Comenzaron los controles y habilitaciones de piletas en San Juan

Desde octubre los propietarios pueden iniciar el expediente para obtener la autorización oficial antes del inicio de la temporada, previsto para el 1 de diciembre. En la provincia se habilitan alrededor de 65 piletas por año.

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El Ministerio de Salud Pública de San Juan, a través de la División de Saneamiento del Medio, inició la recepción de documentación para la habilitación de natatorios y comercios. Según explicó Yesica Delaude, jefa de la sección de saneamiento, el proceso se realiza en etapas y puede comenzar desde el 1 de octubre con la presentación de los requisitos básicos.

“Los propietarios pueden traer los papeles a medida que los tengan, porque el trámite tiene varios pasos”, detalló Delaude. Los requisitos están disponibles en la página del Ministerio y del Gobierno provincial, e incluyen el final de obra, la nómina de personal, el médico responsable, y los guardavidas con revalida vigente, entre otros.

Los inspectores de Salud Pública realizan visitas oculares a los establecimientos para agilizar el procedimiento, aunque la habilitación definitiva solo se otorga una vez que los guardavidas presentan la revalidación correspondiente, la cual se gestiona en noviembre ante la Secretaría de Deportes. “Ningún natatorio puede abrir sin nuestra habilitación”, aclaró Delaude.

En los últimos años, el promedio de natatorios habilitados en la provincia ronda los 65 por temporada, aunque la cifra varía según las condiciones hídricas. Además, desde el área de Saneamiento se realizan controles de calidad del agua, revisión de la limpieza, duchas y pintura de las piletas, tanto antes como después de la habilitación.

La funcionaria también destacó la labor del área en coordinación con los juzgados de faltas, especialmente en temas vinculados al medio ambiente. “Nosotros trabajamos con los jueces del primero, segundo y tercer juzgado de faltas. Ellos nos derivan casos que afectan al ambiente o al ciudadano, como ruidos molestos o basurales”, explicó.

En relación a los ruidos molestos, Delaude señaló que las denuncias más frecuentes provienen de conflictos vecinales y locales nocturnos, aunque también se controlan otras actividades comerciales. “Tenemos equipos para medir decibeles y labramos actas cuando se superan los límites permitidos”, afirmó.

Finalmente, recordó que la división también fiscaliza condiciones higiénico-sanitarias en comercios, verificando la limpieza general, el funcionamiento de los baños, la presencia de matafuegos y el cumplimiento de normas de seguridad para el público y el personal.

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