Definieron el terreno donde estará la zona franca de Jáchal

El proyecto de la Zona Franca de Jáchal dio un giro decisivo tras años de demoras administrativas. La Comisión provincial encargada del diseño finalmente seleccionó el predio donde se instalará el complejo industrial. Según detalló Alfredo Aciar, el organismo se inclinó por un terreno ubicado al oeste de San José de Jáchal, junto a la Ruta 150, con disponibilidad inmediata de servicios y buena conexión con la villa cabecera. Indicó que el área cuenta con paso de línea de alta tensión, acceso cercano a los caños maestros de Obras Sanitarias y una ubicación estratégica por su proximidad al centro urbano, lo que lo convirtió en la opción más apta para avanzar.

El terreno aún atraviesa un proceso judicial para quedar bajo dominio de la Provincia, debido a que los propietarios originales fallecieron hace décadas y no tendrían descendientes directos. Aciar señaló que el Estado decidió avanzar en la expropiación para anticipar un gasto que igualmente debería realizarse al finalizar el expediente sucesorio.

La definición del predio llega mientras el Gobierno trabaja contra reloj para cumplir con el plazo administrativo fijado para diciembre, cuando deberá informar formalmente a la Secretaría de Comercio Exterior. Una vez presentado el estudio de factibilidad, comenzará la etapa de licitación para seleccionar un operador —público o privado— que desarrolle y administre el predio.

El secretario de Industria y Comercio, Alejandro Martín, recordó que la Zona Franca fue concebida originalmente en la década del 90, pero quedó sujeta a múltiples reorientaciones, como el intento de trasladarla a Sarmiento en 2010. La actual gestión decidió volver al diseño inicial. “Volvimos al escrito original para recuperar la zona franca en Jáchal”, indicó.

Martín aclaró además que el proyecto no apunta a crear un espacio de venta minorista, sino un enclave productivo para la importación, procesamiento y ensamblaje de insumos. “La zona franca sirve para que se instalen industrias que puedan recibir material importado y trabajar dentro de esa zona libre de aranceles. Tiene beneficios impositivos mientras los productos están en su interior”, explicó. También diferenció el modelo sanjuanino de otros esquemas conocidos: “No es para consumidor final, no es una ‘saladita’, tampoco es Tierra del Fuego ni el modelo de Iquique en Chile. Los impuestos que se liberan son los de nacionalización mientras estén en la zona franca; cuando salen, se pagan”.

La orientación industrial permitirá atraer empresas que trabajen con repuestos, maquinaria, materia prima importada o procesos de ensamblaje vinculados a sectores como minería, autopartes o servicios especializados. “Se pueden llegar a instalar fábricas o proveedores que trabajen con piezas importadas. Cuando salen al mercado pagan los impuestos, pero el proceso previo se abarata y se agiliza”, subrayó Martín.