“El derribo de aviones requiere de un debate parlamentario amplio y serio”

La diputada nacional rechazó la Emergencia de Seguridad que anunció el Gobierno de Macri.

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Stolbizer criticó la Emergencia en Seguridad decretado por Macri

El gobierno nacional decretó la Emergencia en Seguridad en todo el territorio argentino. La medida, que busca generar un shock en la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado, generó apoyos y críticas en todo el arco político.

En diálogo desde España, la diputada Margarita Stolbizer marcó sus diferencias con la medida, especialmente con la posibilidad de derribo de aviones hostiles que, según ella, debería ser tratado en el Congreso nacional mediante un consenso con todas las fuerzas políticas.

El gobierno de Mauricio Macri decretó la emergencia en seguridad. Usted criticó esa medida, ¿por qué?

La situación de inseguridad que vivimos es grave, con múltiples y complejas causas. Para atenderla se requiere discutir seriamente, con profundidad, no pensando en los réditos de corto plazo tan dependientes del marketing político, sino más bien en los alcances y resultados de largo plazo. Entonces, en lugar de emergencia, lo que hace falta es poner en marcha un plan integral, consensuado y sostenible en el tiempo, donde por sobre todo se garantice la eficacia de las medidas. Lo mismo para el tratamiento del crimen complejo/narcotráfico que es la cara más difícil de la inseguridad. En lugar de un decreto de apuro, con impacto pero poca eficacia, se debería convocar a discutir a técnicos, expertos, acordar políticas regionales con los países vecinos, crear una agencia especial, entre otras cosas. Y en particular mi crítica se dirige a la posibilidad del derribo de aviones. Eso especialmente requiere de un debate parlamentario amplio, serio, con tiempo y profesionalismo.

El gobierno se enfrentó a un desmanejo de las fuerzas de seguridad en el caso de la fuga de los autores del Triple Crimen de General Rodríguez. ¿Usted cree que ese caos apuró los tiempos que desembocaron en este decreto?

Es posible, pero no habría que mezclar las situaciones. La fuga demuestra la fragilidad del sistema penitenciario, especialmente bonaerense, las complicidades en las fuerzas de seguridad. Y son problemas que vienen de arrastre y que exceden a la provincia de Buenos Aires.

Al declarar la emergencia en seguridad, ¿existen medidas extraordinarias a las que usted se opone?

Las emergencias se han usado para evitar las licitaciones y concursos en las contrataciones del estado, han estado al servicio de hechos de corrupción. Y en ese punto hay que procurar ser más transparentes. No creo que esa sea la intención de este gobierno, pero debería cuidar esta cuestión. También sirve para hacer movimientos internos de urgencia. No está mal en ese sentido. Pero decisiones tan extremas y de raíz tan claramente legislativa, como el derribo o la actuación de las fuerzas de seguridad en los barrios, deberían someterse a una discusión amplia en el Congreso.

Se hizo foco en la ley de derribo como herramienta a usar para combatir el narcotráfico. ¿Cuál es la incidencia de la ruta aérea en los ingresos y egresos de droga al país?

Es una incidencia relativa. Hace años se hablaba mucho de las pistas clandestinas y el vuelo ilegal de aviones. Hoy, y sobre todo consecuencia de tantos años de corrupción, hemos visto el cambio de rutas. Los aviones que cargan droga y recién se descubren cuando llegan a Europa, salen de puertos y aeropuertos legales, por aduanas legales de Argentina donde funcionarios corruptos no advierten nada. Y la ruta fluvial del Paraná también se ha convertido junto a pasos terrestres en los lugares por donde circula más droga. De todos modos, la discusión sobre el derribo se debe focalizar en la eficacia o ineficacia de la medida. Y cuando observamos que todos los países que tienen esta política han aumentado el tráfico de drogas y las rutas por donde circulan, vemos que no es una buena medida, sumado a los riesgos por su irreversibilidad.

¿Cree que el gobierno de Macri apunta la lucha contra el narcotráfico hacia un perfil más militarista? ¿O tiene esperanzas que se trate de una lucha más integral?

Yo espero que se trate de una decisión política más integral, pero para eso hay que hacerlo de otra manera, con otros tiempos y otros actores. Hace un año todas las fuerzas políticas firmamos un documento a propuesta de Monseñor Lozano de la Pastoral Social. Es un documento muy completo y concreto sobre lo que se puede/debe hacer. Creo que habría que trabajar con eso como base.

El secretario de seguridad interior, Gerardo Milman, es un político de su entorno. Como funcionario del gobierno nacional, defendió la medida y, por ende, se puso en la vereda de enfrente de sus críticas. ¿Hay una ruptura política en puerta o su espacio político permite estas diferencias de visiones?

Yo respeto mucho la diversidad de opiniones y también las decisiones del gobierno y la opinión de sus funcionarios, aunque no las comparta. Así es como funciona la democracia, con consensos y disensos. Es lógico que Milman defienda las decisiones del Ministerio del que forma parte. Y también es lógico que yo exprese mis diferencias. Si la medida, como dice Milman es excepcional y lo normal será que no se aplicará, entonces con más razón se deberían poner en marcha otras medidas para su aplicación permanente, no excepcional.

Fuente: El Intransigente