Carrió teme que Aníbal la "liquide" si gana las elecciones

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Dijo que deberá dejar el país porque "enfrentarse al narcotráfico no es fácil"; además, calificó el viaje de Scioli a Italia en plenas inundaciones de "imbecilidad".




 





 

Algo cambió en Elisa Carrió después de las elecciones primarias. Ayer en conversaciones  y con una taza de café en las manos, la ex precandidata a Presidenta por el frente Cambiemos pareció haberse sacado de encima una mochila que le inyectaba tensión. "Estoy espléndida", fue lo primero que le dijo al periodista Pablo Sirvén al comienzo de la entrevista.

A pesar de lo relajada que se la veía, lo que siguió fueron veinte minutos de declaraciones propias de la "Lilita" combativa. A pocos días de viajar a Estados Unidos a "resolver cuestiones", la diputada nacional aseguró que, si gana Aníbal Fernández en la provincia de Buenos Aires, tendrá que dejar el país junto con su familia, calificó de "imbecilidad" el viaje de Scioli a Italia en medio de las inundaciones, habló de los objetivos de Cambiemos hacia octubre, y sostuvo que no la defraudó el 2% de los votos que cosechó el domingo pasado.

"Mi destino está atado a que sea derrotado Aníbal Fernández, si no tendré que partir con toda mi familia de la Argentina porque voy a ser liquidada. Enfrentarse al narcotráfico no es fácil. En la Argentina se mata", sostuvo, aunque se mostró optimista de cara a octubre: "Ya me llevé puesto a Milani [César, el ex jefe del Ejército] y en octubre se va Aníbal".

DESAMPARADOS

Carrió también se refirió a las inundaciones que afectan a numerosos municipios de Buenos Aires desde hace varios días. Cuestionó la "evidente ausencia del Estado" y el "desamparo más absoluto" en el que viven los afectados, además de fustigar al gobernador, Daniel Scioli. "Está demostrando que es débil de carácter y débil de principios. Que esté en Italia en la mayor inundación de Buenos Aires es una imbecilidad, ¿o no?", preguntó.

El desempeño electoral del frente opositor Cambiemos en las PASO, que sumó cerca del 30% de los votos, está muy lejos del objetivo que Carrió le estableció a la alianza para las elecciones generales. "El objetivo de Cambiemos ahora es el 51%. Hay que trabajar, pero el espanto va a unir a la sociedad", se confió. Parte del optimismo de la dirigente recae sobre su creencia en que el kirchnerismo y el PJ -"una organización delictiva", según dijo- no obtienen la misma cantidad de votos que en su mejor momento. "Su poder se redujo enormemente. Con todo su aparato no pueden pisar el 40%. Están bajando", dijo.

Fiel a su estilo, la diputada también apuntó a aquellos dirigentes que quedaron fuera de Cambiemos, pero que sí integraron UNEN con ella, como Margarita Stolbizer y Hermes Binner. "Si yo no hubiese dado el portazo en UNEN, hoy no existiría Cambiemos. Y Cambiemos es mucho más que UNEN, con lo que hubiéramos quedado en el 10% de los votos y garantizándole la victoria a Scioli, como se la garantiza Margarita Stolbizer o Binner", lanzó.

Además de estar "espléndida", de definirse como "una gran artista", como una persona "difícil de entender" y como la "Susana [Giménez] de la política", Carrió también aseguró haberse sentido "liberada" después del domingo. "No estar en el centro de la escena es una gran liberación. Ya dije todo lo que le tenía que decir a la sociedad. Ya la advertí", expresó. También negó que la poca cantidad de votos que recibió la hubiera defraudado. "Son los mismos 500.000 votos de siempre", sostuvo.

En tanto, Carrió no descartó la posibilidad de tener un rol en el exterior en el futuro. "Me gustaría estar en algún lugar donde pueda ayudar desde la alta política a la paz", afirmó. Sin embargo, hacia el final de la conversación aseguró que no dejará la política: "Nunca me voy a ir".

 

Fuente: La Nación.-
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