El Gobierno, preocupado por las derrotas en el Congreso, apuesta a octubre como punto de inflexión

El oficialismo encadena derrotas en el Congreso y concentra sus esperanzas en las elecciones de octubre para recuperar confianza y estabilidad política.

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milei de corbata

Las últimas sesiones en Diputados y el Senado dejaron al descubierto la fragilidad legislativa del oficialismo. Sin margen de maniobra y con derrotas consecutivas en votaciones clave, crece la inquietud dentro de La Libertad Avanza aunque en público no aparezca ninguna autocrítica.

El rechazo a los decretos de Federico Sturzenegger y la caída de los vetos presidenciales dejaron a Javier Milei con un saldo negativo en el Congreso. Solo el freno al aumento de jubilaciones fue celebrado como un triunfo, aun cuando se trató de un empate técnico que evitó un golpe al plan económico de Luis Caputo.

En la Casa Rosada persiste la idea de que cualquier negociación es inútil y atribuyen las trabas al clima electoral. Sin embargo, puertas adentro se multiplican los pedidos para recalibrar la estrategia política y recomponer vínculos con gobernadores y aliados desencantados.

Lejos de planear un cambio de rumbo, el oficialismo apuesta sus fichas a la performance electoral. Primero en las elecciones bonaerenses de septiembre y, sobre todo, en los comicios nacionales de octubre, que en el círculo presidencial son vistos como la verdadera oportunidad para mostrar fortaleza y disipar la incertidumbre política que hoy golpea a los mercados.

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