Una obra social le niega un elemento ortopédico porque es caro

Una joven sanjuanina necesita un clavo de titanio para operarse y la obra social OSPES no se lo entrega porque cuesta $39.000. Desesperado el papá denunció la situación y pidió ayuda.

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Florencia Escobar, de 15 años, junto a su papá Mario.

Florencia Escobar tiene 15 años. Nació con el Síndrome de Mielomeningocele que es una malformación por la cual el tubo neural de la columna no se cierra y por lo tanto hay derramamiento de la médula ósea. Esta afección provoca diferentes complicaciones a niveles óseos y neuronales.

Y bien lo sabe Florencia que a su corta edad ya ha sido operada en diferentes ocasiones de la columna, como también para colocarle una válvula debido a hidrocefalia y también por osteoporosis.

Pero su sueño de tener una mejor calidad de vida vuelve a encontrarse con un obstáculo. Sus padres son trabajadores y la cobertura médica que poseen es de la obra social OSPES, de los trabajadores de estaciones de servicio.

Resulta que desde febrero de 2014, la familia Escobar está luchando por conseguir un clavo que necesita Florencia para operarse de uno de sus pies y así poder caminar con mayor facilidad. Lamentablemente la obra social no quiere entregar el elemento ortopédico excusándose en su elevado valor, alrededor de $39.000.

Mario Escobar, padre de Florencia, impotente por la situación, contó que OSPES "ni siquiera se tiene que hacer cargo de la operación ya que la voy a hacer operar en el hospital con el médico que hemos elegido".

"Nos tiene a las vueltas. Ya hacen más de 15 días que les dejé el presupuesto porque el clavo original sale $39.000, pero se halló una segunda opción aprobada por el médico que sale la mitad del precio. No les pido ningún gasto quirúrgico, sólo les pido el clavo. Claro que la ley me ampara para pedirles que la operen  en un sanatorio y con todos los gastos cubiertos, pero no se los pido", afirmó el papá de Flor.

Todavía más indignante es la posición que OSPES ha tomado con la familia Escobar. Desde octubre no le permiten a Mario ingresar a pedir información sobre el trámite que inició para el clavo de titanio. Según él mismo contó es porque "después de esperar ocho meses me empecé a mover e investigar, y descubrí que desde febrero a octubre nunca se preocuparon por averiguar en la ortopedia los pedidos del clavo".