La ex vicepresidenta se descargó en las redes tras la media sanción a la Ley Bases.
El PRO quiere imponer a Olivares en Pocito
Política
Ganó notoriedad pública por un hecho trágico, y parece que eso le seduce al partido de Macri, quien le ofreció al padre de María Cristina Olivares, asesinada de más 100 puñaladas, ser su candidato a Intendente de Pocito.
Federico Olivares, padre de María Cristina, junto al diputado nacional por el PRO, Eduardo Cáceres.
El caso Olivares repercutió en la opinión pública de manera particular. Y sus implicancias aún hoy siguen dando que hablar. Federico Olivares no fue el primer ciudadano que ganó espacio en la prensa por reclamar más seguridad, ya sea en la provincia o el país, tras perder un hijo en un caso violento (recordemos el caso Blumberg). Y ambos casos tuvieron un fin similar: fueron seducidos por la política.
Tal vez la falta de instalación pública de los propios militantes lleva a los partidos políticos a buscar ciudadanos ajenos a la práctica pero que ya son conocidos por la opinión pública y que cuentan con cierto respaldo en función de algún tópico (generalmente inseguridad) con el que ganan mayores adhesiones.
Sabido es también que al PRO le cuesta realizar un armado en todos los departamentos de la provincia, necesario para ir solos a las PASO de agosto. Entonces, la sumatoria se vuelve sencilla. Olivares mide en las encuestas, y eso ya es más que cualquier posible candidato del PRO. Por eso la oferta existió, e incluso el pocitano así la reconoció. “Estamos trabajando con la gente, no sabemos si vamos a la Intendencia o a lo que sea. Lo importante es trabajar para un cambio acá en Pocito que hace mucha falta, nada más que eso”, dijo el padre de María Cristina, quien parece ya estar ensayando el discurso político básico. “Veremos qué pasa, qué quiera la gente. Lo importante es lo que quiera la gente, no lo que queramos nosotros”, agregó.
Ante la consulta de la prensa, Federico no dudó en reconocer la circunstancia, “estoy en la política por lo que le pasó a mi hija”, dijo, aunque agregó que es “para que no haya más Cristinas Olivares”.
Federico Olivares, padre de María Cristina, junto al diputado nacional por el PRO, Eduardo Cáceres.
El caso Olivares repercutió en la opinión pública de manera particular. Y sus implicancias aún hoy siguen dando que hablar. Federico Olivares no fue el primer ciudadano que ganó espacio en la prensa por reclamar más seguridad, ya sea en la provincia o el país, tras perder un hijo en un caso violento (recordemos el caso Blumberg). Y ambos casos tuvieron un fin similar: fueron seducidos por la política.
Tal vez la falta de instalación pública de los propios militantes lleva a los partidos políticos a buscar ciudadanos ajenos a la práctica pero que ya son conocidos por la opinión pública y que cuentan con cierto respaldo en función de algún tópico (generalmente inseguridad) con el que ganan mayores adhesiones.
Sabido es también que al PRO le cuesta realizar un armado en todos los departamentos de la provincia, necesario para ir solos a las PASO de agosto. Entonces, la sumatoria se vuelve sencilla. Olivares mide en las encuestas, y eso ya es más que cualquier posible candidato del PRO. Por eso la oferta existió, e incluso el pocitano así la reconoció. “Estamos trabajando con la gente, no sabemos si vamos a la Intendencia o a lo que sea. Lo importante es trabajar para un cambio acá en Pocito que hace mucha falta, nada más que eso”, dijo el padre de María Cristina, quien parece ya estar ensayando el discurso político básico. “Veremos qué pasa, qué quiera la gente. Lo importante es lo que quiera la gente, no lo que queramos nosotros”, agregó.
Ante la consulta de la prensa, Federico no dudó en reconocer la circunstancia, “estoy en la política por lo que le pasó a mi hija”, dijo, aunque agregó que es “para que no haya más Cristinas Olivares”.
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