Buscan sancionar los piropos "groseros" por la vía pública

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Piropos
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A qué mujer, y quizás a algunos varones, no le pasó caminar tranquilamente por una calle y recibir una especie de piropo ajeno. Quizás de algún techo, desde algún auto, o de por ahí. Hemos llegado a un punto como sociedad, donde nos pasamos de la raya defendiendo la integridad individual en nombre del progresismo. Digo pasarnos de la raya, porque ahora un proyecto de ordenanza municipal en Capital quiere multar a aquellos atrevidos que agredan verbalmente a las mujeres en la vía pública.



 

No está mal hacerse respetar, y mucho menos tomar alguna medida si nos sentimos gratuitamente agredidos. El tema es que la línea que divide un piropo de una agresión es muy delgada, si de subjetividades hablamos. ¿Cómo categorizamos lo que es molesto para unos, y lo que lo es para otros? ¿Cuál es el límite? Además, ¿Cómo comprobamos que verdaderamente existió una agresión verbal, cuando es totalmente impredecible y efímero?

El Concejal por Capital Alfredo Nardi, propuso agregar a un proyecto que multa las ofensivas verbales, los “piropos” callejeros. El Presidente del bloque FPV del Concejo Deliberante de Capital, Esteban Díaz, explicó de qué se trata.

“Yo creo que hay una sutil diferencia entre lo que es la agresión física o verbal, que puede sentirse una mujer agraviada, y un piropo que puede alagar o no  a la mujer. Es muy sutil y hay que encontrar la figura para enmarcarlo”.

En cierto punto, Díaz reconoció que es complicado enmarcar judicialmente estos “decires”. Y como bien agregó, “es propio del ser humano alagar a la otra persona”.

“Pero de ahí son agresiones directas sobre partes físicas de un ser humano, en este caso la mujer. Eso es lo que verdaderamente puso énfasis Nardi, cuando lo estuvimos charlando”, indicó el concejal.

A eso lo entendemos, está más que claro. Pero sigue siendo complicado definir qué y cómo lo aplicamos. Para Díaz, es necesario armar un reglamento y el organismo que debería hacerse cargo es el Juzgado de Faltas. Además, la denuncia tiene que ser sumamente inmediata y con identificación de la persona. ¿Cómo sería eso posible?

En este momento el proyecto es revisado en la comisión respectiva del Concejo.

“Que no sea solo un título sino que se pueda aplicar. Los tiempos juegan con la visita a los jueces, municipio, coordinador de gabinete, para establecer el mejor mecanismo posible para que se lleve a cabo. Muchas veces quedan las ordenanzas en tinta y papel y no es lo que se pretende”, manifestó Díaz.

Como resulte, es prácticamente vano. Quizás sería mejor aceitar nuestra propia comunicación, para poder ponernos firmes antes estas agresiones verbales, y de ser necesario, que exista una especie de “respaldo” legal, que permite que alguna autoridad de aplicación sermonee a estas personas. De allí, a pasar a una sanción legal tipo multa, es complicado. Veremos como continúa el proyecto.
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