El hecho tuvo lugar el domingo 28 de abril.
La familia de médicos sanjuaninos que prefiere la cárcel antes que practicar abortos
Los Antequeda son una familia dedicada a la salud. El padre médico ginecólogo, dos hijos que siguieron la misma especialidad, un endocrinólogo y dos hermanas mujeres que se dedican a la rama de la psicología y la psicopedagogía. Uno de ellos, Pablo, es el que por estos días encabeza con su pañuelo celeste y su bata de médico la lucha para que no se apruebe la ley del aborto legal.
Una familia dedicada a la salud - Foto: Nicolás Mercado para DIARIO MÓVIL
La historia familiar comenzó cuando su padre conoció a su madre, mientras estudiaba en Córdoba. Su papá era una persona de poca fe y su novia con quien después se casó, lo hizo transitar por el camino de la religión. Según relata Pablo, “mi papá tuvo una conversión a tal punto que hoy es diácono”. De allí en más toda la familia es católica practicante y en su conjunto son firmes defensores de las dos vidas y opositores al proyecto que se votará este miércoles 8 de agosto en el Senado.
Pablo, este médico que nos recibió en su consultorio ya sin pacientes, es casado, padre de familia, de firmes convicciones cristianas y de formación salesiana, egresado del Colegio Don Bosco. Dijo que “la defensa de las dos vidas, trasciende lo religioso y lo médico. Esto tiene que ver con lo humano”, expresó.
Con la guía de su padre, el médico ginecólogo mayor, a Pablo Antequeda poco le interesa que lo critiquen por su religión. No le gusta confrontar, según sus propias palabras, sino dejar clara su posición. Aseguró que “Esto que está pasando me produce una profunda tristeza, estas ideas que nos quieren traer son de afuera y son modas. Con esto retrocedemos muchos años.”
En su experiencia como ginecólogo pudo ver el parto de una de sus hijas y participó de los nacimientos de otras integrantes de su familia y eso lo ha marcado.
Una familia dedicada a la salud - Foto: Nicolás Mercado para DIARIO MÓVIL
La historia familiar comenzó cuando su padre conoció a su madre, mientras estudiaba en Córdoba. Su papá era una persona de poca fe y su novia con quien después se casó, lo hizo transitar por el camino de la religión. Según relata Pablo, “mi papá tuvo una conversión a tal punto que hoy es diácono”. De allí en más toda la familia es católica practicante y en su conjunto son firmes defensores de las dos vidas y opositores al proyecto que se votará este miércoles 8 de agosto en el Senado.
Pablo, este médico que nos recibió en su consultorio ya sin pacientes, es casado, padre de familia, de firmes convicciones cristianas y de formación salesiana, egresado del Colegio Don Bosco. Dijo que “la defensa de las dos vidas, trasciende lo religioso y lo médico. Esto tiene que ver con lo humano”, expresó.
Con la guía de su padre, el médico ginecólogo mayor, a Pablo Antequeda poco le interesa que lo critiquen por su religión. No le gusta confrontar, según sus propias palabras, sino dejar clara su posición. Aseguró que “Esto que está pasando me produce una profunda tristeza, estas ideas que nos quieren traer son de afuera y son modas. Con esto retrocedemos muchos años.”
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Sucedió este martes 30 de abril.