La "muerte estética" y un sistema de salud deficiente

Hace unos días repercutió la triste noticia sobre la muerte de Yésica Bloom, una sanjuanina de 23 años que habría llegado a este final por inyectarse aceite industrial en los glúteos. Aunque su fallecimiento trascendió por ser una chica trans, lo cierto es que estas prácticas no solo son usuales en personas de su género como muchos catalogan. Además, surgen dudas y verdades sobre las faltas del Sistema de Salud.

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La Doctora Inés Garcés, miembro del área de Cirugía Plástica del Hospital Marcial Quiroga, explicó las consecuencias que está sustancia puede generar en la salud, la diferencia con productos legales y las posibles causas de muerte en Yésica.

En principio, la especialista dejó en claro que estos elementos “no se utilizan en la medicina” ni están autorizados por los organismos pertinentes. Algunas personas los utilizan por ser más baratos desconociendo o minimizando las verdaderas consecuencias que acarrea.

También es cierto que nuestros sistemas de salud siguen siendo discriminatorios y dificultan no solo la llegada de la información correcta a personas con diversas realidades sexuales, sino que la atención específica para ciertas particularidades es escasa e insuficiente. En este caso, Yésica permaneció internada tres días en el Hospital Rawson antes de morir. ¿Podría evitarse?

“Estas prácticas tiene que hacerlas un médico y con silicona podemos utilizarla preparada para medicina y aprobada por el organismo que autoriza. Lo que utilizan alternativamente, no se sabe si está esterilizado, con todo para que pueda introducirse en un organismo”.

Así lo indicó la profesional, haciendo hincapié en que cualquier componente artificial genera reacciones adversas en el cuerpo, solo que los que están aprobados médicamente poseen los cuidados necesarios.

Inclusive, Garcés aseguró que dejaron “de utilizar las siliconas inyectadas para hacer rellenos porque producen muchos efectos, es muy difícil removerlo y se utilizan componentes más naturales como la misma grasa del paciente”.

Estas prácticas “ilegales”, según la médica, pueden traer consecuencias como Tromboembolismo o Embolia Pulmonar. Los síntomas previos a la muerte de Yésica (tos y fiebre) indican que se puede tratar de una de estas afecciones.

“Uno puede pinchar un vaso. En vez de inyectarlo supramuscular o intramuscular,  puede inyectarlo en un vaso. Es un globito que tapará alguna arteria y puede producir la muerte y a lo mejor sea lo que pasó en este caso”, explicó Garcés y afirmó que son muy habituales en el Hospital los casos de personas que se inyectan de esta manera y recurren a buscar soluciones.

Si bien la doctora se mostró “encantada” de atender a “pacientes trans” con este dilema, admitió que no poseen la misma capacidad de sacar estos materiales del cuerpo, como cuando se trata de siliconas autorizadas. He aquí otro argumento que comprueba que nuestros profesionales y sistema de salud no están preparados para facilitar el acceso a la salud de muchos ciudadanos.

“Vienen muchos a sacarse y es imposible, es rogar que no traiga inconvenientes”, concluyó la cirujana.