Así lo confirmó el fiscal a cargo de la investigación, el Dr. Iván Grassi, quien brindó detalles respecto al caso. El cuerpo del difunto ya fue entregado a la familia.
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La muerte de Roberto Gregorio Fuentes, el hombre de 72 años que fue encontrado sin vida en su casa del barrio La Cañada, en Albardón, fue producto de un infarto. Así lo confirmó el fiscal Adrián Grassi, a cargo de la investigación, quien además descartó cualquier indicio de violencia o ingreso forzado.
“El cuerpo no presentaba lesiones compatibles con un hecho delictivo. La causa de muerte fue un infarto agudo de miocardio”, aseguró Grassi, luego de recibir los resultados preliminares de la autopsia.
El hallazgo del cuerpo se produjo el martes por la noche, pero según estimaron los peritos forenses, Fuentes habría fallecido unas 36 horas antes, es decir, durante la mañana del sábado 29 de junio. “El clima frío colaboró a que el proceso de descomposición se ralentizara, lo que también explica por qué no hubo olores que alertaran antes a los vecinos”, explicó el fiscal.
Fueron sus propios hijos quienes lo encontraron al notar su prolongado silencio y la falta de respuesta a los llamados. Al ingresar al domicilio, ubicado sobre calle Italia, descubrieron al hombre tendido en el suelo. En un primer momento, un golpe en la cabeza y la mención de una supuesta ventana dañada encendieron las alarmas, pero esas versiones fueron rápidamente desestimadas por la investigación.
“No había puertas ni ventanas violentadas. No hay elementos que indiquen un ingreso forzado. Fue un fallecimiento por causas naturales”, remarcó Grassi.
Fuentes vivía solo, era conocido en el barrio por su trato amable y mantenía una rutina habitual que llamó la atención cuando se interrumpió sin aviso.
Con la autopsia concluida, el cuerpo fue entregado a la familia para su despedida. Desde el Ministerio Público se informó que la causa será cerrada como una muerte natural, y que no hay elementos que ameriten continuar con una investigación penal.
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