El amor de un padre lo puede todo: transformó un Citroën en una limusina para los 15 de su hija

Néstor Guzmán, un chapista con 36 años de oficio, modificó un auto clásico en otro clásico de lujo para asegurar una entrada memorable en la celebración de su hija.

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Citroen limusina
Citroen limusina

En Comodoro Rivadavia, Chubut, un padre demostró que el ingenio y el amor tienen la capacidad de superar cualquier límite técnico o económico. Fue así como Néstor Guzmán, dueño de un taller de chapa y pintura, llevó su oficio a un nivel inédito: convirtió un modesto y clásico Citroën en una extravagante limusina de siete metros para que su hija Maite tuviera un ingreso inolvidable a su fiesta de 15 años.

La idea no surgió de un cliente, sino de un impulso íntimo, una necesidad de hacer algo único para su hija. “Tengo dos Citroën, se venía el cumple de 15 de mi hija y quería hacer algo diferente. Salió el tema de poder hacer la limusina, fue pensado, pero no con demasiada proyección. Simplemente salió de la mente”, relató Néstor de 56 años y con 35 años de oficio como chapista.

Cortes, soldaduras y refuerzos

El proceso de transformación fue extenso, metódico y sin pausas. Néstor partió de sus dos unidades de Citroën y se lanzó al desafío de ingeniería casera en febrero. Si bien hacía chapa y pintura, a veces modificaciones, nunca se había enfrentado a un corte y ensamblaje de esta magnitud: “Es la primera vez que me ponía a hacer eso”. 

El trabajo se convirtió en un compromiso de tiempo completo que se extendió mucho más allá de su horario laboral habitual. La dedicación fue absoluta, contando con el apoyo familiar: “Tiene muchas horas. Arrancaba a las 9 y me quedaba hasta las 4 ó 5 de la mañana con mi esposa, tomando mates y metiéndole” detalló.

Fueron ocho meses de “laburo” diario, sin feriados ni descansos: “Fue un trabajo de todos los días, incluidos los sábados y domingos, sin parar”. Un amigo le brindó ayuda esencial con la parte mecánica, mientras Néstor se enfocaba en la carrocería y el diseño interior.

Desafíos

El desafío principal fue la longitud: la limusina final midió siete metros de largo y la clave estuvo en la fusión de los esqueletos de los dos autos: “El chasis es original, son dos chasis ensamblados”. Este alargamiento forzó un trabajo intensivo sobre la estabilidad y seguridad.

Néstor tuvo que reforzar la suspensión en la parte trasera, ya que el Citroën original “atrás es ‘blando’”. El momento de la verdad, luego de ensamblar los chasis, generaba una gran incertidumbre: “Tenía miedo de que saliera mal, o que al sacarlo a la calle no doblara”.

El esfuerzo titánico tenía una fecha límite inamovible: el 27 de septiembre de 2025, día de la celebración de los 15 años de Maite. Néstor admitió el temor que lo acechó hasta el final, un sentimiento que se resumía en la funcionalidad del vehículo modificado: “La única vez que se usó fue para el 15 de mi hija. Estaba el dilema de si iba a doblar o frenar, ese era el temor. Pero gracias a Dios salió todo bien", dijo.

La atracción local

Tras el exitoso debut en la fiesta de Maite, la limusina de Néstor se convirtió en una atracción local instantánea en Comodoro Rivadavia.

El vehículo, que mantiene muchos elementos “originales” para “no estropearla”, fue sometido a la revisión técnica vehicular (VTV) y está asegurado. “Está homologado para transportar a un máximo de tres personas en la parte de atrás”, especificó el chapista.

Desde su presentación, el taller de Néstor se transformó en un punto de peregrinación: “Viene mucha gente a sacarse fotos”, indicó. Esta popularidad abrió una nueva veta para el chapista.

“Ahora me llaman para alquilarla”, agregó Néstor, que está considerando ofrecerla para eventos especiales, aunque con un filtro riguroso. “Es algo delicado. Y si bien no tengo necesidad económica, el precio que manejo para alquilarla por hora es de $200.000″.

Vender la obra maestra es una decisión que lo confronta directamente con el enorme valor emocional que le dedicó: “Es un valor sentimental, es algo muy exclusivo, no pasa por lo económico”. Por el momento, únicamente aceptaría alquilarla “para ocasiones especiales”.

No obstante, si aparece un comprador serio, la opción de venderla existe. Néstor lo piensa mucho, pero si alguien le hace “una oferta razonable” podría considerarlo. En números concretos, lanzó una cifra que refleja su exclusividad y el esfuerzo invertido: “Por 50 mil dólares se la llevan. O no sé... La verdad es que no sé si la vendería, costó mucho hacerla”.

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