimos años se diferenció del kirchnerismo. Fue conjuez de la Corte Suprema.
Carlos Rosenkrantz: constitucionalista y ex asesor de Raúl Alfonsín
Discípulo del fallecido filósofo Carlos Nino, Carlos Fernando Rosenkrantz es abogado recibido con medalla de oro (UBA), doctor en Derecho (Escuela de Leyes de Yale) y ex asesor de Raúl Alfonsín. Actualmente dicta Teoría del Derecho (UBA) y es rector de la Universidad de San Andrés, donde empezó a dictar clases en 1984. La asesoría a Alfonsín fue su única intervención en la actividad política. "El derecho de propiedad en el nuevo Código Civil y Comercial: viejos problemas sin nuevas soluciones", fue el último de los numerosos artículos que publicó en revistas especializadas.
Fuente: La Nación.-
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