Sus vecinos aseguran que, pese a ser de escasos recursos, era muy caritativo. Tenía 69 años.
Tiene 94 años, toda su familia está vacunada y ella sigue esperando
vacuna 94 anos espera
La hija, su yerno y sus nietos ya fueron inmunizados, pero María aún no tiene defensas contra el Covid-19. Afirman que reclamaron numerosas veces pero no tienen solución.
Con la llegada de vacunas, el proceso de inmunización se aceleró en Argentina, aunque aún hay casos inexplicables y que generan indignación. Tal es la situación que vive María Torreño Román, una mujer de 94 años que sigue esperando la primera dosis.
María vive en Córdoba y tiene DNI de extranjera, ya que es ciudadana española. "Tenía 23 años cuando vine a Argentina", contó en Noticiero Doce, y lamentó su larguísima espera: "La vacuna es una cosa buena, una prevención. Yo me siento bien y no tengo síntomas, pero es feo no ponérsela porque la cosa está fea".
Reclamos en vano
La hija de María destacó que hicieron todos los reclamos posibles para que su madre sea vacunada. La respuesta aún no llega, al igual que la vacuna.
"Hace dos meses mi hija nos inscribió a mí, a mi esposo y a mi mamá. Ella no pudo ingresar por el CiDi porque tiene documento extranjero. Hicieron todos los reclamos habidos y por haber en el 0-800. Es más, mi hija quiso ceder su lugar a su abuela y no pudo", subrayó.
"Hicimos por lo menos cuatro o cinco reclamos en Defensoría del Pueblo, en todo lo que sea", insistió, y detalló la lista de vacunados en la familia: "Hasta mis hijos, que están entre los 33 y 38 años, mis yernos, mis nueras, mi marido y yo, menos ella. Tendría que haber sido una de las primeras".
Intentando no desesperar, la abuela aclaró que se seguirá cuidando hasta que le toque el turno: "A veces se enojan conmigo porque no salgo, pero no me importa. Yo me quedo porque me quiero cuidar. Seguimos esperando, a ver si ahora me llaman, porque ya tengo ganas. Con la vacuna uno tiene un reparo bueno, la vacuna es buena y hay que ponérsela".
Con la llegada de vacunas, el proceso de inmunización se aceleró en Argentina, aunque aún hay casos inexplicables y que generan indignación. Tal es la situación que vive María Torreño Román, una mujer de 94 años que sigue esperando la primera dosis.
María vive en Córdoba y tiene DNI de extranjera, ya que es ciudadana española. "Tenía 23 años cuando vine a Argentina", contó en Noticiero Doce, y lamentó su larguísima espera: "La vacuna es una cosa buena, una prevención. Yo me siento bien y no tengo síntomas, pero es feo no ponérsela porque la cosa está fea".
Reclamos en vano
La hija de María destacó que hicieron todos los reclamos posibles para que su madre sea vacunada. La respuesta aún no llega, al igual que la vacuna.
"Hace dos meses mi hija nos inscribió a mí, a mi esposo y a mi mamá. Ella no pudo ingresar por el CiDi porque tiene documento extranjero. Hicieron todos los reclamos habidos y por haber en el 0-800. Es más, mi hija quiso ceder su lugar a su abuela y no pudo", subrayó.
"Hicimos por lo menos cuatro o cinco reclamos en Defensoría del Pueblo, en todo lo que sea", insistió, y detalló la lista de vacunados en la familia: "Hasta mis hijos, que están entre los 33 y 38 años, mis yernos, mis nueras, mi marido y yo, menos ella. Tendría que haber sido una de las primeras".
Intentando no desesperar, la abuela aclaró que se seguirá cuidando hasta que le toque el turno: "A veces se enojan conmigo porque no salgo, pero no me importa. Yo me quedo porque me quiero cuidar. Seguimos esperando, a ver si ahora me llaman, porque ya tengo ganas. Con la vacuna uno tiene un reparo bueno, la vacuna es buena y hay que ponérsela".
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