
Era estudiante de Medicina, jugador de rugby y padre de dos hijos. Su muerte generó una profunda conmoción en la comunidad.
El siniestro en la Ruta Nacional 40 dejó una víctima fatal y dos mujeres gravemente heridas. Familiares esperan novedades mientras se aguarda el informe toxicológico de los conductores.
Diario Móvil
A más de 48 horas del fatal accidente ocurrido en la Ruta Nacional 40, entre las calles 13 y 14 en Pocito, las dos sobrevivientes del siniestro luchan por sus vidas en el Hospital Guillermo Rawson. Camila Antonela Bravo y María Emilia Oviedo, ambas de 28 años, permanecen internadas en estado crítico en Terapia Intensiva.
El trágico choque tuvo lugar el miércoles, cuando el Peugeot 308 en el que viajaban las jóvenes colisionó violentamente contra una Toyota Hilux. Como resultado, Carolina Sastre Seguí, de 29 años, perdió la vida en el acto. Sus amigas, Bravo y Oviedo, fueron trasladadas de urgencia al hospital con lesiones graves que mantienen en vilo a sus allegados.
María Emilia Oviedo sufrió un traumatismo craneal severo con fractura de cráneo y neumoencéfalo, por lo que se encuentra intubada. Camila Antonela Bravo, por su parte, presenta múltiples fracturas en la columna dorsal y la cadera, además de un traumatismo de cráneo con hemorragia subaracnoidea. Según los médicos, ambas se encuentran en estado crítico, y su evolución es monitoreada de forma constante.
SOBRE EL CONDUCTOR
Liazar Flores Condorí, conductor de la Toyota Hilux, afirmó ante la justicia que el trágico siniestro ocurrido en Ruta 40 fue consecuencia de una falla mecánica inesperada. "Explotó una cubierta y no pude hacer nada", expresó con visible angustia durante la audiencia de formalización, reiterando que jamás habría deseado un desenlace tan lamentable.
El análisis toxicológico realizado al imputado resultó negativo, descartando el consumo de alcohol o sustancias. Flores Condorí, quien recorre a diario ese tramo de la ruta, aseguró que nunca había enfrentado problemas similares con su vehículo. "Jamás imaginé que algo así podría pasar", declaró con la voz quebrada.


Era estudiante de Medicina, jugador de rugby y padre de dos hijos. Su muerte generó una profunda conmoción en la comunidad.

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