La historia de un campeón argentino campeón en Asia

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Ariel Colman partió al sur asiático en 2005 y hace unos días se consagró en la liga local; cómo es la vida en uno de los países más poblados del mundo y que tiene un campeonato de 11 equipos.




 





Que la hinchada de su equipo se vaya a rezar en medio de un partido. O que los jugadores se cambien detrás del banco de suplentes y delante de todos al finalizar el encuentro. O cruzarse con un elefante yendo al estadio. Nada de eso era imaginable en la vida de Ariel Colman, un argentino que trabaja como preparador físico y ayudante de campo de Sheikh Jamal Dhanmondi Club, que se coronó campeón de la Premier League Bangladesh.

"Estoy viviendo una experiencia muy buena. Somos el equipo a vencer, los defensores del título y por suerte tenemos un muy buen plantel y los jugadores entienden muy bien el mensaje", dice Colman, de 46 años, cerca de la medianoche en Bangladesh.

"La infraestructura de nuestro club es muy buena, tenemos una linda cancha de práctica, cosa que acá es muy difícil ya que no hay casi espacio en Daca, la capital. Pensá que hay 158 millones de habitantes en un país que es aproximadamente como Uruguay. Estamos todos amontonados".
"Estoy viviendo una experiencia muy buena. Somos el equipo a vencer".

Bangladesh tiene cuatro veces la población de la Argentina y, según el Banco Mundial, es el octavo país con mayor densidad de población del mundo con 1218 personas por kilómetro cuadrado. Pero, a pesar de todo, su liga de fútbol profesional tiene tan sólo 11 equipos. Y aunque es profesional, suceden cosas inimaginables en la Argentina: "Acá tenés de todo. Desde terminar el partido y ver a los jugadores cambiándose en el campo de juego, al lado del banco de suplentes y delante de todos. O que el equipo abandone el partido porque a los jugadores les pareció injusto un penal que les cobraron en su contra. La gente se va de la tribuna en medio del partido para ir a rezar. Es muy distinto cómo se vive".

No sólo en el ámbito futbolístico, sino también en la vida cotidiana uno se puede sorprender. "Ves de todo en la calle. Animales, personajes... cosas que no se pueden entender. Un día iba en el coche, paramos en un semáforo y el que iba a mi lado me pide que mire hacia afuera. Miro y veo una cabeza de un elefante al lado de mi ventanilla", cuenta. "Me causó gracia y le dije 'Acá se ve de todo, un día vamos a ver un barco en contramano'. Fue lo más descabellado que se me vino a la cabeza y le dije eso. Quedó ahí. Al cabo de un tiempo... vemos un barco de 30 metros empujado por 20 tipos que venía en contramano. Nos miramos y nos empezamos a reír solos".

Colman nació el 19 de junio de 1969 en Junín, Provincia de Buenos Aires, donde viven su esposa Claudia y sus hijos Tomás y Lucas. Antes de ser entrenador, jugó al fútbol en Independiente de su ciudad natal, luego estudió educación física y se mudó a Buenos Aires, donde trabajó en la escuela de fútbol de Claudio Marangoni y en Argentinos Juniors. Posteriormente, regresó a Junín, donde estuvo en distintos clubes locales hasta que surgió esta exótica posibilidad.
Bangladesh tiene cuatro veces la población de la Argentina y, según el Banco Mundial, es el octavo país con mayor densidad de población del mundo.

"La primera propuesta me llegó en 2005 a través del que ahora es mi representante Diego Yacullo. Me llamó para ser preparador físico del cuerpo técnico encabezado por Cayetano Rodríguez para dirigir la selección mayor. Por problemas familiares, Rodríguez no pudo venir y llegamos junto a Diego Curciani, que era ayudante de campo. Nos fue muy bien ese año que estuvimos acá y fuimos una de las selecciones que más subió en el ranking FIFA", comenta Colman. De 2005 a 2006, Bangladesh pasó del puesto 160 al 144, la mejor ubicación en los últimos 15 años. Hoy se ubica en el puesto 170 y su pico fue 136 en 1996.

"El fútbol en Bangladesh es profesional pero todavía hay mucho por mejorar. Para compararlo con un nivel en Argentina sería una Primera B. Hay jugadores de muy buena técnica y puliéndolos un poco podrían jugar allá. Una de las cosas en las que yo estoy insistiendo es que todos los equipos tengan un preparador físico, porque en la mayoría no hay. Sheikh Jamal es el club más organizado de todos. Somos uno de los pocos que tiene lugares y materiales en excelentes condiciones para entrenar", señala el PF argentino, que pasó por Textil Mandiyú de Corrientes y entre 2008 y 2009 volvió a la selección de Bangladesh y acompañó al brasilero Edson "Dido" Silva.

"En la temporada 2013/2014 volví a Sheikh Jamal con Joseph Afusi, un DT nigeriano, y nos fue muy bien. Salimos campeones de la Federation Cup, jugamos en India la IFA Cup y salimos subcampeones, y además ganamos la Premier League, que es la liga local. Y en la temporada que acaba de terminar, el equipo gano la King Cup en Bután, la Federation Cup y la Premier League nuevamente. Ahora estamos por jugar la AFC Cup", explica el juninense, que es PF y ayudante de campo del equipo que tiene un estadio para 36.000 personas. "Acá hay un ayudante que nació en Bangladesh, pero sólo lo usamos como traductor (risas). Normalmente nos manejamos con el inglés porque la mayoría de los jugadores lo habla, además de algunas palabras que vamos aprendiendo del bengalí".
"Nos fue muy bien ese año que estuvimos acá y fuimos una de las selecciones que más subió en el ranking FIFA".

Bangladesh está considerado como parte de los países de ingreso mediano bajo y un 31,5% vive debajo de la línea de pobreza nacional según el Banco Mundial. Se ubica en el puesto 142 del Índice de Desarrollo Humano y el Islam es la religión oficial. "La cultura aquí es muy distinta a la nuestra, te diría que en un 100%. Los horarios, la religión, las comidas, las vestimentas. Pero el ser humano es un animal de costumbres y se acostumbra a todo, no es fácil, pero tampoco imposible", acepta Colman.

A pesar de estar cómodo, la vuelta a la Argentina es uno de los sueños a cumplir para el juninense. "Como profesional, me gustaría trabajar en el fútbol grande de la Argentina. Es mi sueño y espero algún día poder cumplirlo. Tengo una gran experiencia recorriendo estos lugares y estoy capacitado para trabajar en el fútbol de Argentina. Es muy difícil llegar, pero sé que algún día voy a tener la posibilidad y ahí podría decir que cumplí con mi sueño. Siempre me capacito y trabajo duro para llegar a eso".

 

Fuente: La Nación.-
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