Uno por uno: La calificación de los jugadores de la Selección

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Después de la etapa de grupos que había dejado demasiados aplazados, el boletín final de calificaciones ofreció un crecimiento restaurador. Aprendizaje y resultados. La tracción de un espíritu rebelde y un fuerte compromiso colectivo permitieron que la mayoría quede en el recuerdo. Para ninguno, Brasil 2014 se trató de un Mundial más.

El plantel completo.

 

APROBADOS

Sergio Romero (7,29, en 7 partidos)

Una labor consagratoria, que despejó todas las dudas con las que llegó a la Copa por su inactividad en Mónaco. Decisivo frente a Irán, oportuno contra Suiza y grandioso ante Holanda. Contra Alemania ofreció otra prueba de autoridad; sólo un fantástico gol de Goetze en el minuto 113 lo quebró. Arquero para rato.

Javier Mascherano (6,71, en 7 partidos)

Colosal tarea del caudillo emocional de la selección. Una Copa del Mundo consagratoria, aunque a él no le alcance, después de las frustraciones de 2006 y 2010. Comenzó algo desprolijo con la pelota y luego creció hasta devorarse a los rivales. Feroz y contagioso.

Ezequiel Garay (6,43, en 7 partidos)

La columna defensiva. Comenzó con dudas, pero se afirmó hasta convertirse en un baluarte. El ingreso de Demichelis lo potenció. Sólido en el juego aéreo, implacable en el uno contra uno, además no tuvo necesidad de golpear. El futuro de la zaga central.

Martín Demichelis (7,33, en 3 partidos)

Un caso especial. Entró en la lista preliminar de 30 jugadores cuando nadie lo esperaba, y luego se ganó un lugar entre los 23. Empezó como suplente, pero tomó la titularidad con Bélgica para aportarle oficio y una salida más prolija al fondo. Se vengó de Sudáfrica.

Lionel Messi: 6,71.

Tuvo un buen Mundial, hizo goles fundamentales para que Argentina se clasificara a octavos y apariciones importantes en los dos partidos posteriores. Sin embargo no promedió una actuación espectacular, cómo se esperaba del mejor jugador del mundo.

Ángel Di María (6,20, en 5 partidos.

La lesión frenó su carrera hacia una labor estupenda. Era el cambio de ritmo, la dinámica y el remate de media distancia del equipo para quebrar cierto sopor. El golazo a Suiza aún se grita. La selección no pudo evitar extrañarlo contra Holanda y Alemania.

Marcos Rojo (5,83, en 6 partidos)

La revelación de la Copa. Nadie esperaba tanto. Coraje y decisión para darle dinámica y agresividad a la banda izquierda. Fuerte en el juego aéreo, una apuesta de Sabella que no le falló al entrenador. Creció en la adversidad y el futuro lo espera.

Lucas Biglia (7, en 3 partidos)

Otra saludable figura. También comenzó desde atrás, en principio tapado por Maxi Rodríguez y por Gago. Pero Sabella creyó en él para darle equilibrio al medio y no desaprovechó la oportunidad. Fue el balance ideal para Mascherano.

José María Basanta (6, en un partido)

Un obediente soldado de Sabella que respondió a las necesidades. Debió reemplazar al suspendido Rojo, contra Bélgica, y lo hizo con dedicación por la marca y atención al partido. Desde luego que no aportó proyecciones, pero cumplió.

Ezequiel Lavezzi (5,60, en 5 partidos)

Un personaje muy singular, adorado por el grupo. La lesión de Agüero le abrió un espacio en la titularidad que intentó aprovechar con mucho compromiso táctico. Jugó más de volante, atento a las coberturas, que de delantero. Se ganó el reconocimiento.

Enzo Pérez (6, en 3 partidos)

La lesión de Di María aceleró sus tiempos en el equipo. Entró de repente y se adaptó con facilidad a la dimensión de un Mundial y a las urgencias de la selección. Aplomo, circulación de la pelota y verticalidad. A tono.

Ricardo Álvarez (6, en un partido)

Apenas completó media hora cuando Sabella decidió darle descanso a Messi en el segundo tiempo con Nigeria. Después, el equipo adoptó otra matriz, más defensiva, que lo alejó de ser una alternativa para la formación. Seguramente tendrá oportunidades.

SE ESPERABA MAS

Pablo Zabaleta (5, en 7 partidos)

Apenas en la final con Alemania asomó algo de su potencial. Nunca terminó de sentirse cómodo en la competencia y no pudo replicar sus destacadas producciones en la Premier League. Le faltó determinación, presencia para imponerse.

Gonzalo Higuaín (4,86, en 7 partidos)

Jamás le restó sacrificio ni su buena lectura táctica al equipo, pese a que le costó encontrar su mejor versión atlética. Con algunos desplazamientos inteligentes compensó la falta de explosión. Sólo anotó un gol, contra Bélgica, y es toda una calificación. Soñará de por vida con la oportunidad que desperdició en la final.

Maxi Rodríguez (4, en un partido)

Comenzó entre los once, pero fue una de las víctimas de la fallida prueba estratégica de Sabella en el debut contra Bosnia. No aportó su habitual dinámica, pero apenas tuvo 45 minutos. Ingresó contra Holanda y su penal fue el decisivo para llegar a la final.

EN DEUDA

Federico Fernández (3,25, en 4 partidos)

El rendimiento individual más flojo de la competencia. Sabella creyó en él como nadie; es más, lo dejó en el equipo más tiempo del aconsejado. Tibio en el fondo, con desajustes técnicos preocupantes. Salió después de Suiza y ya no volvió más.

Fernando Gago (3,80, en 5 partidos)

Una de las tareas decepcionantes de la Copa. Se esperaba mucho más de él en su primer Mundial. Comenzó como suplente, y cuando ingresó no aportó esa claridad que ya se había extraviado en los últimos meses en Boca. Desde su demérito comenzó a reinventarse la selección.

Rodrigo Palacio (4,67, en 3 partidos)

Un jugador que no logra replicar en la selección la alta consideración que se ganó en el fútbol italiano. Fue el quinto delantero, pero Sabella le ofreció varios minutos. Esforzado, recuperó la pelota para el gol de Di María ante Suiza, pero casi nunca desequilibró. Y también lo perseguirán algunas pesadillas por la mala definición contra Neuer en la final.

Sergio Agüero (4, en 5 partidos)

Como en Sudáfrica, quedó por debajo de las expectativas. Nunca se transformó en uno de los socios que reclamaba Messi. Le faltaba frescura después de una temporada con cuatro dolencias musculares.., y en Brasil se volvió a lesionar. La final demostró que no estaba a la altura de la definición.

Hugo Campagnaro (4, en un partido)

Entre los primeros once nombres que pensó Sabella para afrontar el Mundial. estuvo él. Pero el ensayo de la línea de 5 defensores duró apenas un tiempo y en ese lapso, Campagnaro no ofreció garantías. Un paso sin huella por el torneo.

LOS QUE NO JUGARON

Solamente tres futbolistas no participaron ni un minuto en la Copa del Mundo: los dos arqueros, Agustín Orion y Mariano Andújar (también estuvo en esa situación en Sudáfrica 2010) y apenas un jugador de campo, Augusto Fernández, que había llegado con lo justo a la Copa por una lesión.
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