Narváez y Yánez, la dupla que lidera Pocito RC en el rugby de desarrollo

El capitán y subcapitán del club compartieron en Bonus Rugby su historia, el presente del equipo y lo que significa este deporte en sus vidas.

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Pocito RC respira rugby de desarrollo y lo hace de la mano de dos referentes que crecieron junto al club: Germán Narváez y Rubén Yánez. Ambos comenzaron desde juveniles y hoy son la voz de mando de un equipo que pelea en lo más alto del torneo. Pasaron por los micrófonos de Bonus Rugby para compartir su historia, el presente de la institución y el significado que este deporte tiene en sus vidas.

Narváez recuerda sus primeros pasos con nitidez: “Inicié junto a Franco Chávez y mi hermano. Él ya dejó, pero yo seguí. Ese primer día fue muy físico y me costó mucho, era mi primer deporte, pero me gustó y nunca más lo dejé. Mi debut fue a los 17 años y justo ese año se disolvió el equipo de juveniles, así que cuando cumplí 18 me subieron a primera”. Su camino no fue sencillo: compaginar entrenamientos con su oficio en la albañilería le exigió un gran esfuerzo, pero logró adaptarse. Incluso en 2019 hizo una pausa para terminar sus estudios, convencido de que el rugby podía convivir con sus responsabilidades personales.

Yánez, en tanto, inició a los 15 años: “Era muy flaquito y poco atlético, pero con el tiempo me fui amoldando. Pasé por los backs, pero lo mío es ser forward, me gusta golpearme”. Hoy, desde esa fortaleza, analiza la campaña del equipo: “Empezamos muy bajo, con el tiempo mejoramos y actualmente somos los punteros del torneo”.

Ambos comparten admiración por Los Pumas. Para Germán, “Argentina está en un gran momento, con nivel para ganarle a cualquier seleccionado top”. Rubén, en cambio, pone el foco en un referente: “Me encanta cómo juega Pablo Matera, es un jugador en el que me identifico mucho”.

El rugby de desarrollo también ocupa un lugar central en su mirada. Yánez valora la evolución: “Desde el año pasado tenemos más regularidad en la competencia. Primero jugábamos seven y este año estamos con ten. Eso nos motivó y muchos chicos se sumaron a entrenar y jugar”.

Más allá de los resultados, lo que define a ambos es lo que significa este deporte en sus vidas. Narváez lo sintetiza con emoción: “Nunca había tenido la oportunidad de practicar un deporte. Al entrar entendí el concepto de club, de ayudarnos entre todos. Al principio yo no tenía recursos económicos y me apoyaron para crecer, no solo a mí sino a muchos chicos más. Hoy no dejaría el rugby por todo lo que encontramos”. Yánez, en la misma línea, describe: “Es una hermandad muy linda. Me gusta la adrenalina y lo que más valoro es que este deporte siempre está en los malos momentos, acompañando. No lo cambiaría por nada”.

El sueño de Pocito RC se forja a pulso, con entrenamientos que reúnen a los jugadores los martes y jueves de 21.30 a 23.00 en el Polideportivo de Pocito. Entre esfuerzo, compromiso y camaradería, Narváez y Yánez son la prueba viva de que el rugby es mucho más que un juego: es una forma de vida que sigue transformando historias.

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