Milei cantó y le mandó un mensaje al kirchnerismo: "Pudieron ganar un round, pero no la batalla"

El presidente Javier Milei encabezó esta noche un acto masivo en el Movistar Arena de Buenos Aires, donde presentó su nuevo libro y, a modo de catarsis, se reencontró con sus seguidores cantando en el escenario con su "banda presidencial".

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Milei
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El espectáculo comenzó de manera tradicional para el mandatario. A las 8:32, el atronador sonido del shofar (cuerno de carnero) anunció su aparición. Milei emergió entre el público, repitiendo el rito de sus cierres de campaña, y subió al escenario diez minutos después, enfundado en un camperón de cuero negro, donde se fundió en un abrazo con su hermana, Karina Milei.

El Presidente dio inicio a su presentación con un rugido: “Toda la casta es de mi apetito”, y comenzó a cantar una versión de un tema de Charly García. En lo que denominó su "banda presidencial", Milei presentó a la diputada Lilia Lemoine como corista, a su biógrafo Marcelo Duclós en el bajo y al diputado Alberto “Bertie” Benegas Lynch en la batería.

Entre canción y canción, Milei buscó confrontar directamente al kirchnerismo y a los medios de comunicación. “¿Escuchas kirchnerista? Pudieron ganar un round, pero no la batalla", exclamó el Presidente ante un cántico de la militancia. La multitud también sumó críticas a Cristina Kirchner, entonando: “Tiene tobillera, tiene tobillera”.

El mandatario agradeció a su círculo más cercano, al que denominó el “triángulo de hierro”: Karina Milei y Santiago Caputo. También mencionó a los partidos de LLA, a los jóvenes, a la agrupación "La Púrpura" y, en una referencia mística, a las "Fuerzas del Cielo".

El tono de la noche fue de desahogo político, luego de meses de dificultades económicas y reveses internos. Milei bromeó: “C5N va a decir que son todos extras”, y mostró imágenes de incidentes en el Congreso mientras coreaba: “Tira piedras, kuka tira piedras”. Además, acusó al kirchnerismo de llevar adelante "operaciones" en su contra.

Además de versionar temas de rock (Ratones Paranoicos, La Mississipi) y música popular (Gilda, Sandro), Milei dedicó un segmento a la política internacional. Pidió por el regreso de los rehenes israelíes secuestrados en la Franja de Gaza, remarcando que “Israel es el bastión de Occidente” y advirtió que no permitirá “la xenofobia que está tratando de instalar la izquierda”.

Tras un homenaje a las víctimas de los atentados del 7 de octubre, la Embajada de Israel y la AMIA, Milei entonó el inicio del cántico judío Haba Naguila y cerró el show con el clásico “Libre” de Nino Bravo. De fondo, se proyectaron imágenes de la caída del Muro de Berlín, y de figuras como el activista Charlie Kirk y el fallecido fiscal Alberto Nisman.

Entre las primeras filas de la platea se pudo ver a varios funcionarios del Gabinete, incluyendo a Patricia Bullrich (Seguridad), Sandra Pettovello (Capital Humano), Guillermo Francos (Jefatura de Gabinete), Luis Petri (Defensa) y el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem. Notoriamente ausentes fueron el canciller Gerardo Werthein y el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona.

Presentado por el portavoz Manuel Adorni, el ideólogo libertario Agustín Laje arremetió contra “las dos décadas de miseria cultural del Kirchnerismo” y elogió la batalla cultural como herramienta de “combate por las ideas de la libertad”.

En las inmediaciones del estadio, se registraron algunas escaramuzas y incidentes sobre la Avenida Corrientes entre militantes libertarios y opositores, identificados con el Movimiento Territorial de Liberación (MTL).

Finalmente, el diputado Diego Santilli —que reemplazará a Espert en la boleta bonaerense de LLA— minimizó las diferencias con Milei y desafió al peronista Jorge Taiana a un debate “lo antes posible”.

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