Carrera de Comunicación: Confusiones y aclaraciones sobre el nuevo plan

San Juan
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El martes el Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Sociales aprobó el Nuevo Plan de Estudios del Departamento de Ciencias de la Comunicación, después de casi 2 décadas de debate. Esto incluye los proyectos de cambio de Plan de Estudios de la Licenciatura en Comunicación Social, de creación de la carrera Ciclo de Complementación Curricular Licenciatura en Comunicación Social destinada a egresados técnicos, y el cierre definitivo de la inscripción a las carreras de tecnicatura. Solo restan un par de pasos para el cambio, y es necesario aclarar ciertas “confusiones” que extrañamente se viralizaron por algunos medios locales, generadas por parte de quienes son periodistas y se supone, deberían estar más informados.

Sesión del Consejo Directivo. Los consejeros aprobaron el Nuevo Plan para Comunicación.

 

Como siempre, están los clásicos licenciados en “casi todo” que opinan en base a preconceptos que les bajaron desde arriba durante su vida vocacional. Mientras un grupo de docentes, alumnos y trabajadores de la comunicación estuvo años debatiendo el nuevo plan, a último momento hay quienes tienen el tupé de hablar sin el más mínimo cuidado y respeto.

Mónica Coca, Licenciada en Comunicación Social, Docente del Departamento y Vicerrectora de la UNSJ, estableció comunicación con La Red para esclarecer ciertos puntos.

En principio, cabe resaltar dos cosas: Más que enfatizar en el cierre de las carreras de Periodismo y Publicidad, cobra importancia la creación de una nueva Licenciatura en Comunicación Social, que además dará la oportunidad a técnicos de los distintos planes y nuevos técnicos, de obtener la Licenciatura con una carrera de complementación de 2 años. Además, quienes están cursando el viejo plan, podrán optar entre seguir en este o cambiarse al nuevo, pero de ningún modo se afectará la continuidad de sus carreras.

El departamento contará desde el año que viene con esta única carrera, de 4 años y medio, y encarada desde paradigmas y estructuras teórico – prácticas diferentes, adecuadas a las nuevas realidades. La Licenciatura NO DESCARTA a la publicidad y propaganda, sino que las integra en el nuevo programa con motivos más que válidos.

Tanto la Tecnicatura en Periodismo como la Tecnicatura en Publicidad y Propaganda tenían en teoría 3 años de duración, que se convertían en 6 con suerte, porque concordaba con la carga horaria de una licenciatura. Sin embargo y como advierte la Licenciada Coca, “sin luego tener las aperturas que un título de grado”.

“La tendencia actual desde la Dirección Nacional de Gestión Universitaria, es que las jergas de carreras de grado no excedan determinados pisos dado que actualmente hay un nivel de especialización tan alto que se espera que todo alumno universitario desarrolle luego formaciones de postgrado. Si manteníamos las cargas anteriores era imposible que nuestro egresado fuera competitivo”, indicó, y agregó que además “la licenciatura le permita al alumno elegir algunas de las especializaciones”.

Es así. Los 2 primeros años de la carrera consistirán en un ciclo básico donde todos cursarán juntos las mismas materias obligatorias, y cada quien sus electivas y/o optativas. Los últimos dos años y medio (ciclo superior) cada alumno podrá elegir entre 4 orientaciones: Comunicación Periodística, Comunicación Comunitaria, Comunicación Institucional y Comunicación Educativa.

NO se pierden los contenidos publicitarios ni periodísticos, como algunos quisieron creer. De hecho, se incorporan contenidos mínimos que completan y profundizan los estudios de comunicación en otras áreas, sin descuidar la periodística que siempre fue la más fuerte en la carrera. Pese a esto, existe aún una confrontación totalmente innecesaria y hasta ignorante, entre muchos periodistas y la academia.

“Me sorprendieron algunos comentarios preocupantes sobre el cierre de carreras de comunicación. Yo desde la distancia, veo que todo es una mala interpretación sobre un proceso de actualización del plan de estudio. Que los colegas, los periodistas en actividad, veníamos solicitando al departamento que se concluyera y realizara”, expresaba Mónica Coca.

Es que de esta manera, algunos periodistas se pronunciaron contra el departamento, y con total liviandad, contra la jefatura. Acá no venimos a defender ni a embarrarla más, ¿pero qué sentido tiene continuar con estos rencores y diferencias cuando todos terminamos en la misma como profesionales? Y, por otro lado, ¿Qué problema tienen algunos oficiosos del periodismo con que se expandan los límites de la carrera hacia otras aristas, igual de importantes, de la comunicación?

Existe un claro recelo, y mucha falta de información en varias de las críticas. De hecho, Coca corrigió a un periodista de La Red cuando aseguró (y lo hizo varias veces) que “quienes conducen el departamento de comunicación no son periodistas, no saben generar una noticia y trabajan desde el escritorio”. Comentario por demás innecesario, que solo resta y habla de su falta conocimiento sobre la realidad del departamento.

“En este momento en el departamento el porcentaje es uno de los más altos de docentes que están en ejercicio o que han tenido un fuerte desarrollo. La actual Vicedirectora del Departamento ha sido colega por varios años de ustedes en el Nuevo Diario. La Directora Sandra Buso, se ha dedicado siempre a lo que es comunicación institucional, no periodismo clásico, que es el eje y base de donde nació el departamento”, respondió Coca.

No se trata de tener la razón, o estar en un polo u otro de este enfrentamiento. Lo ideal sería que cada uno entienda los lugares del otro, y las decisiones profesionales. Con este cambio de plan salieron a relucir los mitos confrontativos sobre calle vs. Universidad, que solo se fundan en errores o prejuicios.

Al Plan solo le quedan 2 pasos: Aprobación del Consejo Superior y revisión en la Dirección Nacional de Gestión Universitaria.

Más allá de los errores que puedan existir en nuestros caminos como comunicadores, esperemos que las generaciones más nuevas podamos madurar esos aspectos, y generemos una comunicación (con todo lo que implica) más armónica, en la que no compitamos, sino que nuestras diferentes elecciones profesionales sirvan para crecer.
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