El trabajo informal en el Gran San Juan representa el 35,6%
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Para analistas la mayor parte de los puestos de trabajo que se perdieron el último año corresponden a empleos informales.
Sobre un total de 14 millones de trabajadores empleados, alrededor de 4,5 millones de asalariados no registraban aportes a la seguridad social al finalizar el primer semestre del año, de acuerdo con los datos oficiales difundidos ayer por el Indec, que estimó que en el período abril-julio el empleo informal se ubicó en el 33,1%, nivel que marcó un leve empeoramiento de 0,3% respecto al primer trimestre, pero una mejora de 1,4% en la comparación interanual. La contracción que registró el trabajo en negro tuvo lugar en el mismo período en que el organismo estadístico oficial detectó una caída en la tasa de empleo, que –para los analistas del mercado laboral– representó la pérdida de unos 400.000 puestos de trabajo en el último año, de los cuáles alrededor del 90% (350.000) corresponderían a empleos informales.
De acuerdo con los datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), la informalidad afecta con mayor intensidad a las ciudades de más 500.000 habitantes, donde trepa al 33,7%, mientras en aglomerados de menos de medio millón desciende a 30,4%.
En paralelo, del informe oficial se desprende que la situación laboral más precaria se registra en el Noroeste, donde la informalidad alcanza en promedio el 41,5% del total de asalariados, con picos del 45,5% en el Gran Tucumán, del 46% en Salta y el 41,1% en Santiago del Estero.
Luego se ubica la región Noreste, donde la cantidad de trabajadores sin aportes jubilatorios representa el 35%, seguida por Cuyo con 35,2%. Corrientes, con el 36,2% de empleo en negro y Formosa con el 36,4% representan las provincias con mayor precariedad laboral del NEA, mientras que en Cuyo, los niveles más altos se observan en el Gran San Juan (35,6%) y en San Luis (36,3%).
En el Gran Buenos Aires, el 32,6% de los empleados no está registrado y en la región Pampeana el porcentaje se ubica en 32,2%, en ambos casos por debajo del promedio nacional. La mejor situación aparece en la región Patagónica, donde solo el 19,1% de los empleados trabaja de manera informal.
El relevamiento del Indec señaló que al finalizar el segundo trimestre del año la tasa de desocupados se ubicó en el 7,5%, afectando con mayor intensidad a las mujeres y los jóvenes menores de 30 años.
Sobre un total de 14 millones de trabajadores empleados, alrededor de 4,5 millones de asalariados no registraban aportes a la seguridad social al finalizar el primer semestre del año, de acuerdo con los datos oficiales difundidos ayer por el Indec, que estimó que en el período abril-julio el empleo informal se ubicó en el 33,1%, nivel que marcó un leve empeoramiento de 0,3% respecto al primer trimestre, pero una mejora de 1,4% en la comparación interanual. La contracción que registró el trabajo en negro tuvo lugar en el mismo período en que el organismo estadístico oficial detectó una caída en la tasa de empleo, que –para los analistas del mercado laboral– representó la pérdida de unos 400.000 puestos de trabajo en el último año, de los cuáles alrededor del 90% (350.000) corresponderían a empleos informales.
De acuerdo con los datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), la informalidad afecta con mayor intensidad a las ciudades de más 500.000 habitantes, donde trepa al 33,7%, mientras en aglomerados de menos de medio millón desciende a 30,4%.
En paralelo, del informe oficial se desprende que la situación laboral más precaria se registra en el Noroeste, donde la informalidad alcanza en promedio el 41,5% del total de asalariados, con picos del 45,5% en el Gran Tucumán, del 46% en Salta y el 41,1% en Santiago del Estero.
Luego se ubica la región Noreste, donde la cantidad de trabajadores sin aportes jubilatorios representa el 35%, seguida por Cuyo con 35,2%. Corrientes, con el 36,2% de empleo en negro y Formosa con el 36,4% representan las provincias con mayor precariedad laboral del NEA, mientras que en Cuyo, los niveles más altos se observan en el Gran San Juan (35,6%) y en San Luis (36,3%).
En el Gran Buenos Aires, el 32,6% de los empleados no está registrado y en la región Pampeana el porcentaje se ubica en 32,2%, en ambos casos por debajo del promedio nacional. La mejor situación aparece en la región Patagónica, donde solo el 19,1% de los empleados trabaja de manera informal.
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