Lilita comparó a Pino con un marido golpeador

Política
"Me fue a buscar para ser Senador y al otro día me pegó como un macho cruel", dijo la Diputada nacional sobre el conflicto con su compañero de UNEN.

Interna. Se abre una importante brecha entre los dos representantes de UNEN.

 

"¿Por qué me pegan tanto? Recen por mí para que no me lastimen. No soy culpable de que la gente me quiera". Fiel a su estilo verborrágico e histriónico, la diputada Elisa Carrió se refirió a los cruces con el senador Pino Solanas y a las internas que surgieron dentro del Frente Amplio- UNEN por una posible alianza con el macrismo. Lejos de minimizar las diferencias con Solanas, luego del desplante que le realizó en pleno lanzamiento de la fuerza política a nivel porteño, volvió a cuestionarlo. "Me sentí muy usada y lastimada por alguien que me fue a buscar para ser senador", expresó la legisladora, quien remarcó: "Me debo al pueblo, no a él".

El cortocircuito entre ambos quedó en evidencia el lunes pasado cuando públicamente Carrió salió del escenario del Palacio Rodríguez Peña mientras Solanas pronunciaba un discurso. La diputada se había molestado luego de que su compañero de espacio afirmara que en UNEN no había "espacio para la derecha moderna". En diálogo con el programa A dos voces, que se emite por la señal TN, Carrió volvió a justificar su actitud al asegurar que "por respeto al pueblo, no podía consentir" lo que decía Solanas. "Me retiré respetuosamente y en silencio porque yo pedí a mucha gente de centro y centro derecha que lo voten para que sea senador", indicó.

Al respecto dijo que sintió que el senador excluía a los votantes. "No tengo un voto ideológico, sino gente que cree en los valores. No comparto ningún escenario donde me siento ajena, nadie me corre por izquierda. No hice nada más que ir a comer pizza. Y fue un gesto a todo UNEN", insistió. Visiblemente emocionada recalcó que se siente despreciada. "Me tratan de gorda, chancha, loca. Estoy cansada. La educación no me da para decir más cosas. Nunca conocieron mi familia. A todos les digo basta, porque soy una mujer, y estoy sola. Me duelen la humanidad y los argentinos. No me cansa luchar contra el poder. Me cansan las miserias y la mediocridad".

"La derecha de la Argentina no es el macrismo. Me reí para descontracturar, pero me sentí muy usada y lastimada por alguien que me fue a buscar para ser senador, lo ayudé a ser senador, y al otro día me pegó como un macho cruel. Eso no se hace", agregó angustiada. "No soy de arrear por nadie, no me arrean con un discurso. A mí no me manda ningún hombre. En ese escenario, cada discurso era contra mí. Llevé la victoria a Capital. ¿Por qué me pegan tanto?", finalizó.

 

Fuente: La Nación
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