Yendo del Penal al living ¿Por qué Graffigna sí?

Finalmente, luego de la apelación de la defensa ante la Cámara Penal, la Sala Segunda notificó a las partes y aprobó la prisión domiciliaria para Graffigna, por su estado de salud. Eduardo Mallea, Fiscal de la causa, analiza la presentación de un recurso de Casación ante la Corte de Justicia para revocar el fallo, dado que en simples términos, ¿por qué a Graffigna sí, y a otros no, si no hay motivos que pesen?

Y así volvió Graffigna a la comodidad de su hogar. Mientras tanto, en el Penal muchos presos empiezan a reclamar el mismo derecho.

 

La intención prioritaria para el Fiscal, es “tratar de tener un criterio único en situaciones similares que diariamente se repiten en planteos que yo estoy evacuando”. En sí, su argumento tiene demasiada lógica.

De esta manera, Mallea aseguró que “nos fueron cambiando la bocha”. “Primero dijeron que Graffigna cumpliera la prisión en la Brigada Sur, se insistió mucho en ese pedido porque brindaba toda la contención y asistencia. El problema se originó en el servicio penitenciario. Todos sufren en encierro, todos y cada uno de los internos y sus familias, no solo él. Padecen el efecto del encierro del progenitor o sostenedor de la familia”, explicó, y agregó que en el dictamen él demostró claramente que las posibilidades de asistencia médica en caso de emergencia estaban sobradas en el Servicio Penitenciario, inclusive más que en la Brigada Sur y en su propia casa.

La ambulancia, según el Fiscal, pudo trasladar a Graffigna ante su episodio cardiaco en el Penal, de forma rápida y eficaz.

“El doctor podía mantener la salud en sus aspectos crónicos graves, con la sola ingesta de los medicamentos, lo dicen los profesionales que lo atienden. Desde el punto de vista psicológico los problemas del doctor, arrancaron de antigua data, antes de estar encerrado el doctor ya sufría esos síntomas o patologías”, argumentó Mallea.

Entonces, ¿Qué criterio aplica la Sala Segunda para conceder este derecho a Graffigna?

Según indicó el Fiscal de la causa, ellos invocan que denegar esto “no solo iría en desmedro del encausado, sino también que trasciende a los hijos menores al ser re victimizados”. O sea, situación que todo familiar de un preso podría pasar, ¿no? El propio Mallea lo afirmó: “Es una situación repetitiva en la mayoría de los casos de los internos el papel de Chimbas, donde las necesidades económicas son de muchísima mayor envergadura”.

En este sentido, el informe psicológico habría lanzado que “la familia no estaba bien”. ¿Cabe la posibilidad de que la familia de cualquier preso del Penal, esté bien? No tiene sentido.

“Conforme a la ley tenemos 10 días hábiles para interponer la casación. Lleva su tiempo en la corte la casación. No conozco el criterio en otros casos, de otras salas. Yo hablo por mi actuación en casos similares en que la posición de este fiscal de cámara, y no lo digo con un grado de soberbia o auto elogio, ha sido coherente siempre. En el mismo sentido con Graffigna. Con todo el respeto que me merece la causa, fue una petición más que me debía ajustar al criterio que vengo sustentando”, concluyó Mallea.