Tendencia local: el clima que se repite en San Juan cada fin de año

El clima de fin de año en San Juan parece seguir un patrón cada vez más reconocible. Lejos de tratarse de un fenómeno aislado, las condiciones previstas para este 31 de diciembre se inscriben dentro de una tendencia que se viene repitiendo en los últimos años: calor intenso durante el día, noches cálidas y la posibilidad de tormentas aisladas, especialmente hacia la tarde o la noche.

Un repaso por lo ocurrido en las celebraciones de Año Nuevo entre 2020 y 2024 permite observar que, en términos generales, San Juan está acostumbrado a despedir el año con temperaturas elevadas, propias del pleno verano. Las máximas suelen ubicarse entre los 30 y 36 grados, mientras que las mínimas nocturnas rara vez bajan de los 20 grados, lo que deja noches pesadas y poco alivio térmico para las reuniones familiares o al aire libre.

En los últimos años, además, comenzó a aparecer con mayor frecuencia un condimento adicional: la humedad y la chance de lluvias o tormentas puntuales. Si bien diciembre históricamente no se caracteriza por grandes acumulados de agua en la provincia, varios fines de año recientes incluyeron alertas o probabilidades de chaparrones aislados, generalmente de corta duración y de distribución irregular.

El 31 de diciembre de 2024, por ejemplo, estuvo marcado por un intenso calor durante la jornada y la posibilidad de tormentas hacia la tarde-noche, aunque sin fenómenos generalizados que alteraran de manera significativa los festejos. Algo similar ocurrió en 2023, cuando el día transcurrió con temperaturas elevadas y condiciones mayormente estables, aunque con pronósticos que advertían sobre eventuales lluvias aisladas. En años anteriores, como 2022, 2021 y 2020, el patrón fue aún más claro: calor persistente, ambiente seco o apenas inestable y noches cálidas, típicas del verano sanjuanino.

Especialistas en climatología coinciden en que este comportamiento no resulta extraño. El avance del verano, combinado con mayor contenido de humedad en la atmósfera, favorece escenarios donde el calor domina la escena y las tormentas aparecen de manera localizada, sin afectar a toda la provincia al mismo tiempo. Por eso, la recomendación suele ser la misma cada año: mantenerse atentos a los pronósticos actualizados, pero sin alarmarse ante la posibilidad de lluvias breves.

De esta manera, San Juan vuelve a encarar las fiestas de fin de año dentro de un marco climático que ya se volvió habitual. Calor, noches templadas a cálidas y la chance de algún chaparrón forman parte de un combo que, lejos de ser excepcional, se repite con regularidad en los últimos tiempos y define cómo se viven las celebraciones al aire libre en la provincia.