La madre de Lucía Rubiño, tras el sobreseimiento de Echegaray: “Nos quitaron la vida otra vez”

La resolución del juez de Garantías Javier Figuerola, que sobreseyó a Juan Pablo Echegaray en la causa por la muerte de Lucía Rubiño, provocó una escena cargada de angustia e indignación dentro y fuera de Tribunales. La madre de la adolescente, Belén Montilla, rompió en llanto frente a los medios y lanzó duras críticas al sistema judicial. “Una vez más nos han quitado la vida. Nosotros ya no tenemos nada. Nada. Pero esto es quitarnos la vida nuevamente”, expresó con la voz quebrada tras conocer el fallo que desligó al hijo de un juez federal de la investigación.

El sobreseimiento, impulsado por el fiscal Iván Grassi y avalado por el coordinador de la UFI de Delitos Especiales, Francisco Micheltorena, se basó en una segunda reconstrucción del hecho realizada por peritos del Ministerio Público de Mendoza. Según ese informe, no habría elementos para sostener que Echegaray —quien manejaba una Toyota Hilux al momento del siniestro— haya tenido una incidencia determinante en el choque que terminó con la vida de Lucía, de 16 años. Por esa razón, la fiscalía apuntó solo contra N.M., un menor que conducía el Renault Sandero que atropelló a la víctima, y a quien se lo acusa de homicidio con dolo eventual.

Sin embargo, para la querella y la familia de la joven, la resolución judicial no fue otra cosa que una muestra de impunidad. “No tengo ninguna duda de que el peso de los apellidos tuvo relación con este sobreseimiento. Estoy indignada, pero no sorprendida: lo veía venir desde hace tiempo”, insistió Montilla, en un discurso que se replicó con fuerza entre los más de 150 manifestantes que se congregaron fuera del edificio judicial para exigir justicia.

También Jorge Rubiño, padre de Lucía, cargó contra el accionar de los funcionarios judiciales: “Son unos delincuentes, el juez, los fiscales, los peritos, todos son unos delincuentes. Lo veníamos diciendo hace tiempo y pasó. No tienen cara para salir a la calle”, sostuvo con visible enojo.

En paralelo, el abogado querellante Marcelo Fernández anunció que apelará la decisión ante el Tribunal de Impugnación y no descartó acudir a la Corte provincial. “Este fallo anticipa una valoración que solo puede hacerse en juicio. La arbitrariedad ha sido clara”, afirmó. Mientras tanto, la defensa de Echegaray —a cargo ahora de Joaquín Moine— consideró que el fallo fue legítimo y que su cliente no tuvo ninguna responsabilidad en el hecho.

La audiencia se realizó de forma semipresencial: Echegaray siguió la lectura del fallo por Zoom, mientras que los padres de Lucía estuvieron presentes en la sala, al igual que un fuerte despliegue policial por la tensión que se vivía tanto adentro como afuera del edificio. Al finalizar, el juez Figuerola informó que su resolución consta de casi 300 páginas y quedó a disposición de las partes. Para la familia Rubiño, sin embargo, la herida volvió a abrirse.