La historia detrás del preso fallecido en el penal de Chimbas

La mañana de este jueves en el Penal de Chimbas comenzó con una noticia trágica: Franco Turcumán, un recluso de 30 años, fue hallado sin vida en su celda, ubicada en el Pabellón 6, Sector 1. El macabro descubrimiento fue reportado a las 10:53 por su compañero de celda, quien alertó a las autoridades penitenciarias sobre la situación.

De acuerdo con las primeras informaciones, la principal hipótesis es que Turcumán se habría quitado la vida, aunque las circunstancias exactas de su muerte aún están bajo investigación. Miembros del Servicio Penitenciario Provincial (SPP) fueron los primeros en llegar al lugar y confirmaron que el reo ya no presentaba signos vitales.

El sector donde ocurrió el suceso fue inmediatamente preservado hasta la llegada del personal de Criminalística y de la UFI Delitos Especiales. La unidad fiscal N°4, liderada por el fiscal Francisco Micheltorena y el ayudante fiscal Francisco Nicolía, se encuentra a cargo de la investigación para esclarecer los hechos.

El fallecimiento de Turcumán no solo es una pérdida para su familia, quienes expresaron su dolor a través de las redes sociales, sino que también pone en evidencia una preocupante tendencia en el penal de Chimbas. En los últimos meses, este es el cuarto suicidio registrado dentro del establecimiento, lo que ha generado una gran preocupación entre las autoridades penitenciarias.

El caso más reciente antes del de Turcumán fue el de Marcelo Sosa, un joven de 26 años involucrado en el asesinato del lutier Juan Carlos Scalzotto, quien también se quitó la vida en el penal. La frecuencia con la que estos incidentes han ocurrido en Chimbas ha encendido las alarmas sobre la salud mental y las condiciones de los internos, dejando una incómoda sensación de inseguridad y desamparo dentro de la institución penitenciaria.