Relatos del horror tras una nueva masacre en Oregón, EE.UU.

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Algunos testigos de la masacre contaron cómo procedió el atacante en el centro universitario.




 





Los testimonios sobre la matanza de ayer en el Umpqua Community College, en Roseburg, coincidieron sobre los dramáticos momentos vividos en esa -hasta ahora- pacífica comunidad rural del estado de OregonKortney Moore, de 18 años, estaba en su clase de redacción en el salón Snyder cuando un disparo atravesó una ventana. Entonces vio que su profesor había recibido un tiro en la cabeza.

Segundos más tarde, el atacante ya había entrado al salón, cuando les ordenó a todos que se tiraran al suelo. Después comenzó a ordenarles a algunos que se pusieran de pie y les pidió que dijeran a qué religión pertenecían; allí comenzó a disparar, recordó Moore. La joven dijo que ella permaneció todo el tiempo tirada en el suelo junto a otras personas que habían recibido disparos.

Otro estudiante, Brady Winder, de 23 años, que se había mudado a la localidad de Roseburg hacía apenas tres semanas, indicó que estaba en el mismo salón que Moore y que luego oyó tiros en otra sala adyacente.
"Escuché por lo menos nueve disparos", dijo Winder.

"Hay una puerta que conecta nuestra aula con otra, y mi profesora se acercó a la puerta y gritó: «¡¿Están todos bien?!». Y después oímos un montón de disparos más. Todos quedamos paralizados", recordó el estudiante. Desde ese salón adyacente, Winder escuchó "gente que gritaba desde el otro lado". Terminada la serie de disparos, "la gente huía saltando sobre los escritorios, golpeándose con todo lo que había por delante".

Otra estudiante, Cassandra Welding, estaba en un salón de clases durante el tiroteo y dijo que vio cómo un compañero recibía un tiro cuando intentaba abrir una puerta. "Entonces cerramos todas las puertas y apagamos las luces. Todos estábamos en pánico allí adentro", dijo Welding. "Pusimos nuestras mochilas delante de nosotros, las sillas, todo lo que había, para protegernos en caso de que el tirador entrase al salón", añadió.

Ubicado a pocos metros del lugar de la masacre, el director ejecutivo de la fundación correspondiente al Umpqua Community College, Dennis O'Neill, dijo al diario local News Review que al oír los disparos decidieron aislarse. "Trabamos con cerrojo nuestra puerta e hicimos lo mismo con los baños; entonces oímos cuatro disparos, cuyo sonido provenía de enfrente, del campus'', dijo.

En tanto, Lorie Andrews, que vive próxima a la universidad, explicó a la prensa que cuando oyó los tiros pensó que se trataba de fuegos artificiales. El ataque duró alrededor de un minuto, dijo, y luego oyó los patrulleros y las ambulancias que llegaban al lugar.

Andrews relató que vio cómo los servicios de rescate retiraban a un estudiante bañado en sangre y cubierto con una frazada. Según la oficina del alguacil, eran cerca de las 10.40 (hora local) cuando recibieron por teléfono un aviso sobre el ataque a tiros. Luego, los estudiantes y profesores fueron transportados en ómnibus a los campos de la feria del condado, señaló la policía.

 

Fuente: La Nación.-
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