El receso invernal comenzará, como es tradicional, una semana antes que Capital Federal.
¿Qué pasa con Aerolíneas Argentinas?
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La empresa estatal canceló y reprogramó más de 100 operaciones en el inicio de las vacaciones de invierno. Además, no vende tickets hasta agosto. Gremialistas y especialistas desmienten la justificación del presidente Mariano Recalde.
"Programamos un operación muy ajustada para las vacaciones. Quisimos poner todos los recursos a volar y dejamos poco margen para cualquier eventualidad. Y tuvimos varias: un paro de controladores la semana previa, un quite de colaboración de los pilotos de Austral, y factores climáticos en destinos importantes como Bariloche, Iguazú o Chapelco; además de que hubo aviones que imprevistamente quedaron fuera de servicio debido a mantenimiento, sumado a vuelos con el 100% de ocupación", dijo ayer Mariano Recalde titular de Aerolíneas Argentinas, para justificar la crisis con los vuelos de esta semana. Hoy, la empresa lo ratificó a través de un comunicado.
Por ello, se llevó a cabo una investigación para chequear la veracidad de cada una de las razones dadas por la aerolínea y por su titular, Mariano Recalde. La acción de todos esos factores en conjunto y al mismo tiempo, dice la empresa, explican el masivo cancelamiento de vuelos, que superó las tres cifras.
La conclusión a la que llegaron varios de los consultados es que la empresa efectivamente sobrevendió los vuelos, pero no en lo que se llama una sobreventa convencional (es decir, vender más pasajes que asientos de un mismo vuelo) sino de otro tipo. La acusación es que Aerolíneas Argentinas programó muchos más vuelos de los que el estado real de la empresa puede operar, y obviamente, vendió pasajes para todos ellos.
Una a una, estas fueron las averiguaciones respecto a las razones que dan Recalde y la empresa para justificar el descalabro de las masivas cancelaciones, reprogramaciones y demoras en los vuelos.
Las excusas sobre el tapete
La Nación se comunicó con los aeropuertos que Recalde y la aerolínea citaron como ejemplo y obtuvo los días y momentos en que estuvieron inoperables por razones climáticas.
Aeropuerto Internacional Teniente Luis Candelaria (Bariloche): Únicamente el viernes 17 funcionó con operación mínima, durante 40 minutos, entre las 13:10 y las 13:55 por un problema con el suministro de energía, que impedía el contacto con Buenos Aires, pero no con los aviones. Por eso, las naves embarcaron normalmente, porque después se reestableció la comunicación entre ambos aeropuertos. Los demás días nunca hubo un problema, dijeron desde Bariloche.
Aeropuerto Aviador Carlos Campos de Chapelco: Normalmente, a Chapelco llega un solo vuelo por día, y en temporada alta, dos. Los únicos 4 eventos registrados allí son del día 8, 11, y 13 de julio (lejos de las fechas del conflicto, este fin de semana) y el del día viernes 17, en que debieron ser cancelados los dos vuelos del día. Es decir, antes de las más de 100 cancelaciones y reprogramaciones de vuelos, que fueron desee el sábado y seguirán, en principio, hasta mañana.
Aeropuerto Internacional Cataratas del Iguazú: No hubo respuesta alguna a los más de 10 intentos para comunicarse con el aeropuerto de esta ciudad.
Durante esta semana ningún avión entró en mantenimiento fuera de lo programado, salvo uno que volvió de Bogotá el lunes 13. Según se, durante esta semana no hubo aviones que entraran en servicio de mantenimiento fuera de los que ya estaban programados, salvo un avión que sufrió un problema con la presurización de la cabina camino a Bogotá, el lunes pasado.
Los controladores aéreos de Aeroparque están nucleados en distintos gremios (ATE, APTA, UPCN y otros) y algunos ni siquiera están nucleados. Por un lado, la Coordinación Nacional ANAC (Autoridad Nacional de Aviación Civil) y ATE (Asociación de Trabajadores del Estado) desmintieron cualquier medida de fuerza. A través de un comunicado dijeron que la última medida de fuerza fue el 18 de mayo y que la intención de la empresa es "ocultar falencias operacionales internas". Desde APTA también negaron haber estado de paro en los últimos días.
Actualmente, lo que mayormente divide al personal técnico aeronáutico es la sanción de la ley que creó, bajo la órbita de los ministerios de Defensa y de Interior y Transporte, a la Empresa Argentina de Navegación Aérea Sociedad del Estado (EANA S.E.), que convirtió a la navegación aérea en "servicio público esencial", y prohíbe los paros totales, como ocurre, por ejemplo, en el plano de la salud. Hay gremios que impulsaron el proyecto pero también hay voces en contra de él.
Según la propia empresa, desde el comienzo del receso invernal se llegó a una cantidad récord de 35.000 pasajeros diarios, cuando el promedio habitual es de 25.000.
Efectivamente, las vacaciones de invierno son una de las temporadas altas en la industria aerocomercial, y justamente por eso se espera que pueda una aerolínea pueda aprovecharlo y resolverlo. Franco Rinaldi, autor de Aerolíneas Argentinas: 2000 días de pérdidas, habló el lunes y manifestó que lo sorprendía "la incompetencia que se mostró para los dos semanas de temporada alta. Muestra de manera inocultable a esta gestión el que después de seis años no sepan manejarlo. Todas las aerolíneas del mundo tienen una programación distinta en temporadas altas".
Pablo Biró, secretario general de APLA (Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas), negó terminante que haya habido una "quita de colaboración de pilotos" como dijo Recalde. "Al contrario, en temporada alta todos colaboran porque la operación está al mango", dijo Biró. Julio Saavedra, prosecretario administrativo de APA (Asociación de Personal Aeronáutico) acusó a la empresa de ser la verdadera responsable y se quejó de que ahora les quieran "echar la culpa" a otros.
"Los gremios coincidimos en que hubo una mala programación. No hay gente idónea que haciendo la programación. Hay gente 'nuevita' que no sabe hacer las cosas. Si hay 5 vuelos a Córdoba, no se pueden poner 10", dijo Saavedra. "Nosotros tenemos puesta la camiseta de salvar la empresa, pero no la camiseta del que programa cualquier cosa y maneja la empresa como si fuera propia. Y la empresa es del Estado -recalcó. Recalde le pifia en la programación y en poner a amigos a hacer cosas que no saben. Y mirá que hay gente que sabe mucho en esta empresa", contó Saavedra.
Pablo Biró, secretario de los pilotos, no lo ve tan así. "La culpa no es del que programa sino del que da la orden. En Aerolíneas creció todo menos la infraestructura, y la infraestructura no da para programar como se programó ni para estar operando al máximo, porque pasa cualquier cosa y se arma una cadena de demora. No se puede programar como si estuviéramos en Frankfurt o en Berlín".
La respuesta
"Aerolíneas Argentinas se disculpa con todos los pasajeros que hayan sufrido algún tipo de contratiempo e informa que continúa trabajando en las reubicaciones, habiéndose hecho responsable tanto de los gastos de hotelería, traslados y comidas en los casos de reprogramaciones, como de la devolución de pasajes con créditos compensatorios para quienes no hayan podido viajar.
Actualmente la operación se encuentra normalizada y no existe restricción alguna, más allá de la plena ocupación de algunos vuelos, para la adquisición de pasajes a los distintos destinos a los que vuela la compañía".
Fuente: La Nación.-
"Programamos un operación muy ajustada para las vacaciones. Quisimos poner todos los recursos a volar y dejamos poco margen para cualquier eventualidad. Y tuvimos varias: un paro de controladores la semana previa, un quite de colaboración de los pilotos de Austral, y factores climáticos en destinos importantes como Bariloche, Iguazú o Chapelco; además de que hubo aviones que imprevistamente quedaron fuera de servicio debido a mantenimiento, sumado a vuelos con el 100% de ocupación", dijo ayer Mariano Recalde titular de Aerolíneas Argentinas, para justificar la crisis con los vuelos de esta semana. Hoy, la empresa lo ratificó a través de un comunicado.
Por ello, se llevó a cabo una investigación para chequear la veracidad de cada una de las razones dadas por la aerolínea y por su titular, Mariano Recalde. La acción de todos esos factores en conjunto y al mismo tiempo, dice la empresa, explican el masivo cancelamiento de vuelos, que superó las tres cifras.
La conclusión a la que llegaron varios de los consultados es que la empresa efectivamente sobrevendió los vuelos, pero no en lo que se llama una sobreventa convencional (es decir, vender más pasajes que asientos de un mismo vuelo) sino de otro tipo. La acusación es que Aerolíneas Argentinas programó muchos más vuelos de los que el estado real de la empresa puede operar, y obviamente, vendió pasajes para todos ellos.
Una a una, estas fueron las averiguaciones respecto a las razones que dan Recalde y la empresa para justificar el descalabro de las masivas cancelaciones, reprogramaciones y demoras en los vuelos.
El masivo cancelamiento de vuelos superó las tres cifras.
Las excusas sobre el tapete
La Nación se comunicó con los aeropuertos que Recalde y la aerolínea citaron como ejemplo y obtuvo los días y momentos en que estuvieron inoperables por razones climáticas.
Aeropuerto Internacional Teniente Luis Candelaria (Bariloche): Únicamente el viernes 17 funcionó con operación mínima, durante 40 minutos, entre las 13:10 y las 13:55 por un problema con el suministro de energía, que impedía el contacto con Buenos Aires, pero no con los aviones. Por eso, las naves embarcaron normalmente, porque después se reestableció la comunicación entre ambos aeropuertos. Los demás días nunca hubo un problema, dijeron desde Bariloche.
Aeropuerto Aviador Carlos Campos de Chapelco: Normalmente, a Chapelco llega un solo vuelo por día, y en temporada alta, dos. Los únicos 4 eventos registrados allí son del día 8, 11, y 13 de julio (lejos de las fechas del conflicto, este fin de semana) y el del día viernes 17, en que debieron ser cancelados los dos vuelos del día. Es decir, antes de las más de 100 cancelaciones y reprogramaciones de vuelos, que fueron desee el sábado y seguirán, en principio, hasta mañana.
Aeropuerto Internacional Cataratas del Iguazú: No hubo respuesta alguna a los más de 10 intentos para comunicarse con el aeropuerto de esta ciudad.
Durante esta semana ningún avión entró en mantenimiento fuera de lo programado, salvo uno que volvió de Bogotá el lunes 13. Según se, durante esta semana no hubo aviones que entraran en servicio de mantenimiento fuera de los que ya estaban programados, salvo un avión que sufrió un problema con la presurización de la cabina camino a Bogotá, el lunes pasado.
ATE y en APTA, dos de los principales gremios, niegan haber realizado un paro esta semana.
Los controladores aéreos de Aeroparque están nucleados en distintos gremios (ATE, APTA, UPCN y otros) y algunos ni siquiera están nucleados. Por un lado, la Coordinación Nacional ANAC (Autoridad Nacional de Aviación Civil) y ATE (Asociación de Trabajadores del Estado) desmintieron cualquier medida de fuerza. A través de un comunicado dijeron que la última medida de fuerza fue el 18 de mayo y que la intención de la empresa es "ocultar falencias operacionales internas". Desde APTA también negaron haber estado de paro en los últimos días.
Actualmente, lo que mayormente divide al personal técnico aeronáutico es la sanción de la ley que creó, bajo la órbita de los ministerios de Defensa y de Interior y Transporte, a la Empresa Argentina de Navegación Aérea Sociedad del Estado (EANA S.E.), que convirtió a la navegación aérea en "servicio público esencial", y prohíbe los paros totales, como ocurre, por ejemplo, en el plano de la salud. Hay gremios que impulsaron el proyecto pero también hay voces en contra de él.
Que después de 6 años no sepan manejar las temporadas altas muestra la incompetencia de esta gestión (Franco Rinaldi, autor de un libro sobre Aerolíneas Argentinas)
Según la propia empresa, desde el comienzo del receso invernal se llegó a una cantidad récord de 35.000 pasajeros diarios, cuando el promedio habitual es de 25.000.
Efectivamente, las vacaciones de invierno son una de las temporadas altas en la industria aerocomercial, y justamente por eso se espera que pueda una aerolínea pueda aprovecharlo y resolverlo. Franco Rinaldi, autor de Aerolíneas Argentinas: 2000 días de pérdidas, habló el lunes y manifestó que lo sorprendía "la incompetencia que se mostró para los dos semanas de temporada alta. Muestra de manera inocultable a esta gestión el que después de seis años no sepan manejarlo. Todas las aerolíneas del mundo tienen una programación distinta en temporadas altas".
Pablo Biró, secretario general de APLA (Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas), negó terminante que haya habido una "quita de colaboración de pilotos" como dijo Recalde. "Al contrario, en temporada alta todos colaboran porque la operación está al mango", dijo Biró. Julio Saavedra, prosecretario administrativo de APA (Asociación de Personal Aeronáutico) acusó a la empresa de ser la verdadera responsable y se quejó de que ahora les quieran "echar la culpa" a otros.
Recalde le pifió en la programación y en poner a amigos suyos a hacer cosas que no saben (Julio Saavedra, APA)
"Los gremios coincidimos en que hubo una mala programación. No hay gente idónea que haciendo la programación. Hay gente 'nuevita' que no sabe hacer las cosas. Si hay 5 vuelos a Córdoba, no se pueden poner 10", dijo Saavedra. "Nosotros tenemos puesta la camiseta de salvar la empresa, pero no la camiseta del que programa cualquier cosa y maneja la empresa como si fuera propia. Y la empresa es del Estado -recalcó. Recalde le pifia en la programación y en poner a amigos a hacer cosas que no saben. Y mirá que hay gente que sabe mucho en esta empresa", contó Saavedra.
Pablo Biró, secretario de los pilotos, no lo ve tan así. "La culpa no es del que programa sino del que da la orden. En Aerolíneas creció todo menos la infraestructura, y la infraestructura no da para programar como se programó ni para estar operando al máximo, porque pasa cualquier cosa y se arma una cadena de demora. No se puede programar como si estuviéramos en Frankfurt o en Berlín".
La respuesta
"Aerolíneas Argentinas se disculpa con todos los pasajeros que hayan sufrido algún tipo de contratiempo e informa que continúa trabajando en las reubicaciones, habiéndose hecho responsable tanto de los gastos de hotelería, traslados y comidas en los casos de reprogramaciones, como de la devolución de pasajes con créditos compensatorios para quienes no hayan podido viajar.
Actualmente la operación se encuentra normalizada y no existe restricción alguna, más allá de la plena ocupación de algunos vuelos, para la adquisición de pasajes a los distintos destinos a los que vuela la compañía".
Fuente: La Nación.-
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