Sus vecinos aseguran que, pese a ser de escasos recursos, era muy caritativo. Tenía 69 años.
Los profesionales que le dan batalla al cáncer infantil en San Juan
En el Día Intencional Contra el Cáncer Infantil, destaca la labor de los profesionales de la salud del servicio de Oncología Pediátrica del Hospital Guillermo Rawson.
A pesar de ser un equipo con pocos miembros y con una gran cantidad de consultas de pacientes diarias, el Servicio de Oncología del Hospital Rawson fue estratificado por el Instituto Nacional de Cáncer como un Centro Regional, de los pocos que hay en todo el país.
Esto se debe al gran trabajo del equipo ya que los datos de muertes de pacientes por no tratamiento es menor al 1%: «El Instituto Nacional de Cáncer mide la cantidad de muertes por causas que no se deben a la enfermedad. Es que al ser una patología que no se puede evitar la muerte del paciente lo que se mide son la cantidad de fallecimientos debido a infecciones, perdidas de sangre, etc», comentó Arrieta.
Cuando un paciente de un departamento alejado vuelve a su casa porque es mejor para el tratamiento del chico, el trabajo del equipo oncológico del Rawson no queda ahí: «Capacitamos a los médicos y enfermeros de los nosocomios de departamentos alejados para que puedan tratar a los pequeños en caso de que haya una urgencia médica, luego de eso nos lo derivan», explicó la jefa del Servicio de Oncología Infantil.
El drama del Servicio de Oncología Infantil
El trabajar con una patología como ésta hace que los profesionales de la salud tengan que estar constantemente tratando con pacientes que pueden morir y ser ellos quienes tengan que dar la triste noticia a sus padres. Además de todo lo que eso conlleva, los profesionales también tienen que lidiar con otras situaciones.
El lidiar con los padres, muchas veces es muy complicados para los profesionales ya que abandonan al hijo en el nosocomio para salir a bailar o juntarse con amigos mientras que el pequeño se encuentra solo en la camilla de una habitación del Hospital Rawson: «Hace unos años encontré a un pacientito llorando solo en la sala de espera porque su madre le había dicho que iba a la Terminal y volvía y nunca regresó. Al tiempo este chico murió y fue muy duro para mi», recordó entre lágrimas la doctora.
A pesar de ser un equipo con pocos miembros y con una gran cantidad de consultas de pacientes diarias, el Servicio de Oncología del Hospital Rawson fue estratificado por el Instituto Nacional de Cáncer como un Centro Regional, de los pocos que hay en todo el país.
Esto se debe al gran trabajo del equipo ya que los datos de muertes de pacientes por no tratamiento es menor al 1%: «El Instituto Nacional de Cáncer mide la cantidad de muertes por causas que no se deben a la enfermedad. Es que al ser una patología que no se puede evitar la muerte del paciente lo que se mide son la cantidad de fallecimientos debido a infecciones, perdidas de sangre, etc», comentó Arrieta.
«ADEMÁS DE TODO EL TRABAJO QUE REALIZAMOS EN EL NOSOCOMIO, EL EQUIPO DICTA CAPACITACIONES A MÉDICOS Y ENFERMEROS DE OTROS CENTROS DE SALUD PARA CONTARLES LOS AVANCES QUE HAY EN ESTA PATOLOGÍA», AGREGÓ LA DOCTORA.
Cuando un paciente de un departamento alejado vuelve a su casa porque es mejor para el tratamiento del chico, el trabajo del equipo oncológico del Rawson no queda ahí: «Capacitamos a los médicos y enfermeros de los nosocomios de departamentos alejados para que puedan tratar a los pequeños en caso de que haya una urgencia médica, luego de eso nos lo derivan», explicó la jefa del Servicio de Oncología Infantil.
El drama del Servicio de Oncología Infantil
El trabajar con una patología como ésta hace que los profesionales de la salud tengan que estar constantemente tratando con pacientes que pueden morir y ser ellos quienes tengan que dar la triste noticia a sus padres. Además de todo lo que eso conlleva, los profesionales también tienen que lidiar con otras situaciones.
«A VECES LOS PADRES NO TRAEN A SUS HIJOS A LAS CONSULTAS POR LO QUE CON LA ASISTENTE SOCIAL TENEMOS QUE ENVIAR A LA POLICÍA PARA QUE TRAIGAN AL PACIENTITO. A NOSOTROS NO NOS IMPORTA SI VIENE LA MADRE, EL PADRE, LA TÍA, LA VECINA, NOSOTROS NECESITAMOS QUE EL NENE VENGA PARA QUE NOSOTROS LO VEAMOS», CONTÓ ARRIETA.
El lidiar con los padres, muchas veces es muy complicados para los profesionales ya que abandonan al hijo en el nosocomio para salir a bailar o juntarse con amigos mientras que el pequeño se encuentra solo en la camilla de una habitación del Hospital Rawson: «Hace unos años encontré a un pacientito llorando solo en la sala de espera porque su madre le había dicho que iba a la Terminal y volvía y nunca regresó. Al tiempo este chico murió y fue muy duro para mi», recordó entre lágrimas la doctora.
OTRO DE LOS PROBLEMAS QUE DEBE AFRONTAR EL EQUIPO ONCOLÓGICO ES CON LOS ADOLESCENTES: «ALGUNOS SE DESCONECTAN Y SE ESCAPAN DEL NOSOCOMIO PARA IR A VER A SU NOVIA O PARA IR A BAILAR. INCLUSO ALGUNOS DECIDEN NO VENIR MÁS Y DEJAN EL TRATAMIENTO A LA MITAD. EN ESAS SITUACIONES NOSOTROS NO PODEMOS HACER NADA PORQUE YA CON CIERTA EDAD POR LEY ELLOS PUEDEN ELEGIR QUÉ HACER».
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