Murguear para volver a vivir

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Murga
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La Parroquia Nuestra Señora del Carmen en Buenos Aires lleva adelante un programa de ayuda a jóvenes en situación de vulnerabilidad. Concelo en esta nota.

Salvación. Una parroquia bonaerense implementó un programa de ayuda a jóvenes vulnerables.

 

Fuente: La Nación

En un salón anexo de la capilla San Agustín, del barrio El Claro, ubicada en el centro de la ciudad de Benavídez, en Tigre, un grupo de madres e hijos se reúnen para armar prendas y poner a punto instrumentos de la murga que tanto aman. Espíritu murguero, como decidieron llamarla, forma parte del programa Casa Abierta a la Vida de la parroquia Nuestra Señora del Carmen, cuyo objetivo es fortalecer los espacios de actividades preventivas, de contención, tratamiento y acompañamiento a los jóvenes en situación de vulnerabilidad y a sus familiares.

Para eso realizan distintos talleres: murga, arte murguero, taichi y acompañamiento de jóvenes con adicción a las drogas. Todas las actividades de Casa Abierta, de las que participan 80 personas, son en las capillas San Agustín y San Cayetano, ambas de la parroquia. "Hace dos años fuimos al festival del padre Mugica en la villa 31 y vimos una gran murga. Al volver, la gente del barrio me contó que habían tenido una y les propuse rescatarla. Así empezamos a trabajar para ver qué impacto queríamos tener con esta iniciativa en la comunidad, que aquellos sin un lugar la encontraran", explica el padre Miguel Dedyn, líder del proyecto.

Las reglas de esta murga son claras: no a las drogas, no al alcohol y el cuidado mutuo. "Con los jóvenes y los chicos empezamos a trabajar mucho con la palabra, a aprender a decir las cosas, a no reaccionar con violencia. La idea no es hacerlos sumisos, sino que puedan pararse y hablar. El espacio está abierto a la familia y a los chicos de todas las edades para que cada uno ocupe el lugar que más le guste", agrega Dedyn. Con la murga se abrieron espacios para prevenir las adicciones. Se llaman Sosteniendo la Vida y son grupos de contención en los que participan 20 jóvenes.

Vanina tiene 31 años, es madre soltera, con cuatro hijos, y hace dos que está en tratamiento en Casa Abierta. Empezó a ir a la murga y se sumó a los grupos de contención. "A los chicos les encanta la murga. Venimos a pasarla bien y a cambiar el aire. Bailo en la murga y dos veces por semana voy a los grupos a compartir y a charlar con la psicóloga", dice. Para Dedyn, que lleva siete años como cura, lo fundamental es tocar en cada persona la fibra de la vocación por la vida. "Tenemos una frase que dice que todos estamos «llamados a vivir y a salir a caminar». Acá el mensaje es que uno puede tener un problema con las drogas, pero que eso no lo hace un drogón", agrega. A su alrededor, madres y chicos organizan las mesas para festejar un cumpleaños.

Patricia concurre a la murga con su nena de ocho años y ambas disfrutan bailando. "La murga es alegría y muchas veces se confunde con joda y alcohol. Acá no, y por eso somos poquitos. Es muy familiar, o no traería a mi nena", aclara. El taller de taichi para la comunidad surgió del pedido de los participantes del espacio para prevenir las adicciones. A través de una disciplina deportiva se promueve el desarrollo saludable de las habilidades y la expresión de los estados de ánimo con recreación y alegría.

Los jueves se trabaja en el sentido de la murga; los viernes funciona el grupo Sosteniendo a la Vida y los sábados ensaya la murga. "Hay mucha gente que dejó de venir porque acá no se consume. Pero nuestro mensaje es «sabé que cuando quieras rescatarte, acá vas a tener un lugar». Queremos cuidar la vida de los pibes y no venimos a salvarle la vida a nadie, sino simplemente a exponer nuestra historia y ver qué puede mejorar cada uno", dice Dedyn.

Colabora la comunidad parroquial, y algunos recursos los aportan las familias de la murga, pero aún necesitan mucha ayuda, sobre todo de profesionales, como asistentes sociales, psicólogos o abogados, que quieran ser voluntarios. Además, solicitan telas de colores, artículos de mercería y maquillaje artístico. Informes: (03327) 481-280, (011) 5318-5610 o www.nsdelcarmen.com.ar.
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