Venezuela: Policías fusilaron en la calle a un detenido

Las impactantes imágenes del video muestran la ejecución de un presunto miembro de una "megabanda" de delincuentes junto a cadáveres de sus compañeros en el estado de Aragua.

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Tres cadáveres sobre el piso. Silencio. De repente, entran en escena al menos cinco policías y un detenido, a quien colocan cerca de los cuerpos y le abren los brazos. Él ve que su final se acerca y no lo quiere ver. Gira su cabeza, pero los policías lo obligan a mirar al frente. Disparo seco, a sangre fría. Los agentes lo rodean mientras agoniza. El detenido finalmente muere.

La escena es cada vez más común en medio de una ola de violencia en Venezuela.

Esta vez se vivió en el estado de Aragua la semana pasada y fue captado por un testigo oculto que vio todo desde un edificio cercano, según el diario El Nuevo Herald. Según la publicación, el hombre era parte de una "megabanda", una "organización conformada por 50 integrantes [de pandillas] o más que operan con virtual impunidad en distintas zonas del país", un fenómeno creciente en una Venezuela violenta.



 

El video, presuntamente grabado el pasado 5 de agosto, muestra a agentes matando de un tiro a un miembro de una megabanda que presuntamente se enfrentó a los tiros a la policía luego de que los agarraran intentando robar en una empresa metalúrgica en Maracay. El video muestra que después de la ejecución, los efectivos acomodaron el cuerpo junto a los otros cadáveres, moviéndolo desde las piernas, y le echaron agua sobre la sangre.

El Nuevo Herald aclara que el video le fue suministrado por "una fuente confiable vinculada con los organismos de seguridad de Venezuela, pero la autenticidad de la grabación no pudo ser verificada independientemente".

El diario menciona que "según los expertos, el surgimiento de este fenómeno [las megabandas] se debe a una serie de errores cometidos por el régimen chavista, que incluyen la adopción de iniciativas gubernamentales insensatas, la corrupción de funcionarios que les suministran armas de guerra y la impunidad que otorga una inexistente política de Estado para combatir el crimen".

 

Fuente: La Nación.