El gobierno convocó a los empleados administrativos del Garrahan para negociar salarios

En medio de un conflicto creciente en el Hospital Garrahan, el Gobierno nacional convocó formalmente a los trabajadores afiliados a la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) a una reunión de negociación salarial que se realizará el próximo jueves 5 de junio a las 13.30, en la sede de la Dirección Nacional de Relaciones y Regulaciones del Trabajo.

La convocatoria responde a un pedido del sindicato, que denuncia una pérdida sostenida del poder adquisitivo de los trabajadores del centro pediátrico.

La decisión oficial se conoció luego de que el sindicato hiciera pública la notificación y manifestara su rechazo a la estrategia del Ejecutivo, que propone mesas de diálogo separadas entre médicos residentes y trabajadores administrativos.

Durante el fin de semana, el Ministerio de Salud anunció una propuesta salarial para residentes, que implicaría una suba de $800.000 a $1.300.000. Sin embargo, la asamblea de residentes realizada este martes rechazó la oferta, por considerar que se trata de un bono unilateral que no modifica las condiciones de precariedad laboral. Por ello, anunciaron que continuarán con el paro.

La convocatoria al encuentro fue confirmada por Rodolfo Aguiar, secretario general de ATE, quien expresó en su cuenta de X que la audiencia se concreta tras "maniobras de división entre sectores del hospital" y una campaña de desprestigio contra el reclamo gremial, que incluyó, según denunció, el uso de cuentas falsas y chats apócrifos.

Aguiar advirtió además que, si en la reunión del jueves no hay una respuesta favorable, se evaluará una medida nacional de fuerza en el sector Salud. Señaló que el ajuste que impulsa el Gobierno afecta gravemente a las provincias, comprometiendo tanto a los trabajadores como a la calidad del sistema público de salud.

“Quieren hacer de la salud un negocio y no van a poder”, expresó el dirigente, remarcando que ATE mantendrá el estado de alerta y movilización.

El conflicto en el Garrahan se inscribe en una disputa más amplia entre el Gobierno y los sindicatos estatales, marcada por tensiones salariales, denuncias por precarización y el impacto de las políticas de ajuste en el sistema sanitario argentino.