OPINIÓN: panorama político en San Juan

Omar Ochoa, politólogo, consultor

Al cierre de este año estamos presenciando un caudal de situaciones y análisis políticos entrelazados con los escenarios óptimos para el 2025, es que después del agitado 2023, plagado de candidatos, se complejiza establecer líneas de conducción que trasciendan e impacten en el electorado. Podemos considerar que este año lo vivimos como un proceso de transición en la sociedad, por el hecho de los nuevos gobiernos, pero en el sector político surgieron expectativas, dependiendo el espacio fueron positivas o negativas, y es posible que más de uno, siga sorprendiendo con la imagen del ejecutivo nacional, es decir se mantiene en valores positivos y esta situación en algunos casos es consideraba con incertidumbre, ya que el cisma económico del déficit cero, está sostenido en una opinión pública con alrededor del 50% de aprobación. 

En San Juan, el nuevo gobierno supo navegar en una legislatura con mayoría de otro color político, pero también se sostuvo por la fragmentación de la oposición. Si bien el contexto provincial está ordenado, en el plano nacional la representación para el oficialismo gubernamental, está en manos de otro partido en su mayoría, ya sea en el senado o en la cámara de diputados.

 Esta situación tiene un impacto directo en la provincia, es decir condiciona cualquier negociación que busque algún desembolso en el presupuesto provincial. Esta coyuntura produce tres corrientes, la necesidad del ejecutivo provincial de aumentar sus legisladores para mantener ciertos márgenes de equilibrio en la provincia y realizar proyectos para consolidar la gestión, de otro lado están los que buscan una banca para reflotar su posicionamiento político y los que buscan una banca para sostener las políticas nacionales de la figura presidencial. Pasando en limpio, el gobernador necesita más legisladores afines a su política, el presidente necesita más legisladores para aprobar sus proyectos, y después están los que buscan tener relevancia nuevamente o por primera vez ocupar un cargo en este proceso de renovación. Con este panorama cada sector esta bajo una singular presión, el oficialismo estará expectante por el voto provincial que puede traducirse como una prueba de fuego, porque el año pasado quedo relegado en las legislativas, un tercer lugar en diputados y en senadores no le alcanzo para ocupar una banca. Si ponemos en la mesa las aptitudes del oficialismo nacional acá en la provincia, tiene un desafío mayor, porque están divididos y sin la cara presidencial, tienen que demostrar que aptitudes que los pongan en el ojo del votante sanjuanino. 

Por otro lado, las señales de la supuesta oposición, o ex oficialismo, barajan más caciques de los que pueden entran en una boleta y aún peor ir al frente de la fórmula. Para el año que viene nuestro país tendrá el sistema de boleta única de papel (BUP), lo cual implica un cambio en la votación y además se espera mejore la fiscalización. 

Este sistema también propone poner en igualdad de condiciones a todas las fórmulas de candidatos porque deja de lado el viejo juego de repartir votos y en esta ocasión, el 2025, el oficialismo nacional se puede beneficiar, es decir la estructura partidaria pierde relevancia con el votante el día de la elección. Pero este nuevo sistema deja expuesto a los candidatos que deberán demostrar sus condiciones para conectar con el electorado, solo su imagen ira en la boleta, el arrastre o voto por relación política será puesto a prueba. 

¿La sociedad está dividida y cada sector se perfila en la búsqueda de captar la atención política, en una carrera que arranco un año antes, precipitada? Sí, pero en este contexto de cambios y crisis económica solo la esperanza mantiene esta tensa paz social en un convulsionado país.