El voto femenino en Argentina cumple 63 años

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Si bien este hecho histórico sucedió primero en San Juan, fue el 11 de noviembre de 1951 el día en que todas las mujeres pudieron empezar a ejercer el derecho de votar y ser elegidas.

El voto obligatorio femenino cumple este martes 63 años, al conmemorarse un nuevo aniversario de las elecciones históricas que reeligieron a Perón como presidente y en las que por primera vez en todo el país las mujeres pudieron votar.

Hay que recordar que el 23 de septiembre del año 1947, durante un acto frente a la sede de la CGT, Perón firmó el decreto presidencial que le dio valor institucional a la Ley 13.030. Dicha normativa les otorgó a las mujeres de todo el país el derecho al voto.

El decreto presidencial fue recibido con orgullo por la esposa de Eva Duarte, esposa de Perón, quien desde la llegada del Justicialismo al poder en 1946 bregó por que la norma fuera una realidad.

La ley había sido sancionada primero en el Senado y el 9 de septiembre de 1947 votada favorablemente por unanimidad por los Diputados en una sesión que quedó en la historia de la Argentina.

Pero el voto femenino recién se estrenó cuatro años después, cuando el 11 de noviembre de 1951 más de 3.500.000 mujeres votaron por primera vez en la elección que reeligió a Juan Domingo Perón como presidente del país.

De esta manera, también se cumplía un viejo sueño de luchadoras feministas como Alicia Moreau de Justo, Elvira Dellepiane de Rawson, la poetisa Alfonsina Storni y Silvina Ocampo, quienes desde los albores del siglo XX trabajaban por la sanción de esta justa normativa.

En la Argentina regía desde 1916 la Ley Sáenz Peña, que propició el sufragio universal y obligatorio pero exclusivamente a los hombres, dejando a las mujeres en un rol de inferioridad cívica que socialmente no era justificado.


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El primer intento por imponer el tratamiento legislativo de esta idea fue en 1928 cuando el socialista Mario Bravo llevó un proyecto a la Cámara de Diputados, que quedó trunco por el golpe militar de 1930.

Dos años después, en 1932, otro socialista, esta vez Alfredo Palacios logró tras arduos debates que la Cámara baja diera media sanción al voto femenino, pero lamentablemente luego el proyecto durmió en cajones del Senado hasta que perdió tratamiento parlamentario.

Fue un triunfo más de los conservadores que se oponían a esta iniciativa de igualdad de género durante los tristes días de la Década Infame. Estos dirigentes esgrimían como discurso lo "costoso que sería empadronar a todas las mujeres y lo difícil de enseñarles las responsabilidades del voto", cuando en realidad el temor mayor era la supuesta pérdida del control del voto y el consiguiente estado de fraude que se vivía en esos años en el país.

Con el peronismo en el poder, Eva Perón desplegó una fuerte campaña hablando por radios y actos públicos, que derivó en la llegada al Congreso del proyecto de ley en julio de 1947. Primero fue votada sin grandes problemas en el Senado, mientras que en Diputados se plantearon debates más extensos e intenciones de modificar el texto.

Uno de los argumentos de la oposición fue de introducir el cambio que primero las mujeres fueran inscriptas y recién luego generar la obligación del voto. Esta idea de marginar a muchas mujeres, especialmente las más humildes, fue rechazada por la mayoría y reprobada por silbidos y pañuelos blancos por la gran cantidad de mujeres que llenaron los balcones del recinto de la Cámara baja.

La ley se votó tal cual como llegó el proyecto del Senado y 14 días después se convirtió en una norma con estado constitucional.


Eva Perón votó por primera y única vez aquel 11 de noviembre desde su cama. Murió ocho meses después.
Eva Perón votó por primera y única vez aquel 11 de noviembre desde su cama. Murió ocho meses después.

De todas maneras, no fue esa la primera vez que se permitía votar a las mujeres en Argentina, ya que si bien la ley tuvo cumplimiento nacional, en 1927 la provincia de San Juan fue el primer distrito que les dio la responsabilidad cívica a las mujeres.

En 1923 ganó las elecciones a gobernador Aldo Cantoni, fundador del partido Bloquista, y si bien a los pocos meses fue intervenido por el expresidente Marcelo T. de Alvear, en 1926 recuperó su autonomía federal con Cantoni como gobernante.

Inmediatamente se modificó las Constitución provincial y en 1927 se sancionó la nueva Carta Magna que les dio habilitación a las mujeres para votar. Previa inscripción en un padrón, las sanjuaninas votaron por primera vez en 1928 en elecciones municipales y hasta lograron elegir a una mujer como delegada de un municipio. La iniciativa revolucionaria se frustró por el golpe de 1930 y volvió a tomar rigor de ley en 1951.
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