El estilo "MM" que se quiere imponer en la Casa Rosada

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El cambio en el estilo de ejercer el poder que llega con Mauricio Macri será brutal. Después de 12 años de kirchnerismo y de liderazgos como los de Néstor y Cristina Kirchner, el nuevo presidente de la Argentina inaugurará en la Casa Rosada una forma de conducir el país. No tiene nada que ver con el ¨estilo K¨. Macri es un político que escucha más de lo que habla, trabaja en equipo, es metódico, y detesta las internas.




 





 

La primera señal de cambio será que el nuevo presidente se reunirá todas las semanas con su gabinete. Hace doce años que esto no sucede en el poder. Parece una cuestión menor, pero encierra la clave de cómo Macri ejerce el poder: él toma las decisiones finales, pero primero escucha a los miembros de su equipo. No conoce otra forma de trabajar. Y para eso tiene un sistema preciso que utilizó en la ciudad de Buenos Aires y llevará a la Nación.

Los que conocen muy bien cómo funciona el presidente electo aseguran incluso que si su equipo está convencido de una decisión opuesta a la de él y lo argumentan bien, es capaz de apoyar a sus funcionarios. Esa es la forma con la que se desempeñó en la Ciudad de Buenos Aires en los ocho años de su gestión y que instalará en la cima del poder.

Néstor Kirchner jamás reunió a su gabinete. Ejercía el poder en forma radial, esto significa que manejaba la relación con sus ministros en forma personal y concentraba todas las decisiones. Además, tenía un control absoluto. Hasta los detalles de las cuentas del Estado estaban en su libreta negra. Hay ministros que todavía recuerdan cuando los llamaba para preguntarles números finos de la economía.
La Presidenta fue bastante parecida a su marido. Nunca hizo reuniones de equipo y concentró todo el poder.

Mientras vivía Néstor Kirchner, los ministros se encontraban en una situación incómoda: muchas veces recibían órdenes contrapuestas del matrimonio presidencial. Con el tiempo se ordenó todo y los funcionarios reconocen en Cristina Kirchner una mujer que ejerció el poder a fondo, aunque con otro estilo. En lo concreto, ambos construyeron relaciones con sus Ministros, pero nunca los reunían para trabajar como equipo. No compartían información con todos. Nunca.

Macri es todo lo contrario. Su esencia es el trabajo en equipo y el método. Tres de las fuentes que mejor lo conocen contaron cómo funciona el presidente electo. ¨Macri es metódico en su vida, después en la política es igual. No hay dos Mauricios. Es igual en los dos ámbitos¨, dijo un hombre que lo conoce hace muchos años. Se refería a su mente de ingeniero y de empresario ordenado, para la familia y el trabajo.

El desafío que enfrenta ahora es enorme al conducir un país y coordinar con María Eugenia Vidal en la provincia y Horacio Rodríguez Larreta en la ciudad, la gestión. Tendrá que aplicar también más la política de negociación frente a un Congreso que no maneja y a 15 gobernadores peronistas. Según dijo Macri en estas horas a los gobernadores del PJ con los que habló, va a haber vocación de diálogo permanente.

El presidente electo pretende mantener lo más que pueda su rutina actual, pese a que se mudará a la Quinta de Olivos. Macri se levanta siempre entre las 6:30 y 7 de la mañana, hace gimnasia y empieza temprano las reuniones de trabajo. Cuando no tiene almuerzo de trabajo, come solo en su oficina de Parque Patricios y es muy riguroso con la comida, a excepción de su debilidad: los chocolates, que por lo general se los regala su esposa Juliana Awada.
Las reuniones de Macri con su equipo de trabajo tienen una condición fundamental para empezar: la puntualidad.

Macri es un fanático de cumplir los horarios y cree que la puntualidad marca el respeto entre las partes que se encuentran. Sus funcionarios lo saben muy bien. Hace años impuso sanciones a las llegadas tarde: el que no llega a tiempo debe pagar una multa. Los montos fueron variando al ritmo de la inflación. Hoy alguien que llega tarde hasta 15 minutos paga $200. Y si la tardanza aún es mayor, recomiendan "mejor ni aparezcas". Hay ministros porteños que acumulan sus multas. Uno de ellos ya pagó $700. El secretario de Medios porteño y a quien Macri quiere al frente del AFSCA, Miguel de Godoy, es el encargado de cobrar la multas.

En todos estos años Macri llegó una o dos veces tarde y le hicieron pagar. ¨Me atrasé porque me estaban haciendo una nota en la puerta¨, fue la excusa del jefe de gobierno porteño en una oportunidad. Pero no lo perdonaron y tuvo que abonar.


Mauricio Macri


El tema de ser exigente con la puntualidad revela no sólo el respeto para todos los funcionarios sino un método de trabajo. En las reuniones de gabinete porteño hay además un ¨panel de control¨, que es donde quedan registrado los objetivos de cada área y cómo va la evolución del cumplimiento de esas metas.

El mismo sistema Macri planea llevarlo a la Casa Rosada, bajo la coordinación de Marcos Peña, futuro jefe de Gabinete y el hombre con más poder del futuro gobierno y uno de los que más escucha Macri. Peña coordinará el gabinete bajo la instrucción presidencial de fijar metas concretas. Ambos saben que los resultados en el país van a demandar más tiempo, por eso la prioridad es ordenar la economía.

Apenas asuma el poder, Macri convocará a un acuerdo político a todos los sectores políticos para llevar adelante políticas de Estado.
A la semana siguiente pondrá en funcionamiento su gobierno con la primera reunión de Gabinete en doce años. Allí se definirán los temas y cada funcionario expondrá los planes y problemas en su área.

La idea de Macri de que su gestión tenga un sello federal y además de las políticas, los gestos también serán importantes. Empezará con ir todos los meses a una provincia del país con sus funcionarios y realizar sus reuniones de gabinete en el interior del país. Es parte también de otro rasgo del ¨estilo MM¨, cambiar los lugares donde hacer las reuniones, algo que era muy frecuente en la ciudad.

Después de la mudanza a Olivos, Macri quiere dividir su tiempo entre la quinta presidencial y la Casa Rosada. Ya dijo que quiere en lo posible cortar con el trabajo a las 20 y comer a la noche en Olivos con su familia porque eso le hace bien. No quiere transformarse en un hombre tomado por el poder todo el día. ¨No sé si va a poder irse tan temprano, te aseguro que a la noche va a cortar¨, dijo la fuente.

Estas últimas 48 horas buscó un poco de descanso en la intimidad familiar después de una semana intensa de trabajo en el armado de su gabinete y para renovar energía frente a lo que viene. ¨Necesito dormir tres días seguidos¨, dijo Macri el viernes a uno de sus más estrechos colaboradores.

El presidente electo es un convencido de que si no está bien a nivel personal, no puede funcionar en la gestión. Por esa razón quiere preservar su espacio familiar y dos de sus actividades deportivas favoritas que suele practicar los fines de semana, el fútbol con amigos y los partidos de paddle. Lo único que cambiará es que los trasladará a Olivos. ¨Jugar al fútbol y a veces al paddle son el cable a tierra de Mauricio y le va a venir bien mantenerlo ahora que es presidente¨, dijo una de las fuentes que mejor lo conoce.

Los hombres que integran la ¨mesa chica¨ son Marcos Peña, su amigo el empresario Nicolás Caputo, Horacio Rodríguez Larreta, y a veces Jaime Durán Barba. En la campaña se sumaron el diputado y operador político Emilio Monzó, y las dos mujeres estrellas del PRO, la vicepresidenta electa Gabriela Michetti, y la gobernadora electa de Buenos Aires, María Eugenia Vidal.

En la dinámica que viene, Macri tiene pensado incorporar en su agenda presidencial las reuniones de su equipo político. El asesor ecuatoriano Jaime Durán Barba seguirá cerca del presidente electo. Algunos funcionarios que asumirán con Macri el 10 de diciembre hubieran preferido un gabinete menos técnico, pero confían en Macri que acertó con todas sus decisiones: apoyar a Rodríguez Larreta en la Ciudad, no pactar con Sergio Massa, llevar a María Eugenia Vidal en la provincia, y así llegó a la presidencia.

Macri ya le imprimó a su equipo económico su método de trabajo, con reglas estrictas para funcionar como son además las que implican no hablar mal de los compañeros del gabinete. Esto último forma parte también de un nuevo estilo de trabajo que llega a la Casa Rosada.
Macri gestiona con la premisa de que reine el buen clima en el equipo y no haya internas feroces, clásicas en todos los gobiernos.

Todos los que trabajan hace ocho años con el presidente electo cuentan cosas parecidas cuando se los consulta sobre el nuevo estilo de ejercer el poder: coinciden en que Macri escucha, le gusta que le argumenten con fundamentos cada postura y prefiere tomar la decisión después de varias consultas. ¨Nunca te dice lo que piensa para no condicionarte tu propia opinión. Está muy abierto incluso a cambiar de opinión si logras convencerlo de lo contrario¨, relató un funcionario que ahora lo acompañará de cerca en la Casa Rosada desde el 10 de diciembre próximo.

La famosa ¨rosca política¨ de la que son cultores peronistas y radicales es algo que tampoco agrada al nuevo presidente. Y mucho menos si se trata de reuniones nocturnas extendidas. Kirchner, por ejemplo, solía tener en Olivos sobremesas hasta la madrugada hablando de política. Muchas veces, Cristina Kirchner se levantaba de la mesa y se iba a descansar y él seguía por lo menos tres horas más. Con la muerte de Kirchner, las cosas cambiaron en Olivos y el estilo de Cristina Kirchner fue diferente. Casi con exclusividad, las cenas en Olivos era con Carlos Zannini. Y las reuniones políticas disminuyeron.


Macri


En la Casa Rosada ya se puede respirar el cambio de estilo. ¨Esto parece un cementerio¨, dijo irónico un colaborador de un importante Ministro del Gobierno para describir el clima que existe entre algunos que ya están armando cajas y la poca actividad presidencial desde antes de la derrota en las urnas.

Macri se prepara para sus últimos días antes de asumir. Esta semana debe terminar de definir el paquete de medidas que lanzará el 10 de diciembre y definir algunos cargos que aún faltan, como quién comandará la ex SIDE y la Agencia Federal de Lucha contra el Narcotráfico. Además sus futuros ministros mantendrán reuniones con sus pares salientes los temas que se refieren a la transición y Marcos Peña quiere también definir con el jefe de Gabinete Aníbal Fernández los detalles del traspaso de mando.

Además, Macri debe acelerar con su futura canciller Susana Malcorra los embajadores que reemplazarán a los actuales.
El canciller Héctor Timemann les avisó a todos que el 9 de diciembre tienen que estar todos de regreso en Buenos Aires por expreso pedido de la Presidenta y asistir a su salida del poder.

La despedida que el kirchnerismo le arma a la Presidenta inquieta a varios de los nuevos Ministros. La idea es que Cristina Kirchner salga de la Casa Rosada en medio de una multitudinaria manifestación en apoyo a sus ocho años de mandato, a su proyecto. La marcha al Congreso preocupa por la posible tensión cuando Macri salga de la Asamblea Legislativa con la banda presidencial. Pero hay más, una fuente allegada a Macri contó que todavía faltan acordar varios detalles, además que la ceremonia de transmisión estará a cargo de Tristan Bauer, presidente de Radio y Televisión Argentina, a quien Cambiemos quiere fuera de su cargo después del 10 de diciembre.
¨Ellos nos van a manejar la transmisión del mando y nosotros no podemos participar. Puede que no pase nada o puede ser la última maldad que nos haga el kirchnerismo¨, dijo la fuente.

Falta muy poco para asumir, aunque Macri ya actúa como presidente: habla con sus pares de otros países y prepara su primera visita a Brasil. Quiere que el cambio se note aunque sea en gestos apenas el llegue al poder. Por eso, convocará a un amplio acuerdo político y empezará enseguida a poner en marcha la nueva forma de ejercer el poder que llega a lo más alto. Ya les dijo a sus ministros que se olviden de las vacaciones y los feriados. ¨Empezamos con todo¨, les advirtió.

 

Fuente: Infobae.-
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