Se complica aún más la situación de políticos brasileros por el escándalo petrolero

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Eduardo Cuhna
Eduardo Cuhna
El presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, Eduardo Cuhna, está sospechado de quedarse con 5 millones de dólares de la petrolera estatal. Él es el impulsor del impeachment contra Dilma, pero hoy allanaron su casa.








 

La crisis en Brasil es social, económica y también política. En medio de una semana clave tras el avance del juicio político contra la presidenta Dilma Rousseff , la Policía Federal allanó las casas de varios funcionarios sospechados de integrar la red de corrupción de la petrolera estatal Petrobras.

Eduardo Cuhna, el diputado que la semana anterior impulsó el impeachment contra la mandataria brasileña es uno de los implicados. Hoy agentes de la fuerza policial irrumpieron en la residencia oficial del presidente de la Cámara de Diputados de Brasil en una operación dirigida a buscar pruebas sobre supuestos delitos de corrupción.

La operación fue ordenada por el magistrado Teori Zavascki a petición de la Fiscalía, que investiga desde hace meses a Cunha por su alegada participación en la red de corrupción que operó en la estatal Petrobras, que, según la propia petrolera, se apropió en forma ilegal de 2.000 millones de dólares entre 2004 y 2014.
Las autoridades policiales informaron que además realizaron operaciones similares en la residencia particular de Cunha, en Río de Janeiro, y en las casas del senador Edison Lobao y del diputado Aníbal Gomes, sobre quienes también pesan sospechas.

Lobao fue ministro de Minas y Energía durante el primer mandato de la actual presidenta del país, Dilma Rousseff, y también había ocupado ese cargo durante la gestión de Luiz Inácio Lula da Silva , antecesor y padrino político de la mandataria.

Cunha, Lobao y Gomes son miembros del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que lidera el vicepresidente del país, Michel Temer, quien en las últimas semanas ha hecho evidente su distanciamiento de la mandataria, que podría ser sometida a un juicio con miras a su destitución.

Según sostiene la Fiscalía, Cunha recibió de la red de corrupción en Petrobras al menos unos 5 millones de dólares y mantenía ese dinero en cuentas secretas de bancos suizos, cuya existencia ha negado pero que ha sido comprobada por la propia Justicia. Como jefe de la Cámara de Diputados, Cunha aceptó iniciar el trámite para un juicio político contra Rousseff, fundamentado en unas irregularidades fiscales en las que ha incurrido el Gobierno para maquillar sus resultados.

 

Fuente: La Nación.-
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