Carrovelismo en Barreal, uno de los lugares por excelencia en el mundo para este deporte

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Los deportes de aventura son la perfecta elección para vivir emociones nuevas y disfrutar del tiempo libre. San Juan, por sus características geográficas, ofrece un abanico amplio para elegir la actividad que más se adapte a los gustos de deportistas y turistas. Una de ellos es el carrovelismo en La Pampa del Leoncito, en donde la nula vegetación y obstáculos, sumado a los vientos que soplan en el lugar, brinda perfectas condiciones naturales para la práctica de este deporte no convencional, convirtiéndola así en uno de los lugares privilegiados por excelencia para este deporte. 

San Juan cuenta con una de las atracciones más imponentes para los amantes de los deportes no convencionales. Ubicada a 30 km de Barreal y a más de 1700 metros sobre el nivel del mar, Barreal Blanco es una de las mejores pistas de toda Sudamérica para practicar el carrovelismo o windcar.

La formación geológica en la que se encuentra La Pampa del Leoncito es una antigua laguna que, tras secarse, formó una superficie de sedimentos lacustres. Se trata de una planicie arcillosa y blanquecina de 14 kilómetros de largo por 4 kilómetros de ancho, cuyo constante viento la destinó a ser el punto ideal para este increíble deporte que pocos conocen.

El carrovelismo como deporte surgió en la ciudad belga de De Panne en 1898, cuando los hermanos André y François Dumont impulsaron las primeras competencias de carros a vela. De Panne sigue siendo la capital mundial de la actividad, que gracias a la tecnología actual ha llegado a los 186 km/h sobre tierra y a los 270 km/h sobre hielo.

En nuestro país, se practica en Rada Tilly, Comodoro Rivadavia, y en Pampa del Leoncito, considerada la mejor cancha de Sudamérica. El pionero de la actividad fue el belga Johan Byttebier, que descubrió el Barreal Blanco al sobrevolarlo en 1973. Él, junto a Jaime "Gringo" De Lara, quien fue la cara visible de los campeonatos que dieron origen a los avisos de Marlboro en los ‘80, Rogelio Toro y Roberto Ballesteros son los próceres sanjuaninos de la actividad.

La vegetación alrededor de La Pampa del Leoncito es de arbustos bajos, por lo que una vez que se ingresa a este desolado sitio natural, desaparece toda fronda y todo tipo de obstáculos lo cual, sumado a los vientos que soplan en el lugar, brinda perfectas condiciones naturales para la práctica del carrovelismo. Esto es lo que justamente la convierten en uno de los lugares privilegiados por excelencia para este deporte.

Esta singular práctica se disfruta en un carrovela, que es un triciclo donde las dos ruedas traseras están fijas, y una delantera más chica, hace de volante y se maneja con los pies. Dos bastidores de acero con fuselaje, donde el piloto se recuesta y un mástil de aluminio, que sostiene una vela que se mueve por la acción del viento, completan el diseño de este singular carro. Los autos a vela corren empujados por el viento Conchavado, y la velocidad puede alcanzar más de 135 kilómetros sobre hora.

En la localidad de Barreal hay prestadores turísticos que ofrecen el servicio de paseo en carros a vela especiales de 2 plazas, en los que el prestador maneja y el turista acompaña disfrutando de la experiencia y del paisaje. Estos prestadores también dan cursos de manejo de carrovela y ofrecen el alquiler de carros deportivos para que quienes tengan experiencia en su manejo, puedan practicar este original deporte independientemente.

Esta actividad puede realizarse únicamente en los meses de octubre a marzo, que es la época en que corren los vientos necesarios para poder empujar el carro.
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