Germán Poblete habló con Diario Móvil y anticipó que estamos cerca del invierno meteorológico.
RAWSON: Los vecinos de la muralla festejaron la partida del asentamiento Pogreso
pared-barrio
Es la historia del barrio Barrio Cuesta del Viento en donde se levantó una pared para separarse del asentamiento hace un mes. Sin embargo, Susana (foto) que también es vecina del barrio y tiene hijos del otro lado, dijo que la inseguridad no era tal.
Susana vive en el Cuesta del Viento y tiene hijos en el asentamiento Progreso que fueron erradicados este martes por la mañana. El traslado pone fin al conflicto que se desató el 26 de septiembre cuando vecinos del conjunto habitacional levantaron una medianera para separarse de la villa argumentando que delinquían. En ese mismo día de edificación la pared fue derribada. Tuvo que intervenir la policía y el IPV para mediar. De allí surgió el compromiso en firme de la erradicación.
Susana vive en el barrio y tiene hijos en el asentamiento
"La inseguridad es en todos lados, en todas partes hay gente mala. Este barrio es muy tranquilo, aunque tiene lo suyo. Yo tengo tres hijos en el asentamiento y trabajan todos", contó a DIARIO MÓVIL Susana, de este lado de la muralla. "Han sufrido mucho las lluvias, los vientos, por eso la felicidad que tengo porque tengan su techo aunque se vayan lejos. Ojalá me inviten un asadito", dijo la mujer.
Más cerca del paredón a medio hacer miraban algunos vecinos de esa última manzana, los más acechados por la inseguridad. Aseguran que desde que se anunció que los erradicarían, se tranquilizó la situación.
Susana vive en el Cuesta del Viento y tiene hijos en el asentamiento Progreso que fueron erradicados este martes por la mañana. El traslado pone fin al conflicto que se desató el 26 de septiembre cuando vecinos del conjunto habitacional levantaron una medianera para separarse de la villa argumentando que delinquían. En ese mismo día de edificación la pared fue derribada. Tuvo que intervenir la policía y el IPV para mediar. De allí surgió el compromiso en firme de la erradicación.
Susana vive en el barrio y tiene hijos en el asentamiento
"La inseguridad es en todos lados, en todas partes hay gente mala. Este barrio es muy tranquilo, aunque tiene lo suyo. Yo tengo tres hijos en el asentamiento y trabajan todos", contó a DIARIO MÓVIL Susana, de este lado de la muralla. "Han sufrido mucho las lluvias, los vientos, por eso la felicidad que tengo porque tengan su techo aunque se vayan lejos. Ojalá me inviten un asadito", dijo la mujer.
Más cerca del paredón a medio hacer miraban algunos vecinos de esa última manzana, los más acechados por la inseguridad. Aseguran que desde que se anunció que los erradicarían, se tranquilizó la situación.
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