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SANJUANINOS piden que habiliten las visitas a la DIFUNTA CORREA para cumplir sus PROMESAS
San Juan
617810
El santuario se prepara para abrir sus puertas a los sanjuaninos.
La Difunta Correa forma parte de los personajes que no son considerados santos por ninguna religión, pero son las personas los que los santifican popularmente a raíz de lo que consideran favores cumplidos.
La historia de Deolinda Correa se remonta a un tiempo indeterminado entre 1840 y 1850, en el siglo XIX, en la provincia de San Juan. Si bien existen distintas leyendas sobre la Difunta, todas coinciden en dos hechos puntuales.
El primero indica que Correa partió desesperada en busca de su marido, que había sido reclutado a la fuerza para combatir en una batalla en La Rioja en tiempos de las luchas fratricidas entre unitarios y federales.
La versión más difundida, basada en la tradición oral, señala que Correa, ataviada con un vestido rojo y con su bebé en brazos, cruzó los áridos valles bajo el inclemente sol tras el rastro de su marido. Exhausta y deshidratada, acabó desplomándose rendida y aferrada a su hijo mientras cruzaba el valle La Toma, en San Juan.
De acuerdo con la creencia popular, Deolinda fue hallada muerta por unos arrieros que pasaban por la zona y su bebé logró sobrevivir a la tragedia porque se alimentó del pecho de su madre que aún daba leche. Ese es el principal “milagro” asociado a su figura.
En la versión criolla, la historia se transmitió de boca en boca y las personas empezaron a acudir al cerro La Toma para pedir por su intercesión.
Siendo un ícono turístico y un lugar de mucha concurrencia, los sanjuaninos están expectantes por la reapertura y piden a las autoridades que se concrete pronto la habilitación del santuario. Tanto para cumplir con las promesas hechas, agradecer milagros o pedirle favores.
Por esta razón, las tareas de saneamiento en el paraje se extendieron durante todo el fin de semana. Este trabajo se concretó gracias a un trabajo conjunto y coordinado entre la Secretaría de Estado de Ambiente y Desarrollo Sustentable a través de la Subsecretaría de Residuos Sólidos Urbanos, la Municipalidad de Caucete y la Fundación Difunta Correa.
Para concretar este importante saneamiento el subsecretario de Gestión de Residuos Sólidos Urbanos, Sergio Espinoza, el jefe del Área Fiscalización, Raúl Velázquez y los maquinistas especializados en este tipo de geografía accidentada fueron los responsables de la ejecución de esta obra; en tanto el municipio de Caucete a través de su secretario de Obra y Ambiente, Carlos Rodríguez proveyó el equipamiento pesado, como una máquina pala cargadora y una retro pala; el traslado del equipamiento fue aportado por la Dirección de Vialidad de la Provincia.
Esta maquinaria fue utilizada para el levantamiento del residuo como asimismo para la estabilización de la zona. Las acciones que se ejecutaron consistieron en la eliminación del impacto mediante traslado de los residuos a un relleno sanitario, en este caso el Centro de Las Talas. Esta tarea estará complementada por la recolección manual de material residual “volante” (nylon y papel) que será ejecutada por personal dependiente de la Fundación Difunta Correa, a cargo de su administrador, Pablo Pastor.
La Secretaría de Estado de Ambiente y Desarrollo Sustentable está trabajando en registrar, evaluar y eliminar los vertederos ilegales de residuos sólidos, focalizándose en aspectos como: participación de la comunidad, control de sitios, y existencia de instalaciones de disposición final adecuadas.
La Difunta Correa forma parte de los personajes que no son considerados santos por ninguna religión, pero son las personas los que los santifican popularmente a raíz de lo que consideran favores cumplidos.
La historia de Deolinda Correa se remonta a un tiempo indeterminado entre 1840 y 1850, en el siglo XIX, en la provincia de San Juan. Si bien existen distintas leyendas sobre la Difunta, todas coinciden en dos hechos puntuales.
El primero indica que Correa partió desesperada en busca de su marido, que había sido reclutado a la fuerza para combatir en una batalla en La Rioja en tiempos de las luchas fratricidas entre unitarios y federales.
La versión más difundida, basada en la tradición oral, señala que Correa, ataviada con un vestido rojo y con su bebé en brazos, cruzó los áridos valles bajo el inclemente sol tras el rastro de su marido. Exhausta y deshidratada, acabó desplomándose rendida y aferrada a su hijo mientras cruzaba el valle La Toma, en San Juan.
De acuerdo con la creencia popular, Deolinda fue hallada muerta por unos arrieros que pasaban por la zona y su bebé logró sobrevivir a la tragedia porque se alimentó del pecho de su madre que aún daba leche. Ese es el principal “milagro” asociado a su figura.
En la versión criolla, la historia se transmitió de boca en boca y las personas empezaron a acudir al cerro La Toma para pedir por su intercesión.
Siendo un ícono turístico y un lugar de mucha concurrencia, los sanjuaninos están expectantes por la reapertura y piden a las autoridades que se concrete pronto la habilitación del santuario. Tanto para cumplir con las promesas hechas, agradecer milagros o pedirle favores.
Por esta razón, las tareas de saneamiento en el paraje se extendieron durante todo el fin de semana. Este trabajo se concretó gracias a un trabajo conjunto y coordinado entre la Secretaría de Estado de Ambiente y Desarrollo Sustentable a través de la Subsecretaría de Residuos Sólidos Urbanos, la Municipalidad de Caucete y la Fundación Difunta Correa.
Para concretar este importante saneamiento el subsecretario de Gestión de Residuos Sólidos Urbanos, Sergio Espinoza, el jefe del Área Fiscalización, Raúl Velázquez y los maquinistas especializados en este tipo de geografía accidentada fueron los responsables de la ejecución de esta obra; en tanto el municipio de Caucete a través de su secretario de Obra y Ambiente, Carlos Rodríguez proveyó el equipamiento pesado, como una máquina pala cargadora y una retro pala; el traslado del equipamiento fue aportado por la Dirección de Vialidad de la Provincia.
Esta maquinaria fue utilizada para el levantamiento del residuo como asimismo para la estabilización de la zona. Las acciones que se ejecutaron consistieron en la eliminación del impacto mediante traslado de los residuos a un relleno sanitario, en este caso el Centro de Las Talas. Esta tarea estará complementada por la recolección manual de material residual “volante” (nylon y papel) que será ejecutada por personal dependiente de la Fundación Difunta Correa, a cargo de su administrador, Pablo Pastor.
La Secretaría de Estado de Ambiente y Desarrollo Sustentable está trabajando en registrar, evaluar y eliminar los vertederos ilegales de residuos sólidos, focalizándose en aspectos como: participación de la comunidad, control de sitios, y existencia de instalaciones de disposición final adecuadas.
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