El consumo con tarjetas de créditos se elevó al 45% anual

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En los comercios admiten que si no fuera por los descuentos y las cuotas no tendrían casi ventas. El plan Ahora 12 se convirtió en el preferido para compras de indumentaria y en segmentos bajos.




El negocio de tarjetas sería así uno de los pocos del sistema financiero que está logrando ganarle a la inflación.

Seis, doce y hasta 18 cuotas sin interés se suman a descuentos del 20 y de hasta el 40% en marcas seleccionadas. Plagado de anabólicos, el consumo con tarjeta de crédito pareciera estar esquivando a la recesión. En el primer trimestre del año, de hecho, el volumen operado por las tarjetas de crédito creció 45% con respecto a igual período del año anterior, mientras que la cantidad de transacciones se expandió un 12 por ciento.

Según se desprende de los datos de todo el sistema, el negocio de tarjetas sería así uno de los pocos del sistema financiero que está logrando ganarle a la inflación.

"Creo que esto tiene que ver con que la compra en cuotas se transformó en un hábito. Eso antes no existía, esto es un plus a la hora de mirar qué está pasando", explicó Gerardo Fraire, gerente de Relaciones Institucionales de Tarjeta Naranja, una de las líderes en el interior del país. "En segundo lugar, también influye el contexto, dado que en un año electoral se visibilizan más los instrumentos que refuerzan el consumo", agrega.

Pablo Kemec, gerente general de Tarjeta Nevada, muy fuerte en la región de Cuyo, coincide en el diagnóstico: "En marzo vimos que mejoró un poco el consumo, los dos primeros meses estuvieron flojos. Pero también hay una respuesta importante a las promos".

De acuerdo con los datos del sector, hoy la mitad de las compras con tarjeta se hacen en cuotas. Y tanto en comercios como en bancos admiten que el plan Ahora 12, que lanzó el Gobierno el año pasado, está dando sus frutos, acaparando ya 12% de las operaciones que se pactan a plazo, con una injerencia superior en los segmentos socioeconómicos C1 y C2.

El plan oficial se ha transformado en un motor clave para el rubro de indumentaria. Existen, por caso, varias firmas que optaron por ofrecerles a sus clientes 12 cuotas sin interés en la compra de prendas importadas -y no sólo en las de confección nacional, como contempla el plan del Gobierno-, asumiendo ellas mismas los costos de financiación.

A su vez, a diferencia de otros años, con tal de asociarse a alguna promoción bancaria, varios comercios confiaron que están asumiendo hasta el 90 por ciento del costo de los descuentos que publicitan los bancos.

"El año pasado no queríamos prendernos tanto a las promociones, pero hoy las necesitamos para vender", admitieron en una marca de ropa con fuerte presencia en todos los shoppings del país. "El cliente se siente mal ya si no compra con alguna promo. Y me animo a decir que, hoy por hoy, cerca del 90% de nuestras ventas de un día se hacen con tarjeta. Y cuando tenemos alguna promo puntual con un banco más agresiva, con un descuento del 30 o 40%, en esos días, el 70% de las ventas son traccionadas con esa promoción", detalló la fuente, con la condición de no ser identificada.

Si bien en términos de facturación muchas marcas aseguran estar mejorando sus registros del primer trimestre de 2014, en términos de volumen, la mayoría reconoce una caída en ventas de entre el 30 y el 40 por ciento. Pero más dramática aún es la situación de las cadenas de electrodomésticos, donde aun con fuertes incentivos las ventas no ganan vuelo.

En comparación con otros rubros, confirman en el sistema financiero, el de electro es el de menor crecimiento en lo que hace a los consumos con tarjeta de crédito.

El más importante es, desde siempre, el de supermercados. Aunque del uso de las tarjetas surge que el valor promedio de la transacción en los súper está creciendo menos porcentualmente que los otros rubros. "O porque la gente está modificando el consumo o porque los precios crecen menos. Acá también influyen los Precios Cuidados", aventuró el ejecutivo de un banco con gran cantidad de plásticos emitidos.

En los bancos, no obstante, muestran un cauto optimismo. Apuestan a que lo peor ya pasó y que, poco a poco, el consumo en general, y ya no sólo el incentivado con las tarjetas, se irá recuperando. La calma cambiaria y el achicamiento de la brecha entre el dólar oficial y el paralelo son determinantes en este escenario.

"Por lo menos, lo que tenés ahora es una recuperación", resumió el responsable del negocio de banca minorista de una entidad nacional.

En todo el sistema, las tarjetas de crédito movieron en el primer trimestre del año un volumen promedio mensual de $ 48.000 millones. Mientras que las operaciones con débito crecieron en un 40% y sumaron en igual período $ 16.000 millones.

Fuente: La Nación
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