Mundial de Clubes: la joyita que debutó en River y es de familia sanjuanina

En medio del exigente cruce ante el Inter de Milán por el Mundial de Clubes, Marcelo Gallardo apeló al banco de suplentes y tomó una decisión inesperada: mandó a la cancha al juvenil Giorgio Costantini, un volante zurdo de 18 años que dio sus primeros pasos en la Primera de River este mismo año. El dato que pocos conocían es que el mediocampista, nacido en Curitiba, Brasil, lleva sangre sanjuanina: es hijo de una sanjuanina y nieto del reconocido médico Constantino Francisco Costantini, figura muy querida en la provincia y fanático del Millonario.

La historia familiar de Giorgio conecta de lleno con San Juan. Su madre, Paula, heredó la pasión riverplatense de su padre Constantino, quien fue médico y es recordado con afecto en la provincia. Fue esa influencia la que mantuvo el vínculo emocional con River, a pesar de que Paula se radicó en el sur de Brasil junto a su esposo Alejandro, de nacionalidad brasileña. Allí nació Giorgio, quien desde temprana edad se destacó en el fútbol y llegó a formar parte de las divisiones inferiores del club de Núñez.

Su debut profesional fue en marzo de este año, cuando ingresó sobre el final del partido que River le ganó 1-0 a Atlético Tucumán. En esa oportunidad, reemplazó a otro juvenil destacado, Franco Mastantuono. Costantini forma parte del plantel de Reserva que se consagró campeón de la Copa Proyección y del Trofeo de Campeones de la categoría.

Este miércoles, volvió a tener su oportunidad nada menos que en un escenario internacional. Gallardo lo hizo entrar a los 17 minutos del segundo tiempo frente al Inter de Milán, en un momento clave del partido, con el marcador aún en cero y la clasificación en juego. Reemplazó a Matías Kranevitter y se posicionó como volante interno, en una zona neurálgica del campo. El exentrenador de la Selección Argentina le dio indicaciones junto a su histórico ayudante, Matías Biscay, antes de su ingreso.

Giorgio Costantini puede desempeñarse como enganche, interno o doble cinco. Su zurda y capacidad de adaptación lo convierten en una de las promesas del semillero millonario, y su ingreso en el Mundial fue también un símbolo de confianza por parte del cuerpo técnico.