"Si hoy fuera el último día de tu vida, ¿te gustaría hacer lo que estás haciendo?"

Tecno
El creador de Pixar y cofundador de Apple, Steve Jobs, en un discurso brindado en 2005 en la Universidad de Stanford. habló de la vida, de la muerte e instó a seguir siempre la propia intuición. Recordemos juntos. 








Corría el año 2005 cuando Steve Jobs cautivó a una multitud en Stanford hablando de sus tiempos de estudiante, su necesidad de reinventarse tras ser despedido de Apple y sobre cómo la sombra de la muerte le sirvió de estímulo para tratar de dar siempre lo mejor de sí.

"Yo nunca me gradué en la Universidad", inició, provocador, su exposición ante una nutrida concurrencia de graduados. Acto seguido contó que abandonó sus estudios en la Universidad de Reed a los 6 meses de haber comenzado y que se quedó como oyente durante 18 meses más, asistiendo a las clases que le interesaban. "No era todo romántico. No tenía habitación, así que dormía en el suelo de la habitación de mis amigos y retornaba latas de Coca Cola a 5 centavos cada una para juntar dinero para comer", recuerda.

Tras referirse a cómo lo marcó el haber sido despedido de la empresa que él fundara, Jobs es categórico: "A veces la vida te pega con un ladrillo en la cabeza. No pierdan la esperanza. Estoy convencido de que la única cosa que me mantuvo a flote fue que amaba lo que hacía. Tienen que encontrar lo que aman. (.) Si aún no lo encuentran, sigan buscando. No descansen."



"Cuando tenía 17, leí una cita que decía algo así: Si vives cada día como si fuera el último, es probable que algún día tengas razón. Me impresionó mucho y, desde entonces, cada mañana me miro al espejo y me pregunto: si hoy fuera el último día de mi vida, ¿me gustaría hacer lo que estoy a punto de hacer hoy? Y cuando la respuesta ha sido NO por varios días seguidos, me doy cuenta de que tengo que cambiar algo", afirma en otro pasaje.

Jobs, quien falleciera de cáncer en 2011, creía en aquel momento haber superado la enfermedad tras haberse sometido a una cirugía el año anterior. Sin embargo, lo inexorable de la muerte continuaba siendo un motor para su creatividad y sus deseos de superarse.

"Recordar que pronto voy a estar muerto es la herramienta más importante que he encontrado para ayudarme a tomar las grandes decisiones de mi vida. Porque casi todas las expectativas externas, todo el orgullo, el miedo o la vergüenza a fallar son cosas que desaparecen frente a la muerte.

"Su tiempo es limitado -le dijo a la promoción que allí se graduaba-. No lo desperdicien viviendo la vida de alguien más. No se dejen atrapar por el dogma de vivir con los resultados del pensamiento de otras personas. No permitan que el ruido de la opinión de otros apague su propia voz interna. Y lo más importante: tengan el coraje de seguir a su corazón y su intuición. De alguna manera ellos saben lo que ustedes quieren ser."

 

Fuente: La Nación.-
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