Cáncer de próstata: Derribar tabúes para prevenir y salvar
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TorreEiffel
Se acerca del Día Mundial contra el Cáncer, exactamente el 19 de octubre, y la mayoría de las ciudades del mundo destinarán esta semana a informar sobre esta enfermedad. Cuando hablamos de informar, hablamos de prevenir más que de curar. Por eso en esta oportunidad el protagonista será el varón y el cáncer de próstata. ¿Cuánto influye el efecto “tabú” en la prevención de esta enfermedad cuando se trata de varones?
En la semana contra el cáncer, monumentos de todo el mundo permanecerán iluminados con color rosa, como símbolo de apoyo en esta lucha: prevención y accesibilidad en los tratamientos, lo más importante.
La medicina preventiva, sabemos hace décadas, es la respuesta ante cualquier enfermedad que pueda desencadenar en la muerte. El miedo al médico, a la aparatología sofisticada o a “conocer la verdad” debe desaparecer detrás de la certeza de que cualquier patología detectada a tiempo puede salvarnos la vida.
El cáncer de próstata es el más frecuente entre los hombres, luego del cáncer de pulmón si sumamos a las mujeres. Año a año, y en especial desde hace menos de 5 años, la medicina logró avances que permiten la detección del cáncer de próstata con un 3% de margen de error, es decir, entre un 93% y 97% de efectividad.
El examen más común entre los varones, que podría compararse con el Papa Nicolau en las mujeres, es el de antígeno prostático. Luego de los 50 años, cada hombre debe realizarse este examen de forma anual o semestral para controlar su próstata.
“Resulta difícil con métodos de laboratorio de bajo costo. Cuando uno estudia esto son realmente caros, entonces lo que se busca es que tengan una mayor efectividad y los porcentajes de error sean menores. Ese 3% queda al criterio del profesional. Y que resulten accesibles al sistema de salud pública, por supuesto”, indicó el Urólgo Fernando Balaguer y resaltó que “en Argentina es mucho más económico costear un tratamiento que una operación, que es de las más caras del mundo”.
A pesar de que los exámenes deben frecuentarse a partir de los 50 años, si existen antecedentes familiares de tumores malignos o problemas afines de salud, el control debe comenzar con anterioridad.
La importancia definitivamente, radica en la detección a tiempo. Para ello, es muy importante que el hombre se despoje de ciertos tabúes y preconceptos para asistir al médico sin sentirse avergonzado o temer, por ejemplo, un examen de tacto rectal.
“Para los urólogos el tacto rectal cuando uno lo sabe hacer es un elemento de diagnóstico bastante preciso. Es tabú porque los hombres somos bastantes renuentes a que nos hagan un tacto. Ahora cambió un poco, pero hace años atrás cuando uno le decía a un paciente tacto rectal, te miraban como `a mi no me gustaría´. Tenías que agarrarlo de improviso, o decirle que se fuera preparado para la próxima consulta”, indicó el médico y agregó que “es un complemento muy importante”.
Por otro lado, es importante tener en cuenta el rol del Estado en la medicina preventiva y el aprovechamiento que varones y mujeres le dan a los Programas Nacionales para la detección precoz del cáncer, entre ellos el de próstata.
“Es uno de los cánceres más caro para la seguridad social. Para nosotros es más fácil hacer una detección precoz del cáncer de próstata, que operarlo. La cirugía una de las más caras en el sistema. Resulta más fácil un tratamiento médico”, aseguró Balaguer.
Por último, el médico especialista indicó algunos “síntomas” que pueden conducir al médico, aunque aclaró que “no diferencian patología benigna de maligna”. Lo principal a tener en cuenta es la edad.
“Dificultad para orinar, o que se levanta varias veces a orinar durante la noche. Pérdida de peso importante, 6, 7 kilos en un mes. Fracturas patológicas. Elementos que uno analiza en función de un diagnóstico de patología benigna o maligna”, expresó el médico y agregó que “el paciente debe saber que el cáncer de próstata tiene una expectativa de vida muy importante”.
“A veces supera los 10 años y con calidad muy importante. Las drogas son muy inocuas para el paciente. No es fácil para el hombre aceptar que somos portadores de un tumor maligno de próstata”, concluyó.
En la semana contra el cáncer, monumentos de todo el mundo permanecerán iluminados con color rosa, como símbolo de apoyo en esta lucha: prevención y accesibilidad en los tratamientos, lo más importante.
La medicina preventiva, sabemos hace décadas, es la respuesta ante cualquier enfermedad que pueda desencadenar en la muerte. El miedo al médico, a la aparatología sofisticada o a “conocer la verdad” debe desaparecer detrás de la certeza de que cualquier patología detectada a tiempo puede salvarnos la vida.
El cáncer de próstata es el más frecuente entre los hombres, luego del cáncer de pulmón si sumamos a las mujeres. Año a año, y en especial desde hace menos de 5 años, la medicina logró avances que permiten la detección del cáncer de próstata con un 3% de margen de error, es decir, entre un 93% y 97% de efectividad.
El examen más común entre los varones, que podría compararse con el Papa Nicolau en las mujeres, es el de antígeno prostático. Luego de los 50 años, cada hombre debe realizarse este examen de forma anual o semestral para controlar su próstata.
“Resulta difícil con métodos de laboratorio de bajo costo. Cuando uno estudia esto son realmente caros, entonces lo que se busca es que tengan una mayor efectividad y los porcentajes de error sean menores. Ese 3% queda al criterio del profesional. Y que resulten accesibles al sistema de salud pública, por supuesto”, indicó el Urólgo Fernando Balaguer y resaltó que “en Argentina es mucho más económico costear un tratamiento que una operación, que es de las más caras del mundo”.
A pesar de que los exámenes deben frecuentarse a partir de los 50 años, si existen antecedentes familiares de tumores malignos o problemas afines de salud, el control debe comenzar con anterioridad.
La importancia definitivamente, radica en la detección a tiempo. Para ello, es muy importante que el hombre se despoje de ciertos tabúes y preconceptos para asistir al médico sin sentirse avergonzado o temer, por ejemplo, un examen de tacto rectal.
“Para los urólogos el tacto rectal cuando uno lo sabe hacer es un elemento de diagnóstico bastante preciso. Es tabú porque los hombres somos bastantes renuentes a que nos hagan un tacto. Ahora cambió un poco, pero hace años atrás cuando uno le decía a un paciente tacto rectal, te miraban como `a mi no me gustaría´. Tenías que agarrarlo de improviso, o decirle que se fuera preparado para la próxima consulta”, indicó el médico y agregó que “es un complemento muy importante”.
“Para los urólogos el tacto rectal cuando uno lo sabe hacer es un elemento de diagnóstico bastante preciso. Es tabú porque los hombres somos bastantes renuentes a que nos hagan un tacto"
Por otro lado, es importante tener en cuenta el rol del Estado en la medicina preventiva y el aprovechamiento que varones y mujeres le dan a los Programas Nacionales para la detección precoz del cáncer, entre ellos el de próstata.
“Es uno de los cánceres más caro para la seguridad social. Para nosotros es más fácil hacer una detección precoz del cáncer de próstata, que operarlo. La cirugía una de las más caras en el sistema. Resulta más fácil un tratamiento médico”, aseguró Balaguer.
Por último, el médico especialista indicó algunos “síntomas” que pueden conducir al médico, aunque aclaró que “no diferencian patología benigna de maligna”. Lo principal a tener en cuenta es la edad.
"Los síntomas no diferencian patologías benignas de malignas"
“Dificultad para orinar, o que se levanta varias veces a orinar durante la noche. Pérdida de peso importante, 6, 7 kilos en un mes. Fracturas patológicas. Elementos que uno analiza en función de un diagnóstico de patología benigna o maligna”, expresó el médico y agregó que “el paciente debe saber que el cáncer de próstata tiene una expectativa de vida muy importante”.
“A veces supera los 10 años y con calidad muy importante. Las drogas son muy inocuas para el paciente. No es fácil para el hombre aceptar que somos portadores de un tumor maligno de próstata”, concluyó.
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