
La escena llamó la atención de numerosos transeúntes, quienes se detuvieron al ver al hombre, de aproximadamente 60 años, solo y aparentemente sin acompañantes
El punto de encuentro fue, una vez más, la imagen de Deolina Correa junto a su hijo, rodeada de cientos de velas encendidas.
En un clima de recogimiento y espiritualidad, miles de fieles se acercaron al santuario de la Difunta Correa, en Caucete, durante el Jueves y Viernes Santo. Como es tradición en Semana Santa, el emblemático paraje sanjuanino se colmó de promesantes que llegaron desde distintos puntos de la provincia y el país, a pie, en bicicleta o en vehículos, para cumplir promesas, agradecer favores o simplemente reflexionar.
Bajo un cielo gris y temperaturas otoñales, los devotos avanzaban por las escalinatas del santuario, muchos abrigados y con bebidas calientes en mano. El punto de encuentro fue, una vez más, la imagen de Deolina Correa junto a su hijo, rodeada de cientos de velas encendidas.
Según informó Iván Kadi, presidente de la Fundación Difunta Correa, solo entre el jueves y el viernes más de 35.000 personas visitaron el paraje, y se espera que esa cifra continúe en aumento durante el fin de semana.
Por momentos la espera para acceder a la capilla, fue de más de 30 minutos, marcando la cantidad de promesantes que se encontraban en el lugar. La noche del Viernes Santo, miles de sanjuaninos y turistas llegaron en bici, caminando o al trote. "Este camino, que atraviesa nuestras calles, nos llena de emoción y esperanza. En Caucete, lo vivimos como una verdadera expresión de fe popular y tradición, siendo anfitriones con el corazón abierto y el compromiso de acompañar este gesto profundo del pueblo sanjuanino", escribió la intendente de Caucete, Romina Rosas.
Desde la organización remarcaron que se mantienen activos los operativos de seguridad, limpieza y asistencia a los visitantes, con el objetivo de garantizar una experiencia ordenada y segura para todos los fieles que se acercan durante estos días de alta concurrencia.
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